Esclarecimientos...

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Hablar con Austin no fue tan malo como lo pensó Camila. En el fondo, el nadador ya esperaba que la chica dijera que no. Él nada más se aferró a la esperanza, porque le gustaba demasiado la compañía de la levantadora.

-¿Quién es el afortunado, Mila? – él todavía preguntó.

La chica lo miró sorprendida.

-¿Como así?

Austin sonrió.

-Siempre creí que estabas enamorada de otro chico. Estabas siempre distante, con los pensamientos lejos. Ahora al verte tan decidida, estoy seguro.

Camila se sintió la más torpe de las criaturas. Incluso el nadador mismo había notado su distanciamiento. Ella realmente debería haberlo terminado hace tiempo.

-Realmente me gustaría pedirte que continuáramos siendo amigos – dijo – Pero lo entenderé si no quieres.

Él asintió.

-Necesito de tiempo, Mila. Para desatarme de ti y de lo que todavía siento por ti. Pero quédate tranquila. Te buscaré. También quiero tu amistad.

-Me alegra que hayas entendido, Austin. Puede que no lo parezca, pero mi intención nunca fue latismarte.

-Lo sé, Mila. Lamento que ni siquiera me hayas dado una oportunidad, pero realmente quiero que seas feliz – dijo sonriendo –Dile a ese chico que te cuide bien, o se verá conmigo!

Camila sonrió. Esperaba que el "chico" hiciera mucho más que cuidarla. Quería que "él" la amara y la hiciera la más feliz de las criaturas.

Incluso animada con el problema resuelto con Austin, la levantadora se sintió algo triste. No olvidó la mirada sombría del chico cuando supo la verdad. Había mucha tristeza allí.

Quizás sabiendo que sería así, Camila había pospuesto tanto esa conversación. No sentía deseo físico por Austin. Todo su cuerpo y deseos pertenecían exclusivamente a Lauren. Pero le gustaba la compañía del nadador. Era un buen amigo, después de todo.

La primera parte de lo que se propuso a hacer, aparte del dolor, había salido bien. Ahora tenía la difícil tarea de hacer que Lauren la perdonara. Y eso la consumió por dentro. No quería pensar en la posibilidad de llevar un no, aunque sabía que existía.

Tuvo que esforzarse para pensar positivamente. O acabaría volviéndose loca de anticipación.
Al menos una cosa, Camila ya había decidido. Pelearía. Haría lo que fuera necesario para recuperar el amor de Lauren. E incluso se ésta jurara que ya no la quería, insistiría. Finalmente, comenzó a darse cuenta de que era mejor perder el orgullo que dejar que la felicidad se le escapara.

Ed no había visitado a Rebecca hace algún tiempo. La echaba de menos, pero quería que ella también lo extrañara y esperara su presencia. Entonces no la había marcado ni nada.
Quedó muy contento al recibir una llamada de ella en medio de la clase.

-¿Todavía estás molesto conmigo? – preguntó la secretaria un tanto temerosa.

-No, Rebecca. Estuve muy ocupado estos días. Lamento haber desaparecido.

-¿Estarás ocupado hoy también? Tenía muchas ganas  de verte y hablar contigo.

-No estoy ocupado hoy. ¡Pero sabes que quiero más que eso contigo!

-Lo sé. Es justamente sobre eso de lo quiero hablar.

El chico suspiró. ¿Por qué las mujeres tenían que hablar sobre todo? Necesitaba ser paciente.

Jugando Con El Amor ||Camren||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora