Solos tú y yo.

Das pena.

Draco la miró con los ojos como platos.

- Definitivamente te han drogado. No juegues con esas cosas, Hermione Granger.

- No estoy drogada ni jugando, cielo - dijo ella levantándose del sofá para acercarse a él - Está viva, y tú padre también.

- Es imposible - respondió el rubio, que ya no las tenía todas consigo - Yo la vi morir.

- Exacto, Draco, tú boggart es verla morir, y Voldemort lo usó contra ti.

- No... - murmuró Draco con los ojos llenos de lágrimas - No me jodas, Granger, esto no es una puta broma.

- ¡Que no estoy bromeando, joder! Tu madre me sacó de allí, sabe que estás aquí.

- Tengo que ir a buscarla.

- Ni se te ocurra. Es muy arriesgado.

- Es mi madre - dijo el chico poniéndose una chaqueta.

- Draco, hay más gente allí. Gente que conocemos y que tenemos que liberar. Debemos tramar un plan e ir a rescatarlos, después, nos pondremos contra Voldemort. Por favor.

Draco la miró.

- Uf... vale, tienes razón. Debemos hablar cuanto antes con Ginny, Blaise y la comadreja.

Una vez que estaban todos reunidos y Hermione ya les había explicado la situación. Los cinco chicos se pusieron a pensar.

- Entonces, tenemos a Pansy y a Narcisa de nuestra parte, ¿me equivoco? - concluyó el Zabini.

Hermione asintió.

- Blaise y yo seremos bienvenidos, así que también estaríamos de vuestra parte - añadió Draco.

- El Señor Tenebroso cree que eres muy buen mago, Draco. Ha intentado que seas un mortífago estrella desde que entraste en Hogwarts - dijo Blaise.

- Cierto - afirmó el rubio.

- ¡Lo tengo! - chilló Hermione - Draco, tienes que ganarte a Voldemort. Conviértete en su fiel ayudante sin que sospeche de ti, y cuando menos se lo espere, una apuñalada por la espalda. Un puto Avada Kedavra.

- Pero sólo Harry podía matar a Voldemort - dijo Ginny.

- Eso era porque un trozo de Voldemort vivía dentro de Harry, pero Harry... bueno... ya sabéis... Ya no vive esa parte de Voldemort - justificó Hermione.

- Entonces, eso quiere decir que cualquiera puede matar a Voldemort, ¿no? - preguntó Ron.

- Sí. O eso creo - respondió la Granger.

- ¿Y si no funciona? - preguntó el rubio.

- Morirás - dijo Ron, sin preámbulos.

Todos lo miraron.

- Eres un capullo - se molestó Hermione - Escúchame, Draco, yo nunca dejaría que te pasase nada malo.

- Pero no estás segura de que vaya a funcionar, Hermione... - comentó Blaise - No quiero perder a Draco. No va a hacer eso.

El rubio le sonrió.

- No me importa perder mi vida si con eso salvo la vuestra o la de mi madre... Pero si la pierdo en vano...

- No vas a perder la vida - dijo Ginny - Vamos, chicos, es Hermione Granger. ¿Cuándo se ha equivocado ella?

- Siempre hay una primera vez, Ginny - añadió el Zabini.

- A mí me parece un buen plan - comentó Ron encogiéndose de hombros.

- Nadie ha pedido tu opinión, gilipollas - rugió Draco.

- Pensemos en otro - sugiró Hermione - Este no es bueno.

- ¿Y si lo mata Pansy? - preguntó Ginny.

- Aunque se haya portado mal, sigue siendo mi amiga. Y la de a Draco también, ¿estoy en lo cierto, rubiales?

- Exacto. No lo merece - afirmó el chico - Joder, ¿sabéis qué? Pienso matarlo yo. Vamos, está en mi puta casa y mi tía me adora. Además, le caigo bien. Nada puede salir mal, y si sale... Pues ya se os ocurrirá otro plan. Aunque nada va a salir mal porque Hermione no se equivoca.

- No, Draco, Blaise tiene razón. No podemos arriesgarnos a perderte - pidió Hermione.

- ¿Por qué no? - preguntó Ron - Mientras lo matan a él podemos salvar a los demás.

Todos iban a replicar, pero Draco los hizo callar.

- Weasley, ¿tanto te molesta que me folle a tu crush?

Ginny y Blaise se rieron, Hermione se sonrojó y Ron tragó saliva, incómodo.

- Lo siento... No era mi intención...

- Claro que era tu puta intención, zanahoria. ¿Sabes qué? ¿Por qué no arriesgas tu vida tú? Eres un puto miedica. Has tenido a Hermione disponible toda tu vida y justo ahora que ella está bien conmigo tú quieres joderlo todo. Intenta joderlo, pero no lo vas a conseguir. Porque das puta pena - soltó Draco.

Ron miró al suelo sin responder. Se estaba mordiendo la lengua con tanta fuerza que notaba el sabor de su sangre por toda la boca.

Nadie dijo nada. Todos, incluso Ron, estaban de acuerdo con Draco, pero le había dicho cosas crueles.

- Voy a cenar... - murmuró Ginny.

Hermione la acompañó.

- Vamos a tomar el aire fuera, Draco - propuso Blaise.