Imagina 93

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El timbre sonó indicando el final de las clases, sonreí emocionada y rápidamente guardé mis cosas en la mochila para dirigirme a la puerta, caminé el gran pasillo donde me encontré a mi novio cerrando su casillero, una sonrisa se dibujó en mi rostro y me acerqué a él, toqué su hombro con felicidad, él volteó confundido pero al mirarme se alegró

—Hola corazón —saludé sonriente para inmediatamente darle un pico en los labios y abrazarlo.

—Hola mi vida —respondió con una sonrisa aquel beso y abrazo.

—¿Ya te vas? —pregunté curiosa, el asintió. —Vamos, te acompaño

Tom volvió a asentir, yo sonreí y tomé la mano de mi novio, fue así que caminamos por las lindas calles de la escuela para dirigirnos hacia la casa de Tom

—Se que es pasado mañana... pero, ¿te gustaría que hiciéramos algo por san Valentín? —pregunté un poco nerviosa, iba a ser nuestro primer san Valentín juntos y eso me emocionaba mucho.

—Lo siento ____, pero saldré de viaje con mis padres este fin de semana —respondió serio deteniéndose un poco y mirándome.

—Ya veo, entiendo —respondí con evidente tristeza.

—Pero hey, no te preocupes mi vida ¿por qué no festejamos el próximo lunes? —respondió tratando de animarme, yo asentí con una sonrisa.

Tom me dio un beso en la frente y seguimos caminando, justo a la esquina antes de llegar a su casa se detuvo.

—Gracias por acompañarme —sonrió dándome un beso en mi mano.

Cierto, no podía acompañarlo hasta su casa pues aún no me presentaba a sus padres como su novia y quería que no nos vieran antes, aquello a decir verdad me afectaba mucho pero no quería decirle nada para que nuestra relación no se afectara. Asentí y me despedí de él con un abrazo, al mirarlo que entró a casa me di la vuelta y caminé hacia la parada del camión y así dirigirme a mi casa.

Para mi siempre eran importantes las fechas como navidad, san Valentín, aniversarios y mi cumpleaños, aunque para él eran fechas sin importancia para mi eran lo contrario, cosa que ambos habíamos hablado, así que con mucho entusiasmo decidí que le regalaría un detalle hecho por mi misma el día que nos viéramos para festejar dicha fecha, pues el que se fuera me daría tiempo de realizarlo.

Me bajé unas cuadras antes para comprar todos los materiales para su regalo, pasé a la tienda y compré sus chocolates favoritos, me sentía con mucho entusiasmo y alegría que no lo podía evitar.

[...]

Pasó el fin de semana, y finalmente había llegado tan esperado día. Miré el hermoso tulipán azul con sus chocolates favoritos en un papel de corazones y decidí agregar una tarjeta con un corazón con sus colores favoritos agregando uno de los míos, se lo daria regresando de nuestra cita. Mientras terminaba de alistarme y darme los últimos detalles del maquillaje, vi un mensaje que decía "Ya llegué" sentí un cosquilleo en mi estómago, así que emocionada, bajé las escaleras de mi habitación y abrí la puerta encontrándome a Tom, bien arreglado mirándome con una mano oculta, me sentí nerviosa ¿qué estará ocultando? Sonreí evidentemente nerviosa y el me sonrío también

—Que linda te ves —habló con una sonrisa antes de darme un pico en los labios.

—Gracias —respondí nerviosa, el expandió sus brazos para darme un abrazo, fue ahí que caí en cuenta que sus manos realmente estaban vacías.

No se por qué, pero aquello lo había sentido como balde de agua fría, como si me sacaran el corazón y me lo hubieran apachurrado, asentí con tristeza y tomé su mano para caminar a la cafetería que había decidido Tom, sería nuestra cita. El lugar a mi me daba igual, la simple compañía de Tom me hacía feliz, pero el hecho de que esperar que el llegará con un detalle para mi, con un ramo de flores y decirme "feliz san Valentín" me llenaba de alegría el alma, pero no pasó, quizás el haber creado expectativas fue lo que me está causando este dolor.

Durante todo el camino, iba pensando en mi sentimientos y en aquello ¿entonces yo no le doy tampoco su flor que hice con tanto cariño? No, si debía, debía valer la pena esas horas y quemadas que me pasé haciéndola

—¿Amor? ¿Amor? —habló Tom moviendo mi mano.

—¿Mande? —respondí confundida tratando de ahuyentar mis pensamientos.

—Te noto muy pensativa ¿está todo bien? —preguntó preocupado.

—Si todo bien —respondí tratando de sonar normal y ocultando mis verdaderos sentimientos.

—No lo creo, te noto muy distinta —respondió no tan convencido. —Te conozco de varios años, tú no eres así, normalmente estás muy alegre y platicando de cualquier cosa random

—Bueno, si tengo algo pero te contaré después ¿ok? Creo que no es el momento —susurré mirándolo, el asintió no tan convencido.

Fue así que continuamos nuestro camino hacia la cafetería, al llegar nos sentamos en el lugar más cómodo que encontramos, nos sentamos y ordenamos, entre plática y agradables postres disfrutamos nuestra cita, la música era romántica aunque a veces había canciones que me ponían triste, Tom me miraba dándose cuenta y cambiando de tema a alguno gracioso. Antes de irnos, miré a una chica que llegó con un ramo hermoso de flores, inevitablemente lo miré con tristeza

Al llegar a casa, entré por la flor y salí con ella, aún pesaba en sí regalársela o no, al final decidí por hacerlo, con ojos cristalizados, salí y le entregué su flor

—Feliz San Valentín —susurré con tristeza entregándole la flor.

—Ay no —respondió con voz preocupada. —Discúlpame, soy un tonto —dijo ahora con tristeza, yo solo negué y dejé caer mis lágrimas, él inmediatamente me abrazó.

Yo no lo pude evitar y finalmente dejé libre aquel sentimiento, comencé a sollozar en sus brazos, el acariciaba mi espalda y no paraba de repetir "perdóname" "perdón"

—Perdóname ____, lo olvidé completamente —susurró en el abrazo. —Soy un tonto que no te merece... no tengo excusa

—Tu sabes lo importante que es para mi estas fechas, me siento triste y decepcionada contigo —respondí entre sollozos sin voltear a verlo, me sentía completamente mal

—Lo siento ___ de verdad —susurró triste, yo no respondía nada y simplemente seguía llorando.

—Te prometo que lo voy a recompensar ¿está bien? —dijo tomando mi rostro y levantándolo para así mirarlo a los ojos, yo solo asentí.

Continué llorando, el seguía consolándome pero ya nada lo podría reponer, mi corazón ya estaba roto de cierta forma. El hecho de que lo olvidara, hablaba muchísimo, simplemente no le importaba lo suficiente, no me quería lo suficiente. Fue así, que mi corazón se había roto, en un San Valentín

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⏰ Última actualización: Feb 21 ⏰

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