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—E-Erick —Joel se levanta de su asiento y se acerca con rapidez al ojiverde— no sabes cuanto te estuve buscando.

—Dylan vámonos —agarra del brazo a su hijo para empezar a jalarlo.

—Mamá, ¿tú conoces al profesor? —pregunta el pequeño niño confundido— ¿es tu amigo?

—Yo no lo conozco y avanza hacia la puerta que  no estoy de ánimos.

—Dylan —sonríe.

—¿Le sucede algo profesor?

—Tú eres mi... —antes de que hablará, Erick empuja a su hijo fuera del salón y cerrando la puerta, quedándose los dos solos— que te pasa Erick.

—Es mi hijo y no es tuyo.

—Soy su padre también y tengo derecho.

—No tienes derecho a nada —se voltea para salir, pero siente el cuerpo del lobo encima— aléjate Joel.

—No sabes cuanto tiempo esperé para poder encontrarte, cuantas veces soñé tenerte en mis brazos nuevamente y aun mas con nuestro pequeño cachorro, deseaba verlo crecer, escuchar sus primeras palabras y sobre todo verlo convertirse en lobo.

—Él no se convierte en lobo.

—De bebé lo habrá hecho.

—Lo hizo unas cuantas veces, pero ahora no y mas, no sabe que su padre es un lobo.

—¿Nunca le hablaste de mí?

—¿Porqué lo haría? —lo aleja y lo mira— si después de todo tú fuiste quien decidió estar con tu supuesta esposa, la preferiste a ella y no importó el bebé que esperaba y encima me gritaste por eso sin siquiera saber que yo tampoco lo sabia.

—Escapaste de mi lado.

—Lo hice por el bien de los dos —se cruza de brazos, evitando su mirada— ese día que fui a presentarte a Dylan, tú estabas con una chica y sabes, me arrepentí de haberte mostrado a mi hijo.

—Es mío también —pasa sus manos por la pequeña cintura del azabache y lo acerca a su cuerpo, apegándolo— es mi hijo y tiene que saberlo.

—No —coloca sus manos en el pecho del rizado, alejándose un poco para mirarlo— no puedes decirle así por así que eres su padre, tienes que ir con calma.

—Entonces estás de acuerdo con estar a su lado —susurra en su oreja, dándole una ligera mordida, sacándole un jadeo del mas bajo— no sabes cuanto deseaba esta sensación, tenerte en mis brazos y escucharte gemir mi nombre.

—Basta Joel —susurra, siente su cuerpo temblar ante las caricias que le proporcionaba el lobo— tu hijo puede oírnos.

—Nuestro hijo, bebé.

—N-Nuestro hijo ¡ah! —se cubre la boca sonrojado, mira al lobo y le dedica una mirada rabiosa, sin quitarle el color rojizo de sus mejillas.

Joel sonríe al verlo así, su cuerpo tan dispuesto a ser tocado por él. Introduce sus manos en el interior del polo del chico, levantándolo y dejando a la vista sus endurecidos pezones.

—Admite que me extrañaste —susurra— extrañabas como te tocaba, como te hacia gemir y por más que pedías que parara yo no lo hacia, llorabas de placer por la deliciosa  sensación que causaba en ti.

—J-Joel basta no —por mas que quiere alejarlo de su cuerpo, sus manos no reaccionaban y sabia que si no hacia algo, las cosas iban a terminar mal— tu hijo debe estar escuchándonos.

—Dylan debe haber salido —sonríe, y acerca su boca a los pezones del azabache, chupándolos, succionándolos y mordiéndolos— sigues siendo delicioso bebé.

Con Dylan

—No puede creer que papá me haya sacado de esa manera —suspira, caminado por los pasillos de la escuela— y lo peor de todo es que estoy solo.

—No lo creo.

Dylan al oír la voz voltea de inmediato, encontrándose con la maestra de hace un rato.

—Maestra —saluda el chico— pensé que ya se había ido.

—Pues me había ido, pero regrese por unos papeles.

—Oh.

—¿Y tú que haces aquí solito?

—Mi mamá se quedó hablando con mi profe.

—¿Tu mamá? —si bien sabia que Erick había tenido a Dylan, no explicaba el hecho de que tuviera pareja.

—Así le digo a mi papá Erick, le digo mamá porque para mi es el  único que me cuidó.

—¿Y tu mamá?

—Él es mi mamá y mi otro papá, pues no se, mi mamá nunca me dijo nada de él —susurra.

—Oh cariño —se coloco a su altura y le abre los brazos, Dylan los ve y se acerca para abrazarla— todo va estar bien, tu mami te quiere mucho.

—Lo sé, él siempre me cuida y aunque soy un poco travieso me ama.

Jessica escucha cada palabra que decía el pequeño niño, hasta ahora el plan va funcionando muy bien ya que esos niños eran muy ingenuos y cualquier cosa que digan, ellos le creeran.

Mi Origen |Chrisdiel|Joerick| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora