Era un niño muy pequeño en brazos de su madre que corría por un campo llamando a Champa. Sentía el calor de su pecho, las húmedas lágrimas que caían por el rostro de esa mujer y su angustia llamando a su otro hijo. Él se aferraba a ella. Se sujetaba con tanta fuerza como si fuera a caer en un abismo si se hubiera llegado a soltarse. Gritos, humo y oscuridad había a su alrededor.
Despertó sintiendo la tibieza de su madre y eso fue algo que lo descoloco. Bills no había pensado en su infancia hace mucho y menos en su vida mortal. No desde que se volvió un dios ¿Por qué lo hacía ahora? ¿Era por causa de ese estado tan básico o por esa muchacha? Se quedó recostado en aquella cama un momento, hasta que su estómago le reclamó algo de comer y salió hacia la cocina.Era media mañana y la muchacha aún no estaba levantada. Se asomó en su cuarto porque la puerta estaba abierta y la vio en su cama abrazada a una almohada. La hubiera llamada por su nombre de poder hacerlo, pero él, solo maullaba y tampoco sabia como se llamaba. Ella no le había dicho su nombre ¿Por qué se lo diría a una "mascota"? Brinco sobre la cama para despertarla, pero una vez allí su atención fue robada por otra cosa.
Llevaba una camiseta sin mangas y un pantalón de dormir bastante corto, su pierna desnuda, por encima de la manta, le enseñó una piel blanca y lozana por lo mismo los hematomas en su muslo resaltaban bastante. Se le quedó mirando con atención. Había visto esas marcas el día anterior, pero no les prestó atención como lo hacía ahora. Su experiencia en combate le revelo unas cuantas cosas. En una pelea, cuerpo a cuerpo, es muy poco probable que alguien reciba golpes en los muslos a ese nivel, con suerte uno que otro y para eso la víctima tendría que estar recostada e indefensa. Además las marcas estaban solo en esa zona, una parte del cuerpo fácil de ocultar y donde el daño no es mortal; en pocas palabras ese tipo de agresiones eran comunes en cierto tipo de personas.
Bills la contempló con gravedad y pasó el dorso de su mano sobre aquellas marcas amarillentas, indicios de que eran golpes anteriores a su llegada. La muchacha se agitó en sueños, pero no despertó y él no quiso volver a intentarlo. Miró el piso y allí estaba esa falda con textura que lo invitaba a desgarrarla. No se aguanto, saltó sobre ella y la volvió girones. Con sus maullidos de gusto logró separar a Mary de los brazos de Morfeo, justo cuando Padam entraba en la habitación. En vista de lo que le hizo a la prenda y no teniendo en estima al gato, lo tomo con la boca y lo dejo sobre los trozos de tela que fueron la falda y se escabullo a la sala.
Era tonto imaginar que Mary, iba a responsabilizar a Padam de esa calamidad y después de un pequeño gritó de enojo salió a buscar a Bills, que estaba sentado en la sala acicalandose.
-¿Por qué hiciste esto?- le preguntó mostrándole los pesados de su falda.
No sé de que me estás hablando
-¡No finjas que no sabes de qué estoy hablando! ¡Padam no pudo hacer algo así!
Bills no se dió por aludido y con un ojo abierto y otro cerrado la vio ir a su habitación, para volver con una lima de uñas.. Adivinando las intenciones de la muchacha, Bills saltó sobre el respaldo del sillón que había cubierto con la manta.
¡No te metas con mis garras!
-Voy a limarte esas garras para que no vuelvas a desbatar nada.
Eso si me atrapas,chica.
Saltó del sillón y al hacerlo tiró la manta que ocultaba lo que le había hecho a aquel mueble y eso fue todo para él. Ni medio minuto le tomó a la muchacha lanzarse sobre él e inmovilizarlo, para sorpresa del propio dios. Mary lo envolvió entre sus piernas desde atrás y no solo eso, sino que con sus brazos sujeto los de él, de tal forma que le impedía realizar cualquier maniobra de escape. Esos movimientos no podrían ser realizado por cualquiera, era claro que ella tenía algún conocimiento de lucha.
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Eres mi mascota
FanfictionBills despierta en el interior de una caja,sin poder pararse en sus dos piernas y maullando en lugar de hablar ¿qué le sucedió? Habrá que averiguarlo.