Avada Kedavra.

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Los 5 chicos salieron de la tienda. El sol brillaba en el cielo, pero la temperatura no era muy alta, así que se habían abrigado con una simple sudadera. Cada uno con su respectiva varita en la mano, miraban al frente.

- Eh... - murmuró Blaise - ¿Y si dejamos de mirar al horizonte con estos aires heroicos y vamos a la casa de Draco?

- Sí, tienes razón - dijo Hermione sonriendo, mientras Ginny y Draco reían. Ron estaba serio.

Comenzaron a caminar en fila, todos juntos. Tan juntos que casi podían tocarse. Hombro con hombro. Ginny tocó accidentalmente la mano de Blaise, el cual la miró a los ojos cuando esto sucedió. Ella se sonrojó, pero enseguida la vergüenza pasó a un estado de felicidad cuando el moreno entrelazó sus dedos con los suyos.

- Vale, ¿y ahora qué? - preguntó Ron, cuando llegaron al barranco.

- Yo... me tiré de aquí... - susurró Hermione. ¿Tan desesperada estuvo? - Y acabé allí.

Draco rodeó la cintura de su chica para consolarla. ¿Su chica? Sí, su chica.

- ¿Cómo es eso posible? - preguntó Ginny.

- Quizá... Haya vigilantes en escoba que te cojan antes de caer - justificó Hermione - Creo que recuerdo... haberme chocado contra algo... A lo mejor fue un hechizo... No lo sé.

- ¿Y qué proponéis? ¿Tirarnos? - preguntó Blaise, con los ojos como platos.

- Tenemos una escoba - añadió Draco.

- Además, si tanto Pansy como yo llegamos vivas allí abajo... No sé, no creo que nos pase nada.

- Somos 5 personas, Herms, es distinto... - dijo Ginny - Y sospechoso.

- ¿Solo tenemos una escoba? - preguntó Blaise - Yo traje una, está en mi armario.

- Es la que cogí, Blaise - le respondió el rubio.

- Esperad... - intervino Ron - ¿No trajo Hermione una escoba cuando volvió?

- ¡SÍ! - gritaron los otros cuatro a la vez.

Draco corrió a a la tienda y volvió con otra escoba.

- Está bien, ¿qué hacemos?

- Mmmm, vamos a ver - comenzó a hablar Hermione - Supongamos que hay vigilantes. Sospecharán de nosotros si vamos así de buenas a primeras.

- De mí y de Draco no, Grangercita - comentó Blaise.

- ¡Exacto! - exclamó Ginny - En una escoba iremos Herms, Blaise y yo, y en la otra Draco y Ron. Haremos como que nos han capturado.

- Genial - dijo el Zabini, que, sin darle tiempo a asumir aquella información a Ron y a Draco, se subió a la escoba seguido de Hermione y Ginny.

- Hey, ¿por qué tenemos que ir juntos? - preguntaron el rubio y el pelirrojo a la vez.

- Porque Ron pesa más que Hermione y Ginny y yo peso más que Draco, así que así está perfecto - dijo Blaise.

- Perdona, amigo, pero la belleza pesa - se defendió Draco.

- Por eso mismo peso más que tú - respondió Blaise, haciendo reír a Ginny y Hermione - Sube y cállate.

Draco obedeció, rodando los ojos. Blaise y las chicas ya habían bajado. Ron se subió detrás de él.

- Si no te agarras te vas a caer - explicó el rubio malhumorado.

- ¿Quieres que te abrace, Malfoy?

- Es el cuerpo más bonito que vas a tocar en tu vida, Weasley. Agárrate.

Y dicho esto, ambos bajaron en aquella escoba. A mitad de camino hacia el suelo, vieron a los otros con un mortífago. Draco se acercó.

- Mira, aquí está - señaló Blaise a Draco.

El mortífago se quitó la máscara y miró al rubio con los ojos llorosos.

- Draco... - susurró Lucius Malfoy.

- Papá...

Hermione y Ginny sonrieron con ternura cuando los dos Malfoy se fundieron en un abrazo. Ahora Lucius no tenía dudas. Su hijo era lo que más quería en ese mundo.

- Blaise ya me ha explicado todo - dijo Lucius - Os acompaño.

Una vez entraron el la Mansión, los vellos del cuerpo de todos se erizaron al ver a Lord Voldemort.

- Vaya, vaya, pero, ¿qué tenemos aquí? - siseó.

- Mi hijo y... - Pero Lucius se vio interrumpido. Una mujer corrió hacia Draco y lo abrazó con una fuerza sobrehumana.

- Draco, mi niño, mi rubio... - susurraba Narcisa Malfoy, acariciando el rostro de su hijo mientras lloraba.

- Mamá... Joder, no sabes lo que te he echado de menos - susurraba también Draco, con los ojos empañados.

- Draco Malfoy y Blaise Zabini - dijo Lord Voldemort, apoyando sus grimosas manos en los hombros de los chicos - ¿Qué nos habéis traíd...?

- ¡AVADA KEDAVRA! - gritó Ron, señalando con la varita a Lord Voldemort.

Solos tú y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora