Mi planeta ya no existe.Era uno ni mejor,ni peor que otros supongo. Gran parte de el era un desierto. Yo crecí entre dunas y rocas,en el suelo estéril extrayendo sal de cuencas de agua,que eran vestigios de mares antiguos. La sal era algo valioso, allá en mi planeta. Podías cambiarla por cosas útiles en las grandes ciudades en las tierras secas,pero duras más allá del desierto. Mi aldea era un montón de cosas de barro enfiladas en una única calle que,empezaba en el desierto y terminaba en un pozo. Mi madre siempre vivió ahí,mi padre era un nómada que un día llegó a la aldea y una noche de fue prometiendo volver. No lo hizo hasta muchos años después. En lugar de él, llegamos mi hermano Champa y yo. Somos gemelos aunque no nos parecemos mucho. Mi madre decía que Champa le recordaba a nuestro padre,sólo que sus ojos eran distintos. Imagino entonces que yo me parezco a ella y mis ojos son los de mi padre,porque los de ella y Champa eran iguales o eso creo...la verdad es que no recuerdo el rostro de esa mujer.Era una vida miserable. Sobrevivir a los caprichos del desierto no era algo fácil,pero prosperamos de algún modo. La comida era poca e insípida. Mi madre endulzaba la leche con algo semejante a la miel. Digamos que era miel. Pese a todo no tengo malos recuerdos de eso días o al menos no se me viene ninguno a la cabeza. Es que fue hace tanto,pero tanto tiempo que tal vez ocurrieron tragedias y mi memoria sólo recuerda las cosas,en su mayoría, buenas.
Era las cuatro de la mañana. La casa estaba a oscuras y la chimenea ardía. Era el fuego lo único que iluminaba la sala. Bills había hecho una pausa en su relato. Seguía sujeto al regazo de Mary sólo que ahora Padam, estaba hecho ovillo sobre su espalda. Su ronroneo era algo relajante,pero no más que la mano de la muchacha sobre su cabeza.
-¿qué sucede? ¿quieres dormir?-le pregunto ella.
Los ojos del dios estaban puestos en la fuego. Se quedó perdido en sus recuerdos fragmentado por los años y no encontraba más que trozos de su historia.Su memoria era como un rompecabezas borroso que intentaba con impaciencia armar
¿por qué decidío contar su historia a esa mujer? Fue una pregunta que le surgió mientras ordenaba los trozos de sus recuerdos.-no interrumpas-le respondío al rato.
Se movió un poco para frotar su rostro en el vientre de Mary. Quería inhalar su aroma para evocar ese otro.
"Mi madre siempre me regañaba por algún motivo. Era bastante travieso. Había un anciano que criaba gallinas (para que te hagas una idea digamos que eran gallinas) y solía meterme al corral sólo por el gusto de perseguirlas. Escapaban y luego me tocaba atraparlas a todas para devolverlas a su lugar.
Una vez un animal del desierto se comió unas y tuve que limpiar toda la choza del viejo en castigo.
Champa y yo pasábamos mucho tiempo juntos,eso hasta que él, hizo un amigo con el que podía jugar todas esas cosas aburridas que tanto le gustaban. Yo prefería dormir sobre ese viejo y seco árbol. Perseguir gallinas, espantar las ovejas o robar la miel o irme al desierto a atrapar escorpiónes y no recuerdo para que ¡ah si! Para asustar a Champa,claro que luego me acusaba con mi madre y entonces me castigaba,no poniendo miel en mi leche. Me daba igual yo, había robado miel y siempre tenía escondida por ahí un poco. A veces el idiota de Champa la encontraba,se la comía y yo no podía quejarme porque de hacerlo me descubrían..."Esa parte Bills la contó cómo si le acabará de suceder y el enfado se reflejo en su voz,algo que saco a Mary una risa como, gotas de una llave mal cerrada que luego se convirtió en un chorro.
-¡no te rías! ¡no es gracioso!-le reclamo Bills, levantando la cabeza para verla.
-lo siento-le dijo la muchacha, pero no podía dejar de reír.
-¿se puede saber que te hace tanta gracia? ¡Me costaba bastante robarme la miel para que luego viniera él y se la comiera!-exclamó Bills-y aún hace lo mismo cuando tiene la oportunidad! hace tiempo se comió la fruta que estaba en la cima de mi pastel de cumpleaños!
