Dos

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Terminó por caer en cuatro patas al piso, temblando producto del pánico. Bills era muchas cosas que nunca admitiría y una de esas era ser un neurótico. En ese momento era un manojo de nervios, estaba al borde del colapso. Lo último que recordaba era que estaba discutiendo con el Supremo Kamisama, luego apareció Whis y...nada. Solo apareció en ese lugar, metido en esa caja como un vil gato abandonado a su suerte. Maullando en lugar de hablar y andando en cuatro patas en lugar de dos.

Mary lo miraba. No sabía que clase de ser extraño era ese, pero lo si sabia es que estaba en un estado de pánico absoluto. Lo observó con atención. Llevaba puesto un pantalón, zapatos y una prenda extraña que le cubría los hombros. Si bien su anatomía era medio humana y media felina, que llevará puesta ropa le hizo suponer que aquella criatura tenía inteligencia, pese a que solo parecía poder maullar.

-Tranquilo- le dijo Mary y él la miro- Tranquilo. Estas a salvo aquí. Cálmate. Hey, escúchame ¿Entiendes lo que digo?

Bills se quedó mirando a la muchacha, que se había arrodillado frente a él. No tenía idea de quién era, pero preguntarle era inútil. Seguramente ella sólo estaba escuchando maullidos, después de todo él solo oía su voz en su cabeza. Tenía que buscar una forma de comunicarse con esa chica. Decirle quien era él y que estaba dispuesto a darle una recompensa si lo ayudaba, porque por la forma en que lo miraba era obvio que ella, tampoco entendía que estaba pasando. Bills vió a su alrededor y descubrió un escritorio. Saltó sobre la muchacha y fue hacia allá. No podía hablar, pero si escribir o eso esperaba. No  escribia hace milenios, pero no había olvidado como hacerlo, por eso no ser capaz de sostener el lápiz lo terminó de atormentar. Se sintió desfallecer ahí, esforzándose por permanecer de pie apoyado en la mesa, mas sus piernas se doblaban siendo incapaz de sostenerse. La peor parte es que manos eran inútiles.

Mary se dió cuenta de que esa  criatura trato de escribir, así que su hipótesis podía ser correcta, mas no sabía de que otra forma probarlo que hablarle.

-¿Hola?-le dijo y Bills la miro- En serio me gustaría saber si entiendes lo que digo.

"¡Claro que te entiendo! ¿Crees que soy idiota o qué?"

Bills la miró con disgusto y se dejó caer al piso quedando allí sentado cual gato, con la cola rígida y una mirada de fiera.
Como no recibió señal alguna, la muchacha meditó un momento luego fue hacia su habitación y volvió con un animal, a juicio de Bills, extraño.

-Este es Padam, mi gato. Es mi mascota-le dijo la muchacha, aunque no estaba segura de que pretendía con eso- Lo cuido bien. No lo maltrato. Si lo vez algo desnutrido no es por falta de alimento,él es así. Es un gato Sphynx y ahora que lo veo bien se parece un poco a tí-señalo con cierta ingenuidad.

"¿Insinuas que soy un animal orejón, con ojos grandes y lampiño? ¡Que insolente eres!"

Eso no lo pensó así que lo que Mary y él mismo Bills oyeron fue una serie de roncos maullidos. La muchacha suspiró resignada a que aun si él entendía lo que ella le decía, le era imposible hacérselo saber, pues él no tenía o conocía una forma de hacerlo.

El gato Padam saltó de los brazos de la muchacha y fue hasta Bills. El dios lo miró con curiosidad y el pequeño felino aplano las orejas hacia la costados bufando. Era obvio que este "gato grande" no era de su agrado y la respuesta de un ofuscado Bills, fue un gruñido que Padam respondío con un maullido agudo y un salto a los brazos de su ama.

-¡Oye no lo asustes!-le dijo Mary.

Bills la miró y súbitamente saltó a su lado para luego desaparecer al interior de su habitación. Ruido de cosas callendo escuchó Mary, casi apenas él entro en el cuarto, y partió a ver qué pasaba. Vio a ese ser pasearse por los rincones, apoyándose en los muebles y saltando sobre la cama para, desde ahí, tomar un impulso y subirse al clóset. Allí se quedó sentado y asicalandose. Después de haber tirado un montón de objetos al suelo, a su paso, entre ellos un perfume que quedó vertido en la alfombra.

Eres mi mascotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora