Jugando Con El Amor ||Camren||

Convivencia

Las dos finalmente acordaron planear algo para la recreación del orfanato después del almuerzo. Como tenían que entrenar con Malú los martes y jueves, podían aprovechar el descanso entre las clases, el almuerzo y el entrenamiento.

El jueves siguiente, Camila y Lauren vieron salir a sus amigos y familiares después de clase y, por mucho que no querían, tenían que hacerse compañía.

-¿Quieres almorzar en la cantina o fuera de aquí? - preguntó Lauren - A mí me da igual.

-Vamos a la cantina de aquí! - decidió Camila, ya en camino, sin importarse si la delantera la seguía o no.

Ya en la fila, el silencio reinaba entre ellas. Era imposible no mirarse de arriba abajo, cuando se daban cuenta de que no estaban siendo observadas. Esa cercanía tan formal era extraña y tortuosa.

-Hey, ¿no sabes respetar una fila, chica? - preguntó Camila a una estudiante que intentaba pasar frente a ella.

-¡Mira quien se queja! ¡Ustedes atletas nunca respetan la fila! - respondió la chica. El abrigo deportivo que usaban las denunciaban como participantes del equipo de voleibol.

-Puede que los otros atletas hagan eso, pero nosotras enfrentamos la fila como se debe, ¡así que vete al final, compañera! - Lauren se entrometió hablando con firmeza.

Al darse cuenta de que no podía enfrentar a dos atletas de aquel tamaño juntas, la chica finalmente se dio por vencida y regresó al final de la fila.

-¡Qué cara dura! - exclamó la delantera indignada.

-No tienes que defenderme, Lauren! Puedo cuidarme sola.

-No seas egocéntrica, Camila! ¡Estaba defendiendo nuestro lugar y no a ti!

Camila sonrió burlona.

-Sí, como no. ¡Te encanta jugar a la heroína!

-¿Que quieres decir con eso? - Lauren preguntó tomando la bandeja y siguiendo a Camila a una mesa.

-Siempre quieres resolverlo todo. Ser la consejera, la amiga, la salvadora del equipo. Esas cosas. Tienes una manía de heroísmo - explicó Camila.

Lauren sonrió ante su observación.

-Y tú amas ser la líder. La que decide, quien da la última palabra sobre las cosas - dijo con una sonrisa en los labios. - No somos tan diferentes.

Camila no dijo nada y comenzaron a comer en silencio. Hace semanas atrás, era lo que más les gustaría pasar toda la semana juntas, en clases, en los entrenamientos, fuera de la universidad. Pero después de todo lo que había sucedido, era muy extraño y embarazoso.

-¿Qué ideas tuviste para la tal recreación? - preguntó Camila cuando terminaron de comer.

-Estaba pesando en una competición de voleibol. No sé.

-He estado viendo en internet, y parece que hay una piscina allí. Pequeña, pero podemos hacer alguna cosa de natación.

-Es una buena idea. Deberíamos hablar con Ally. Ella entiende de educación física.

-¡Prefiero no incluir a tu noviecita en ésto! - dijo Camila de forma sombría.

Lauren se rió.

-No te cansas de ser celosa. Ally, para tu información, está casi saliendo con mi hermano. ¡Y nunca tuve más que una amistad con ella!

-¡No tienes que darme explicaciones, Lauren! ¡Ya te dije que no tenemos compromiso!