-¡apuesto a que sólo les dieron un pastel!-le dijo Mary y la mirada del díos le dijo que "si"-entonces era de ambos,no puedes molestarte porque sé comió la fruta que coronaba el pastel.
-¡pero era mío!
-supongo que de niño nunca tuviste alguno ¿verdad?
Bills la miro en silencio. Se levantó y logro permanecer de rodillas un momento.
-quiero dormir-le dijo el dios.
-esta bién,pero promete que me seguirás contando.
-si,si,si...
Mary le hizo una caricia en la mejilla y se fue a su habitación. A media mañana el dios destructor despertó después de haber tenido un sueño,en que su cama era invadida por escorpiónes. Fue al baño para lavarse el rostro. Podía estar de pie un minuto y sus manos eran algo más hábiles,lo que era un alivio porque ir al baño se había convertido en toda una odisea, pero por ningún motivo iba a solicitar la ayuda de alguien para eso,mucho menos la de la mujer. Hubiera preferido que le cortaran la cola a pasar por esa situación. Escuchó a Mary llegar y salió a ver qué traía de comer,
pero la muchacha le dijo que antes de desayunar debía bañarse a lo que él se negó.-llevas dos días con esa ropa ¡comenzarás a oler mal!-le respondío la muchacha.
Era un buen punto. A regañadientes volvió al baño y espero a que Mary entratara. Todo como de costumbre salvo por una cosa que no le quedó muy claro a ninguno. Ayudarlo a quitarse la parte superior de la ropa era algo que se le había hecho cotidiano a Mary,sin embargo,en esta oportunidad,la muchacha experimento una sensación que antes no había estado presente;un poco de pudor. Respiro profundo y continuo,pues no había nada de malo en lo que hacía. Aún así la situación era algo incómoda y Bills,no se lo facilitaba quejándose de lo fuerte que ella lo frotaba con el cepillo.
-¿qué te sucede,chica?-le pregunto Bills.
-lo siento...estaba algo distraída-le dijo la muchacha y continuo con lo que hacía,ahora con sutileza.
Le había comprado una bata a él y se la puso. Era aún más incómodo "vestirlo" si él estaba completamente erguido.Bills la miraba tranquilo.Seguía sin gustarle tener que depender de ella,para cosas como esa,pero se había familiarizado con esa rutina como con Mary, que lo hizo sentar en el borde de la bañera para secarle las orejas.
Mientras ella hacia eso recordó la historia del supremo kaiosama. Mary creció con una familia que no era la suya y que la había abandonado. Estaba sola en ese mundo. Sus amigas parecían llevarle más conflictos que gratos momentos y era algo confiada. Se hizo cargo de él,que era un ser extraño y bien podría haber sido peligroso.Y si en lugar de él en la caja hubiera estado Freezer ¿ella lo hubiera tratado igual? La miro a la cara y un "si" se dió como respuesta. Ahora que lo pensaba él tampoco había tenido las mejores ideas con ella, al principio,es más hasta pensó en sacar provecho de su situación. Ahora se sentía como un pervertido por haber tenido aquellas ideas.
-ya termine-le dijo la muchacha.
La espalda y las caderas le estaban empezando a doler por estar sentado en esa posición, pero quería estar así un poco más. Intento cerrar sus manos sobre las muñecas de ella para llevar esas manos pálidas hacia su rostro y envolverlo en ellas
mas no lo logró.-¿qué sucede?-le pregunto Mary.
-vendrias...
Sus agudos sentidos lograron advertirle y tomando a la muchacha por la cintura se hecho hacia atrás. Ambos cayeron en la tina y un dardo quedó incrustado en el muro. Un segundo proyectil entró por la ventana,como el primero,y fue a dar en la espalda el dios que dio un ligero gruñido antes de desplomarse sobre Mary.
-asi que la mujer le importa. Tantos años para arruinarte Bills y por fin te encuentro un punto débil-dijo el hombre encapuchado que guardo su servatana.
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Eres mi mascota
FanfictionBills despierta en el interior de una caja,sin poder pararse en sus dos piernas y maullando en lugar de hablar ¿qué le sucedió? Habrá que averiguarlo.