Diez

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El rostro de la muchacha tenía una expresión algo ingenua, confundida. Sujetaba el atizador como si fuera una espada y no les quitaba los ojos de encima a esos extraños sujetos.

-¿Quienes son ustedes?-les preguntó con voz nerviosa- ¡Respondan! ¿Quiénes son? ¿Qué está pasando? ¿Qué es un díos de la destrucción, un Gran Sacerdote y todo eso de lo que están hablando?

Los tres intercambiaron miradas. Whis dio un paso hacia ella y la muchacha levantó el atizador más alto, amenazado con golpearlo.

-¡No te acerques elfo!-le advirtió.

-¿Elfo?-repitió Whis sin entender.

-Más pareces un hobbit- comento Mary, a media voz, sin dejar su postura.

-Señorita Mary, por favor baje eso. Nadie aquí quiere lastimarla- le dijo Shin.

Un parpadeo le tomó a Whis, posicionarse detrás de ella y golpear el punto preciso para dejarla inconciente. La sostuvo de una mano para evitar que cayera al piso y se golpeará la cabeza. Con cuidado la dejó allí.

-¿No cree que fue muy rudo con ella señor, Whis?- le preguntó Shin, algo preocupado por la muchacha.

-Descuide. No sentirá ningún dolor al despertar y probablemente creerá que todo fue un sueño- le dijo el ángel.

El Supremo Kaiosama no parecía muy convencido, pero no hizo comentarios.

-Será mejor que nos vayamos de una vez o mi padre nos...

Whis no terminó la frase y en un parpadeo estaban en un salón circular desprovisto de muebles o decoración. Fue obvio para todos que Daishinkan, los teletransporto al palacio de Zen oh sama y para alivio del trío estaban solos.

-Bien estamos aquí, ahora a actuar con naturalidad- dijo Whis y miro a Shin que aferrado al cetro, con ambas manos, temblaba ligeramente- ¿Quiere calmarse Supremo Kaiosama? Debe mantener una postura impecable y recuerde que no debe inclinarse ante mi padre o los Zen oh sama.

-S, s, s... sí- artículo.

"¿Y qué hay de mí, Whis? ¿Tambíen debo actuar con naturalidad? "

-Es imposible ocultar su estado- le dijo el ángel- Pero sería bastante vergonzoso que mi padre me sorprenda en esta situación. Al menos lo suyo podría pasar por un estado de shock.

-No creo que podamos engañar al Gran Sacerdote, señor Whis y tampoco me parece correcto.

-Así es- exclamó una voz a sus espaldas- No soy fácil de engañar y no es apropiado mentir Whis. Perdón. Quise decir Supremo Kamisama.

-¡Gran Sacerdote!- exclamaron a coro y se giraron hacia él.

La mirada que les dio puso nervioso hasta a Whis que, en el cuerpo del Supremo Kaiosama, fue el único que quedó de pie, pues Shin se arrodilló y Bills
...Bills ya estaba en el piso de todas formas. Los ojos del Gran Sacerdote, se pasearon por el trío, examinandolos cuidadosamente.

-¿Y bien cuál es la explicación que tiene esta "particular" situación, caballeros?- les preguntó.

-Honestamente no estoy seguro- le dijo Whis- Estábamos discutiendo. El señor Bills trato de quitarme el cetro, yo lo sujete fuerte, el Supremo Kaiosama también lo tomó y luego un rayo de luz escapo de el y... se produjo el cambio.

"Entonces toda esta situación fue causada por un descuido tuyo, Whis?"

-Su universo tiene potencial, pero la conducta caprichosa, carente de criterio, despreocupada y otra serie de adjetivos de índole similar de su dios de la destrucción, sumado a la falta de conocimiento, carácter y constancia de su Supremo Kaiosama, más la actitud un tanto desinteresada de su su ángel; tienen al universo siete en una situación mediocre- les dijo el Gran Sacerdote- Sino son capaces de solucionar este situación por ustedes mismos, mucho menos podrán seguir haciéndose cargo de un universo. Es por esto que han decidido que si dentro de un máximo de cuarenta días no resuelven su actual estado, cambiaremos de dioses y ángel.

Eres mi mascotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora