Solos tú y yo.

Músculo y palabrería cursi.

Ron y Hermione entraron en otra habitación.

- Pídeme disculpas, Ronald Weasley, y las aceptaré - le dijo Hermione seriamente, de brazos cruzados - Y ahí se acabaría la conversación.

El pelirrojo suspiró.

- Mira, Hermione... Me gustas desde hace mucho y me he puesto celoso. Recuerda que tú me lanzaste pájaros enfurecidos cuando me besé con Lavender.

- Lo sé... Tienes razón. Supongo que ya estamos en paz.

- Vale. Pero, una pregunta. ¿Dónde quedó eso que sentías por mí?

- No lo sé. Pero ya no existe.

- Pero es injusto.

- ¿Qué es injusto?

- Parkinson y Malfoy ya no se gustan, pero por lo menos ellos se han besado y hecho cosas... más interesantes... - susurró el chico acercándose a ella.

- Bueno, pero ahora ya n...

Pero Ron no la dejó acabar y plantó sus labios en los de ella. Hermione reaccionó enseguida y lo empujó.

- Mira, Ron. Te quiero, te quiero muchísimo. Pero te quiero como lo que eres, un amigo. Mi mejor amigo.

- ¿Qué tiene él que no tenga yo, Hermione? Quitando lo físico...

- Una lista infinita de cosas, Ron. Él es maravilloso. Me quiere de verdad y yo lo quiero a él. Es increíble la de cosas que siento por Draco. No lo cambiaría por absolutamente nada. Ni nadie. Lo siento.

- Se va a cansar de ti, Hermione.

- Draco tampoco me dejaría por nadie. Ya ves lo que dijo ahí fuera. No me sería infiel con nadie. Por eso le quiero. Bueno, y por muchas cosas más.

Ron suspiró.

- Está bien. Y yo también te quiero - dijo el pelirrojo abrazando a la chica, la cual correspondió.

Salieron de la habitación y se sentaron junto a a Ginny y Blaise, que reían con ganas.

- ¿Todo arreglado, chicos? - preguntó Ginny.

Ron y Hermione sonrieron en señal de afirmación.

- Ginny y yo estábamos recordando inolvidables momentos en Hogwarts - les informó el Slytherin - ¿Os apetece contar algo?

- ¡Sí, por favor! - pidió Hermione - Cuando estábamos en Hogwarts, siempre era yo la que buscaba información acerca de las cosas. Un día, para un trabajo de Historia de la Magia, Ron y yo teníamos que buscar cosas acerca de su familia. Y... encontramos Las miles de aventuras que tuvo su bisabuela Betty.

- ¿Espera qué? - preguntó Ginny mientras el Zabini reía.

- Lo que oyes - afirmó Ron - Lo que más me sorprendió fue encontrar tantos datos sobre nuestra familia. Hermione encuentra cualquier cosa en esos viejos libros.

Hermione sonrió y justo en ese momento Draco y Pansy salieron de la habitación.

- ¿También lo habéis arreglado vosotros? - preguntó Blaise.

- Sí - contestó Draco.

- Ahora sólo le queda arreglarlo a Ron y a Draco - dijo Ginny.

- No hace falta - dijeron Ron y Draco a la vez.

- ¿Sabes qué, Hermione? - comentó Pansy con una malévola sonrisa en la cara - Espero que tu rubio te haga tan bien el amor como me lo ha hecho a mí ahí dentro.

Draco abrió los ojos como platos y miró a Pansy.

- Espera, ¿qué? - preguntó Hermione con la rabia invadiendo cada milímetro de su cuerpo.

- No, Hermione, puedo explicarlo...

- ¡¿ESTÁS DE COÑA?! Eres músculo y palabrería cursi, Draco Malfoy. No sé cómo he sido tan estúpida como para enamorarme de ti.