Solos tú y yo.

La estúpida de Granger.

Hermione abrió los ojos como platos.

- No estarás hablando de Pansy Parkinson, ¿verdad? - preguntó la castaña mirando fijamente al rubio.

- Hablo de Pansy, Theo y - Draco sonrió - Blaise.

- ¡Pero si nos odiamos! - replicó Hermione. Claro que se odiaban, pero no era eso lo que más le importaba. Estaba claro que Pansy era más guapa que ella. ¿Y si Draco decidía dejarla por la Parkinson? Un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

- Yo también odio a la Comadreja y tengo que convivir sí o sí con ella - contestó Draco molesto.

- El sentimiento es mutuo, Hurón.

- Callaros - ordenó Ginny a los tres, que se giraron a verla - Creo que lo que ha propuesto Malf... Draco es la mejor idea. Estamos unidos en esto, ¿no?

- ¡Por Grindelwald! ¡Gracias, pelirroja!

- Pero os recuerdo que Parkinson quiso entregar a Harry - una mueca de dolor se presentó en la cara del pelirrojo al decir su nombre, al igual que en la de Ginny y Hermione al oírlo - cuando estábamos en Hogwarts y quién tú sabes lo pidió.

Hermione asintió y Ron sonrió. Todavía estaba enamorado de ella. El pobre no sospechaba acerca de la relación de ella y el Malfoy. O al menos de momento.

- Os recuerdo que yo conozco a Pansy desde muy pequeño y no os haría nada.

- ¡A ti no porque le gustas! - chilló Hermione.

Ginny se llevó una mano a la cabeza.

- ¡SILENCIO! ¿Es que acaso no sabéis que los mortífagos nos pueden encontrar en cualquier momento?

- Mirad, yo no sé vosotros pero yo me voy - Se decidió Draco que comenzó a caminar. Ginny lo siguió. Hermione y Ron se miraron y ella decidió seguirlo también. Al final Ron también terminó cediendo.

En el camino, Hermione se puso a la altura de Draco y este, para sorpresa de ella, le rodeó la cintura con el brazo. Hermione sonrió.

- ¿Sabes? Snape me enseñó Oclumancia en Hogwarts.

- Wow, no me lo habías contado nunca.

- Deja de tener pensamientos eróticos míos y de Pansy, obsesiva. No te dejaría por ella ni por mil galeones.

Hermione se sonrojó.

- Lo siento...

- No importa - dijo él besándola levemente en la mejilla - Te quiero.

- Yo más.

- ¿Cómo vamos a encontrarlos? - interrumpió Ginny, haciendo que Draco soltara a Hermione antes de que Ron los alcanzara.

- ¡BLAAAAAAAAAAAAISE! ¡PAAAAAAAAAANSY! - gritó Draco - ¡THEOOOOOOO!

La respuesta fue inmediata. Un chico de color y ojos oscuros salió de la tienda al reconocer la voz de su mejor amigo.

- ¿MALFOY? ¡MAAAAALFOY! - gritó corriendo hacia él. Los tres acompañantes de Draco pudieron ver la sonrisa más amplia que el rubio había tenido nunca.

Ambos viejos amigos se abrazaron con fuerza, Blaise Zabini lloraba de alegría.

- ¿Por qué lloras, tontito? - murmuró Draco riendo. Estaba realmente feliz.

- Por ver otra vez tu cara de gnomo con diarrea, gilipollas - respondió el chico sonriendo y limpiándose las lágrimas - ¿Dónde has estado? ¿Y qué haces con estos?

- He estado viviendo con Granger - Zabini se sorprendió - Sí, lo sé. Pero hemos sobrevivido. Ahora nos acabamos de encontrar con ellos dos. ¿No os quedará un poco de espacio en la tienda, ¿no?

- Vaya... Pues claro que sí. Pansy estará encantada de verte... - dijo él guiñándole un ojo al rubio - Theo... Resultó ser un cabrón. ¡Se ha ido sin avisar!

- Mmm, ¿podemos entrar ya? - preguntó Ginny.

- Claro - Zabini los guió a dentro de la tienda, donde Pansy preparaba la cena.

- Panssss, mira a quien te he traído.

Pansy se giró y al ver la sonrisa de Draco se llevó las manos a la boca.

- ¡DRAQUIS!

Hermione se mordió los labios mientras Pansy y Draco se abrazaban y ella le acariciaba la mejilla.

- Ha pasado tanto tiempo... - susurró Pansy mientras pasaba un dedo por los labios carnosos de Draco. El chico iba a negárselo, se acababan de ver. Pero claro, cayó en la cuenta de que le había borrado la memoria. El rubio se separó de ella.

- Espera, ¿y estos? - preguntó Pansy indignada al ver a Ron, Ginny y... la estúpida de Granger.