Contigo Quiero estar, NavarroFerro (Completa)

Capítulo 16

Silvia.

Mi nariz ardía por el intenso olor a alcohol, abrí lentamente los ojos encontrandome con Ana, ella pasaba un algodón con alcohol cerca de mi nariz para que reaccione, quite su mano para que aleje eso de mi.

Silvia- gracias pero eso me esta matando.

Ana- ja ja que linda... Así me agradeces por salvarte la vida.

Dice fingiendo enojo, me da la espalda lista para salir, la detengo.

Silvia- lo siento amiga.

Miro hacia la ventana esta cerrada, mi sonrisa se borra y la miro totalmente asustada.

Silvia- leíste los mensajes.

Ana- quería saber que fue lo que te puso mal.

Silvia- ese hombre me espía desde siempre Ana... Invadió mi privacidad de una manera perversa.

Ana- ¿quien es?

Silvia- el doctor... Me vio desnuda.

Ana- siempre te cambias en el baño ¿no?

Silvia- esta mañana, Carlos estaba aquí, salí de bañarme sólo envuelta en una toalla, Él empezó con un juego que yo sabía como iba a terminar y lo deseaba. Carlos quiso ayudarme a vestir, antes de ponerme el sujetador jugó con mis senos provocandome placer y así lo hizo en mi parte inferior... Ana entiendes que estaba abierta de piernas muy expuesta a la vista de ese hombre.

Ana- no puede ser... Silvia, ese hombre esta loco, nos encontró en el antro aquella noche... Entonces nos escuchó, siempre estuvo aquí.

Silvia- yo no debi...

Ana- Silvia estabas en tu habitación, en tu casa, con tu pareja, podías hacer lo que sea porque este es un lugar privado. El que hizo mal en meterse aquí fue ese doctor.

Silvia- me vio desnuda Ana, vio cuando Carlos me acariciaba y tomaba mi cuerpo. Ayer hicimos el Amor, luego iríamos a comer a la cocina y cuando salí Facundo estaba allí... Nos vio Ana.

Me levanté, empecé a caminar de un lado a otro, mis lágrimas salían, mis manos tiemblan y siento que estoy siendo observada. Ana se acerca y acuna mi rostro.

Ana- cálmate.

Silvia- no puedo... Tengo miedo, ese hombre es un pervertido me va a secuestrar y el será peor que Francisco.

La abracé, lloré recordando esos días donde estuve secuestrada, quisieron abusar de mi, casi me matan. Ana me hizo sentar en la cama, luego buscaba algo y yo sólo pensaba en como hacer para proteger a mi hijo.

Ana- ten, es un tranquilizante.

Silvia- no lo quiero... Tengo que proteger a mi hijo, contratar más seguridad, ver como entró.

Mis manos tiemblan, trato de salir pero mi amiga me jala del brazo, me lleva bruscamente hasta la cama.

Ana- Silvia, necesito que estes tranquila... Te va a hacer mal.

Suspiro y tomo la pastilla que me ofrece. Me recuesto nuevamente mientras alguien golpea la puerta. Ana corre y luego entra con Zaira ya dormida.