5

2.3K 249 34
                                    

—No quiero ir —renegaba la pequeña niña.

—Tienes que estudiar Layla.

—No me gusta la Educación Física.

—Pero igual tienes que hacerlo, ademas solo serán unas horas —Christopher trataba de convencerla.

—¡No!

—Layla... si no vas a la escuela, no te comprare la muñeca que quieres.

—No —lo mira con suplica— yo la quiero.

—Entonces vamos a la escuela —agarra su mano.

—Malo —dice al ser jalada y subida al auto.

El castaño solo ríe, su hija era muy tierna, pero eso no quitaba que también era muy escandalosa.


Con Richard

—Que linda estas mi princesa.

—Si papá, ya vamos —mira entusiasmada a sus tíos— apúrense.

En el transcurso, Joel solo pensaba en aquel niño que lo había tocado de alumno, ese era su hijo, lo sentía. Estaba tan sumido en sus pensamientos que ni cuenta se dio que ya habían llegado a la escuela.

—¡Joel! —gritan los dos mayores, causando que de un brinco del susto.

—¡Que! —grita asustado.

—Ya llegamos tío —reía la pequeña morena, sus tíos junto a su papá era para matarse de risa.

—Si, si —sale del auto.

Mientras caminaban a sus respectivos salones, Joel a lo lejos observa a Dylan, una sonrisa se le forma en el rostro.

—Apura Layla —Dylan la venia jalando del brazo.

—¡Dylan me estas lastimando! —grita y lo empuja.

Joel abre la boca sorprendido, el niño había sido aventado con una gran fuerza que claramente lo sorprendió.

Como una pequeña niña puede tener tanta fuerza.

—¡D-Dylan! —la niña se acerca preocupada a su amigo— l-lo siento yo no se que pa..

—D-Descuida —sonríe con dificultad y se levanta— creo que me rompiste la cabeza.

—E-Enserio —lagrimas en sus ojos se hacen presentes.

El pequeño niño lo nota y trata de calmarla, diciéndole que era una broma y que no había pasado nada con su cabeza, aunque eso si le sorprendió, pues pensaba que por lo menos iba a salir sangre.

—Ya no seas llorona y vamos al salón —la abraza.

—Eso si que es sorprendente y a la vez sospechoso —susurra el lobo, mirando a los dos niños alejarse.

Las clases transcurrieron con tranquilidad, hasta el recreo.

Dylan había ido a jugar con Lucas, dejando a Layla sola en el comedor.

—¡Layla! —se acercan dos chicas con una enorme sonrisa.

—Que hacen aquí —sabia que ellas venían por algo, porque sino ni la notan.

—¿Dylan? —pregunta una de ellas.

Ya sabia que no la buscaban a ella, sino a su amigo.

—Se fue.

—¿A donde?

—No lo se Priscilla —se estaba hartando— y si solo para eso han venido les digo que se retiren porque Dylan no esta conmigo.

—Si no lo sabes, mi papi es el dueño de la escuela y te puede echar de aquí.

—Vete.

Priscilla enojada, agarra el jugo que tenia y se lo tira en toda su ropa.

—Eso es para que me hables bonito.

Layla sale corriendo y llorando, todos de ahí se están burlando de ella.

Zabdiel, que pasaba por ahí la nota.

Se acerca a ella.

—¿Qué paso princesa? —pregunta, agachándose a su altura.

—N-Nada, solo me ensucié —tiene miedo decirle la verdad, ya que pueden echarla del colegio.

Zabdiel al verla sintió una pequeña conexión, solo podía pensar en una cosa.

Y esa era, su hija.

—Vamos a limpiarte —le agarra su mano y la levanta con cuidado.




—Acá es —Gwen sonríe, mirando el gran colegio.

—Fase 1 casi completa, solo debemos entrar de trabajadoras.

—Creo que seria de limpieza.

—¿Porqué no de profesoras? —pregunta Jessica.

—No, de limpieza es más fácil.

—No lo creo.

—Ya cállate, ahora lo único que tenemos que hacer al entrar es ganarnos sus confianza.

—Y cuando lo hagamos les diremos la "verdad" —ríe escandalosamente.

—Claro que si, mi "bebé" creerá en mi —Gwen amaba el plan, ya todo estaba listo y solo falta ponerlo en practica.

Mi Origen |Chrisdiel|Joerick| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora