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—¡Lucas! —sonríe al ver a su mejor amigo— entra.

—Gracias —sonríe entrando a la casa y encontrándose con Erick— buenas tardes señor.

—Buena tardes Lucas, siéntete como en tu casa.

—Gracias.

—Vamos a la habitación —agarra la mano de su amigo, jalándolo al segundo piso— adiós papi.

—Dentro de un rato subo con la chanchita, no me hagan desorden —Erick camina a la cocina con el fin de prepararle a su niño lo que tanto quiere.

Con Christopher

—¡Layla! ¡Baja de inmediato! —grita un poco molesto.

Layla bajaba despacio y con miedo, sabia muy bien lo que había hecho, pero no quería que su papi la regañara. 

—Si papi —asoma su cabeza en el marco de la puerta.

—Ven aquí señorita —señala.

La pequeña niña se acercaba al mayor con la mirada clavada en el piso y cuando estuvo  frente a él levanta la mirada, mostrando una sonrisa nerviosa.

—No crees que te salvas por esa sonrisa eh.

—Uhm..

—Dime por que lo hiciste —se cruza de brazos esperando la respuesta de su hija pero al darse cuenta que no quiere responder se arrodilla frente a ella —pequeña...

—Lo siento papi, solo quería prepararte algo especial, pero al final termine haciendo todo mal y ocasione un desastre.

—Mi vida, sabes muy bien que aun eres pequeña para hacer ese tipo de cosas y peor aun que no puedes alcanzar algunas cosas, pero si quiere yo puedo enseñarte —sonríe, ganándose el abrazo de su hija.

—Si quiero, enséñame.

—Bien, pero primero tenemos que limpiar este desastre.

—Traeré la escoba.



Al día siguiente

Erick se encontraba levantando a los dos niños para llevarlos a la escuela.

—Vamos niños, levántense que llegaran tarde.

—5 minutos mas —susurraba Dylan tapándose con su frazada.

—Les dije que no se quedaran hasta tarde y lo digo mas por ti Dylan —decía molesto mientras lo destapaba y empezaba a cambiarlo— Lucas ya se levanto y tu nada, tengo que estar cambiándote.

Una vez que termino de cambiarlo se fueron a la escuela en el auto de Erick.

—¡Dylan, levántate ya!

—¡Ya me levanté! —grita enojado.

—Ya llegamos y es hora de que bajes, Lucas ya se adelanto.

—Por que no me avisaste —baja rápido del auto y sale corriendo hacia su salón.

Erick solo niega con la cabeza mientras sale rumbo a su trabajo.

—¡Oye Lucas! ¿por qué no me esperaste?

—Estabas durmiendo que quieres que haga.

—Como sea entremos al salón.

—Hola chicos —se acerca con una sonrisa Layla.

—Hola linda —se acerca coqueto Efraín.

—A ti quien te llamo —gruñe Dylan.

—Por que te enojas bebito —dice Marco, hermano de Efraín.

—Ustedes son insoportables, ya lárguense —Dylan empuja a Marco con el fin de que se vaya, pero en ese momento entra un rizado.

—¿Qué sucede aquí? —pregunta, mirando a los niños.

—¿Quién es usted? 

—Soy su nuevo profesor y ahora por favor siéntense que no quiero hacerle un reporte en su primer día.

Dylan y Marco se fueron a sentar, aun mirándose con odio. Ellos dos antes eran amigos, pero su amistad se arruino por un beso que nunca debió suceder.

—Bueno chicos, me presento, soy Joel Pimentel su nuevo profesor de ingles y como verán no me gusta el desorden.

Todo el mundo asintió con resignación.

—Este profesor es aburrido —susurra Dylan para si mismo, pero Marco logra escucharlo.

—Profesor, Dylan dice que usted es aburrido —Marco se levanta con una sonrisa mientras señala al rizado.

—¿Dylan? —mira al niño el cual portaba al igual que él una bandana. Sintió una opresión en su interior y sonríe, algo en ese niño le transmite paz y tiene la intención de hacerse cercano con él— antes de recreo quiero que te quedes un momento conmigo.

—P-Pero —quiere llorar, tiene miedo que llamen a su papá ya que este armaría un escándalo.    

—No tengas miedo, solo quiero que hablemos —sonríe, esos ojitos verdes le recuerdan mucho a Erick y por eso no le gustaría verlo llorar.

Dylan asiente.

•••

—Jessica mira esta foto —señala la pantalla de la computadora.

—Es Erick —dice enojada— ese estúpido está viviendo aquí.

—Si y parece que ese niño de ahí es su hijo —señala el pequeño rizado al lado del ojiverde.

—Y pensar que ese hijo pudo haber sido mío, Joel hubiera estado feliz.

—Me lo imagino, pero mira que tenemos aquí, es Christopher junto a su mocosa esa.

—Ahora que conocemos mas estos lugares, podemos meternos al colegio donde estudian sus hijos.

—Bueno idea, averigüemos en que colegio van y una vez que lo hallemos ellos se arrepentirán de haber aparecido en la vida de Zabdiel y Joel —sonríe con malicia Gwen.

—Y después nos vengaremos de Zabdiel y Joel.

—Si, pero primero vamos con los que se metieron y su única debilidad son sus adorables hijos —ríe, ambas habían estado planeando su venganza por años, hace 5 años que están en la ciudad ya que anteriormente solo se enfocaban en su cuerpo y en hallar la forma de volver a la normalidad, pero lamentablemente no lo consiguieron y ahora solo buscan matar a esos dos que les robaron a su pareja y que le quitaron la oportunidad de formar una familia con ellos.

Mi Origen |Chrisdiel|Joerick| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora