Jugando Con El Amor ||Camren||

Celos y sorpresas...

El sábado amaneció soleado y acogedor. Todo apuntaba a un gran día y una noche perfecta. El despertar con Kendall abrazando su cuerpo, completamente desnuda, era un gran presagio para Lauren.

Se miraron el uno al otro sonriendo ante los recuerdos de la noche anterior.

-No tengo ganas de levantar! – dijo Kendall sin soltar el cuerpo de su amiga –Estoy tan bien aquí!

Lauren le acarició el pelo con cariño.

-¡Quédate aquí, Ken! Conseguiré algo para que comamos!

-Humm... ¿Primero me haces el amor y ahora me traes el desayuno a la cama? ¡Así me enamoraré de ti, Lau! – dijo Kendall riendo.

La jugadora de voleibol también se rió. Besó a su amiga en la boca, con mucho esfuerzo se puso de pie y se vistió.

-¡No salgas de ahí, señorita! – dijo sonriendo – ¡Ya vuelvo!

Lauren bajó a tiempo de ver a su madre antes de que ésta se vaya a la librería. Clara estaba terminando el desayuno.

-¿Caíste de la cama, Laur? – preguntó, aceptando el beso en la frente de su hija.

-Nos despertamos hambrientas. Por eso bajé a tomar algo para que comiéramos. – explicó la jugadora de voleibol, mientras preparaba jugos, frutas, tostadas y mermeladas en una bandeja. – ¿Vendrás para el almuerzo, mamá?

-No. ¡Ustedes podrían pasar por el centro comercial más tarde y almorzar conmigo! – dijo Clara – Odio comer sola.

-Voy a hablar con las chicas, ¿de acuerdo? Y pasaremos por allí! – dijo la chica mientras subía a su habitación. – ¡Hasta al rato, ma!

-Hasta luego, hija. ¡Disfruten del día!

-Sí, señora!

Cuando Lauren llegó a la habitación, Keana ya se había despertado y estaba hablando animadamente con Kendall. Ésta finalmente se levantó y vistió una ropa. Ambas sonrieron agradecidas al ver la bandeja que traía la anfitriona.

Charlaron entusiasmados mientras comían. Acordaron de ir a la playa y luego aceptar la invitación de Clara para almorzar.

-Me ponen en cada situación, ¿sabían? – se quejó Keana. – Tuve que inventar mil historias para explicarle a Ed por qué me fui a dormir con él.

Kendall y Lauren intercambiaron miradas cómplices y sonrieron.

-Gracias, Keana! – dijo ésta última – Siento haberte puesto en esta situación.

Keana sonrió.

-Bueno, ¡al menos lograste calmar a esa calentona! – dijo señalando a Kendall – Ella me molestó todo el viaje. Creo que ya le faltaba.

-¡Pero que calumnia! – dijo Kendall riéndose. – Solo necesitaba cariño, ¡pero desafortunadamente tú no quisiste darme!

-¡Apártate, sucia! – dijo Keana escapando de los intentos de abrazo de Kendall – Ya follaste a una prima de esta familia. ¡Otra no vale!

Todas se rieron.
Lauren sonrió para sí misma. El día prometía ser increíble.

Camila no estaba de humor para ir con Taylor y Liam a la fiesta de bienvenida. Estaba cansada de esa cosa de sostener 'vela'. Sobrar, era la peor cosa del mundo.

Se preguntó a quién podría invitar, e incluso recordó a Ed, pero lo descartó. Era primo de Lauren. Parecería una burla de su parte y no quería arruinar el momento civilizado que habían conseguido.