-¿Y dónde está el pequeño?-le pregunto Ana.-Le gusta esconderse- respondió la muchacha cerrando la puerta.
-Llámalo, quiero verlo.
-Él no viene cuando lo llamas. Es bastante huraño y caprichoso- le dijo Mary.
-Los gatos son así. Le tomará tiempo adaptarse a ti y que tú te adapte a él también- le dijo Ana.
-¿Adaptarme a él? -repitio Mary como para reflexionar.
Ana miraba por ahí buscando al animalito mientras Mary, se preguntaba si debía contarles a sus amigas o no la verdad de su nueva mascota.
-¿Cómo se llama?- le preguntó Celena haciéndole unas caricias a Padam.
-¿Quién?- preguntó Mary, vigilando a Ana que justo abría el armario.
-Al gato
-Ah, Se llama Bills- respondió un poco inquieta pues Ana, seguía curioseando por la casa- ¿Quieres comer algo? Tengo pastel y terminé las letras de las canciones.
Con esas palabras se ganó la atención de sus amigas, que fueron a la cocina para probar los pasteles junto con una taza se café.
Las tres tenían una banda de música. Mary era la guitarrista, corista y quien escribía las letras se las canciones. Ana las musicalizaba y era la vocalista, también tocaba el chelo y el teclado (dependía de que interpretarán ) Celena era la baterista y también tocaba el saxofón. Está última había conseguido una prueba en uno de los bares del centro de la ciudad. Si el dueño las aprobaba tendrían un trabajo bien remunerado y solo debían presentarse tres noches a la semana. Algo que las favorecía bastante. Discutían ese tema cuando un estruendo en la habitación de Mary se ganó su atención.
-¿Qué fue eso?-preguntó Celena.
-Debio ser Padam o Bills- respondió Mary, restándole importancia-¿A dónde vas?
Ana no respondío, pero era obvio que ella quería ver a Bills. Se asomó en la habitación de su amiga encontrando la ventana abierta y la lámpara sobre la mesa de noche tirada. Saco la cabeza por la ventana para dar un vistazo viendo un contenedor de basura abajo, en el callejón.
Después de eso volvieron a la cocina y se despidieron recordándole, a Mary, que debía prepararse para la presentación el sábado. Mary sintió alivio de que se fueran, pues habia concluido no contarles de Bills, al menos no pronto.Fue a buscarlo al pequeño cuarto donde dormía su insólita mascotas, pero no lo encontró allí y comenzó a llamarlo. Un sonido en su cuarto la hizo ir a ver y se encontró con el dios entrando por la ventana.
Estaba sucio y olía horrible. Fue obvio que se había ocultado en la basura.-¡Apestas!-le dijo Mary- Tendrás que bañarte.
No otra vez
¿Qué opción tenía? Cuando ese muchacha entró en la habitación, después que por accidente tirará la lámpara, lo único que se le ocurrió fue tirarse por la ventana al callejón para no ser visto. Claro está no fue la mejor de las ideas.
La tina se llenaba con agua y él, la miraba con desánimo. El púrpura de su rostro había dado pasó al escarlata. No es que fuera tímido o algo por el estilo, menos si de presumir ciertas partes de su anatomía se trataba, en especial ante una mujer. El problema es que esta situación escapaba por entero a su control y entre las muchas cosas que Bills, no soportaba estaban que invadieran su espacio personal y no tener el control de la situación. No era un controlador, era demasiado holgazán para algo así, pero le gustaba ejercer dominio sobre la situación y era evidente que no lo tenía en ese momento. Se sentía transgredido, mas había pasado por eso una vez y al menos la chica respetaba los límites.
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Eres mi mascota
FanfictionBills despierta en el interior de una caja,sin poder pararse en sus dos piernas y maullando en lugar de hablar ¿qué le sucedió? Habrá que averiguarlo.