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A la mañana siguiente los dos mayores se levantan y se dirigen a la habitación del pequeño Dylan, ya estaban decididos en contar la completa verdad, no querían que otras personas les cuenten cosas que no son ciertas y mucho menos que dude de que Erick es su padre.

Abren con cuidado y notan al menor durmiendo.

—Tengo miedo —susurra el ojiverde.

—Todo va estar bien.

Se sientan en la cama y empiezan a moverlo para que se levante.

—¿Que pasa? —susurra adormilado y con los ojos semi abiertos.

—Tenemos que hablar.

—¿De? —vuelve a acomodarse en la cama para volver a dormir.

Dylan —Joel utiliza su voz, ocasionado que su menor hijo abra los ojos de una manera rápida y se le quite el sueño.

Erick mira sorprendido al rizado, no sabe como lo hizo, pero está agradecido.

—¿De que quieren hablar?

—Mira hijo yo..

—¡La escuela! —se levanta con rapidez, pero es jalado por el lobo y con cierta fuerza lo obliga a sentarse— ¡oye!

Un gruñido se escucha en la habitación, causando en Dylan un pequeño escalofrío.

—Siéntate que tenemos que hablar.

Este obedece sin problema, mirando con duda al ojiverde.

—Ya se quien te ha estado metiendo esas cosas en la cabeza.

—¿Qué cosas?

—No me mientas Dylan, se muy bien que has estado hablado con una persona desconocida.

—No es desconocida —cruza sus brazos— ella me conoce bien.

—Y crees que porque te conoce bien no es desconocida.

—No, además tú nunca me contaste que podía convertirme en lobo y ella si me lo dijo y aunque no creía le hice caso —mira con enojo a su padre— al igual que él —señala— nunca me dijiste que era papá.

—Hijo escúchame por favor.

—¡No! Tú nunca me dijiste la verdad, ¡viví engañado toda mi vida y creyendo que mi papá no me quería y tú nunca me dijiste la verdad!

Erick baja la mirada sintiéndose culpable, era verdad lo que decía su hijo, él nunca se atrevió a contarle nada e incluso trató de ocultar su origen y de donde provenía.

—Dylan, Erick hizo todo eso para protegerte.

—¡No!

—Si, él sufrió mucho  —baja la mirada— incluso yo iba a cometer una locura.

—¡Erick no es mi papá! ¡Jessica, ella me dijo que tú me robaste! ¡ella es mi mamá no tú!

—No hijo, eso no es verdad.

—¡Eres malo! ¡te odio!

Una fuerte cachetada se escucha en la habitación.

Dylan agarra su mejilla y mira a Erick con ligeras lágrimas en sus ojos, le duele mucho.

—Hijo..

—Basta Erick —lo agarra del brazo y lo jala— Dylan tiene que aprender a respetar.

—Pero Joel es un niño.

—Nada de niño, él tiene que aprender a escuchar, ya que gracias a él, estás aquí —mira a su hijo— ahora, esa Jessica de la que tanto dices querer y que  llamas mamá trató de matarte, Erick era un veterinario que fue a una excursión e investigación, yo era un lobo que los odiaba a muerte porque algunos mataban a los animales y mi me mataron a mi loba y por eso quería matarlos a todos, pero con el paso del tiempo me di cuenta que Erick era diferente, era muy cariñoso con los animales y nunca trataba mal a ninguno ni aunque fueran salvajes.

El menor escuchaba todo lo que Joel decía, eso nunca se lo habían contado.

—Luego de eso mi loba reapareció de la nada, pero para ese entonces yo estaba con Erick —se sonroja al imaginar en que situación los encontró su ex-pareja— pero ella diferente, no era la misma, incluso cuando me enteré que tu padre estaba esperando un hijo mío, quería llevármelo lejos de él y formar contigo una familia junto a mi loba el cual se llamaba Jessica.

—Por eso papá se fue —susurra.

—Exacto, todavía recuerdo como el bus llegó y el se fue ahí, más cuando regresó para que te conozca, yo estaba con otra chica..—baja la mirada— en ese momento cuando lo vi, sabía que mis sentimientos por él no se  habían ido y por eso decidí buscarlo.

—Pero Jessica..

—Ella no es nada tuyo, no se que cosa han hecho para que reviva, pero sus pensamientos son perversos, solo buscaba de ti un acercamiento para llevarte lejos de nosotros.

El menor mira a sus padres, sus pequeñas lágrimas igual caían de sus ojos y no por la cachetada, sino por haberle hecho sentir mal a su padre.

—Yo..

—Ven aquí.

Un fuerte abrazo es lo que se dan los tres, dos de ellos llorando y uno tratando de aguantar.

—La escuela..

—No irás por hoy.

—¡Bien!

Todos ríen y bajan a desayunar.

Todo estaba perfecto entre ellos.

El celular de Erick suena y contesta.

—¿Diga?

Erick, de casualidad mi hija está en tu casa

—No, Dylan no ha ido al colegio ¿sucede algo?

Mi hija no está, la acabo de dejar hace unas horas y me han llamado de que no ha entrado a clases —solloza

En eso Erick deja caer su celular, Gwen y Jessica se habían llevado a la niña.

¡Erick!

Mi Origen |Chrisdiel|Joerick| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora