Solos tú y yo.

No puede ser.

- Granger, será mejor que nos vayamos.

Hermione asintió y salió corriendo de allí de la mano del chico.

- ¿Desde aquí no debería de verse la casa? - preguntó Draco confuso.

- No puede ser - gimió Hermione con desesperación - ¡No puede ser!

- No puede haber desaparecido, Hermione, tranquila.

- ¡Claro que puede haber desaparecido! ¡Y lo ha hecho!

- ¡Pero si es una casa, Granger!

Hermione bufó por su ignorancia.

- ¿Recuerdas cuando te dije que esta casa solo era visible para gente en peligro?

- Sí - respondió el rubio - Hostia. ¿Eso quiere decir que no estamos en peligro?

- Lo estamos, estoy segura. Pero quizá quiera decir algo.

- Me temo que no tenemos mucho tiempo para adivinarlo.

- MERLÍN, ¡NO PUEDE SER!

Draco miró con confusión a la chica. Tenía la boca tapada con las manos y estaba llorando. Pero llorando de felicidad. Qué chica más rara. ¿Por qué coño llo...?

- HERMIONEEEEEEEEE.

Cuando Draco quiso darse cuenta, Hermione estaba abrazando a dos personas pelirrojas.

- ¡Ginny! ¡Ron! ¡Os echaba muchísimo de menos!

- Y nosotros a ti, Mione - dijeron al unísono los pelirrojos estrujando a su amiga.

- ¿Qué hacéis aquí? - interrumpió Draco.

- ¿Y este gilipollas? - gritó Ron enfadado.

- Está en el mismo riesgo que nosotros, Ron. Hemos convivido juntos hasta hoy. ¿Recuerdas la casita de la que nos había hablado Hagrid tantas veces? Pues allí.

- ¿Has convivido con este degenerado durante casi seis meses?

- A mí me respetas, gilipollas - gruñó Draco. ¿Cómo alguien tan maravilloso como Hermione podía haber sido amiga de alguien tan... tan... ? No había palabras para describir a ese... ese... Sin duda, no había palabras para definir a Ronald Weasley.

- Creo que aquí fuera no es el mejor sitio para hablar - razonó Ginny.

- Exacto - afirmó Hermione.

- Nuestra casa la han saqueado. Se han llevado todo y también a nuestros familiares...

Hermione se llevó una mano a la boca.

- Qué hijos de puta. No te preocupes, Weasley, habrá una solución - se dirigió Draco a la pelirroja.

A todos, hasta al rubio, les sorprendió ese comportamiento, pero fue bien recibido por Ginny que sonrió ampliamente.

- Ahora... ¿Dónde vamos a vivir? - preguntó Hermione.

El rubio se lo pensó.

- Tengo unos amigos... Ellos también están intentando salvarse de todo esto...

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Holaaa. Siento mucho mi inactividad, he estado muy ocupada. De ahora en adelante actualizaré con más frecuencia. ¡Mil gracias por leer!