Mi Origen |Chrisdiel|Joerick| Terminada

11

—Estaba preocupado por ti mi amor —susurra el castaño, abrazando con fuerzas a su pequeña.

—Lo siento papi, te estabas demorando mucho y una profesora me invitó a caminar por ahí.

—Me hiciste dar un gran susto.

—Lo siento.

Zabdiel solo los miraba, por fin había encontrado a su hija y a Christopher, solo falta que se reconcilien y poder tener la familia que tanto quiso, aunque tiene pensado ampliar mas su manada.

—¿Profesor? —Layla lo mira y le sonríe, nunca va olvidar la cara de la persona que lo ayudó.

—Mi amor, creo que es mejor irnos —se levanta y agarra a la niña, para empezar a caminar junto a ella.

—Espera Christopher —Zabdiel lo toma de la cintura, acercándolo a su cuerpo.

Layla mira como su profesor abraza a su papá.

—¿Porqué abrazas a mi papá? —pregunta confundida.

—No es nada amor —sonríe nerviosos el castaño— puedes ir a comprarme un agua por favor —le entrega el dinero.

—Si, vuelvo enseguida —sale corriendo.

Cuando la niña desaparece, Christopher empuja con fuerza al rubio.

—¿Qué sucede contigo? —mira molesto al chico— que haces aquí, ¿acaso estas espiándome o qué?

—Claro que no —se acerca al chico, pero este retrocedía— coincidí por casualidad contigo y no sabes cuanto me alegra esto.

—No quiero verte —desvía la mirada al sentir su cuerpo chocar en la pared.

Siente los brazos del mas alto rodear su cintura, apegándolo a su pecho.

—No sabes cuanto sufrí ese día al verte salir corriendo con mi hija, te busqué por todos lados pensando en mi hija, quería verla crecer —susurra con la voz entrecortada— era mi primer hijo y no sabes la ilusión que tuve al verte con ella ese día, pero terminaste huyendo, dejándome destrozado.

Mientras hablaba, tocaba y acariciaba los labios  del castaño, hace mucho que no prueba sus labios y tiene ansias de hacerlo.

—Ahora que te tengo nuevamente, no dejaré que te alejes de mí, no los dejaré —susurra, acercando su rostro a la del castaño.

—Zabdiel, por favor.

—Nada de por favor, no me pidas que te deje ir cuando acabo de encontrarte, quiero a mi hija conmigo.

—Pero... —fue callado por los labios del mas alto.

El beso se tornaba mas intenso, sacando uno que otros suspiros por parte de Christopher. Su polera era levantada y sentía como las manos del lobo acariciar sus pezones.

Nunca imaginó volverse a encontrar con el padre de su hija y lo peor de todo es que Zabdiel no lo dejaría en paz, le asusta pensar en que su pequeña lo odie, porque sabe que la verdad siempre sale y le aterra mucho eso.

—Papi ¿Qué haces besando a mi profesor? —pregunta la niña, mirando sorprendida a los dos mayores— ¿acaso no extrañas a papá?

Christopher no sabe que decir al respecto, como le diría que su profesor es su padre y que él lo alejó de su  lado.

—¿Papi?