Jugando Con El Amor ||Camren||

Resolviendo problemas.

Lauren no buscó a Camila durante el fin de semana. Todavía estaba molesta por su actitud. Había preferido tratar otros asuntos pendiente: Malú y Kendall.

La amiga que había encontrado el sábado por la mañana. Se fue de coche hasta Santa Lucía, donde vivía antes de regresar a su casa, a pedido de una Kendall ansiosa por hablar.
Las dos decidieron almorzar juntas en uno de los restaurantes de la ciudad. Y luego se fueron hasta la casa de la estudiante de enfermería. Después de tanto tiempo sin ver a Lauren, incluso Jessica se mostró simpática con encontrarla nuevamente.

-¡No puedo creer que hayas vuelto! – dijo sonriendo – ¿Mi amiga logró conquistarte y hacerte olvidar de la morenita sin sal?

-¡Jessica! – Kendall la reprochó. Lauren no sabía que ella trataba a Camila así.

-No hay problema, Kendall. Sé que Camila no parece muy simpática a primera vista – admitió la atacante –Pero no vinimos a hablar de nosotras, Jessica. ¡Y sí, de tu amiguita, que anda clavada por una persona muy conocida mía!

Las tres sentaron en el sofá, entusiasmadas con la sesión de chismes.

-¡No puedo creer que estés coqueteando con mi prima, Kendall! – protestó Lauren – ¡Keana es la criatura más inocente de la tierra!

Kendall sonrió.

-Por lo que estuvimos hablando, ella puede ser virgen, ¡pero no tiene nada de inocente, Lau!

-Amiga, ¿primero Lauren y ahora también quieres tener a su prima? – se sorprendió Jessica.

-¡Oh no me condenen chicas! ¡Simplemente sucedió! ¡Me dejé llevar!

-¿Desde cuándo se ven?

-Desde que nos abandonaste. Pero la cosa nunca había tomado ese rumbo, ¿sabes? ¡Solo éramos amigas! Incluso durante ese fin de semana que viajamos juntas, no pasó nada. Pero luego nos acercamos.

-¿Tu prima es la guapa que viene a estudiar biología aquí? – preguntó Jessica con curiosidad.

-Esa misma. – admitió Kendall – ¡Benditas clases de biología y química! ¡La trajeron a mí!

-¿Pero qué hay de ella, Ken? – preguntó Lauren – ¿Ella corresponde a lo que demuestras?

-¡Ay! No lo sé, Lau! A veces ella me busca de la nada y es muy cariñosa. Tan encantadora. Me abraza, pasa horas aquí conmigo. Otras veces  es totalmente distante, escurridiza – reveló Kendall – ¡Creo que está en la fase de la duda! ¡Por eso quería que vinieras! Para hablar con ella. Necesito saber si tengo una oportunidad o mejor me rindo con ella.

Lauren sonrió de los nervios de su amiga. Nunca había visto a Kendall así desde que la conoció. Ella siempre había descartado cualquier nerviosismo o vergüenza y decía de frente lo que quería. Parecía que su prima había derretido aquel corazón.

Keana era un misterio para Lauren. Las dos siempre estaban en contacto y su prima había venido a preguntarle cosas que nunca antes había cuestionado, como la sensación de besar a una mujer, tocarla, esas curiosidades. Pero para la atacante, aquellas preguntas nunca fueron más allá de eso: meras curiosidades. ¿Era posible que su primita, hasta entonces heterosexual convicta, estuviera despertando su interés por las chicas? Tal vez! Toda esa proximidad con Kendall podría haber encendido deseos hasta entonces dormidos.

-¿Pero por qué no hablas con ella, Kendall? – cuestionó Lauren – Son amigas, ella lo entendería

Kendall sacudió la cabeza.