Los primeros minutos caminando hacia la casa de Cris, fueron algo raros, incomodos. Ya que literal las chicas no se conocían casi nada pero a media que iban dando pasos el silencio se volvió tranquilo, cómodo.
Lograron entablar una conversación bastante fluida para los nervios de Cris, que de vez en cuanto decía alguna incoherencia dejando a Joana y poco colgada pero se le veía que disfrutaba esos percances y al igual Cris estaba encantada con la manera que la chica hablaba, contaba lo que le gustaba y todo.
Esta chica es genial, un tanto misteriosa pero atrayente y es tan confiada de si misma que llega a ser intimidante pero me gusta... me gusta? Se pensaba Cris en su cabeza justo antes de llegar a casa.
-Adelante a mi humilde hogar. Le dice Cris con un gesto de bienvenida con la mano.
-Buah que linda tu casa.
Cris le guía hacia a su cuarto y Joana le sigue muy de cerca. Al llegar Cris estaba un poco nerviosa ya que nunca ha traído a alguien a su cuarto además de sus amigas.
-Tenés muchas fotos, esta sos vos? Joana apuntando a una foto que está en la pared.
-Oh que vergüenza tia. Cris volviéndose roja como tomate.
Ambas riéndose de la situación ya totalmente cómodas con ellas mismas. Joana se sienta en la cama y Cris va hacia al armario y saca la chaqueta.
Camina en frente donde estaba Joana.
-Toma, aquí tienes tu chaqueta para que no paséis más frio. Riéndose coquetamente.
-Gracias, guapa. Dice con total confianza.
Cris entra en pánico como de costumbre y lo único que se le ocurre es ofrecerle algo de beber. Estando en la cocina buscando un vaso con refresco.
Joder, Cris que haces? No debería estar ella acá pero Amira dijo que me pueden gustar ambos, que me guste Joana no me hace bollera, creo?
Distraida en sus pensamientos vuelve a la habitación donde estaba Joana sentada en la cama. Le pasa el vaso y sus dedos se rozan.
Cris se sienta al lado de la chica y en un silencio un tanto cómodo ambas ponen las manos sobre la cama a una distancia cercana.
Joana mira de reojo a la chica rubia y la ve sonrojada, le causa mucha ternura y decide mover su mano, haciendo que se roze con la de cris. Esta de no saber que hacer, se decide y acerca totalmente la mano junto a la de la argentina. Sus dedos empiezan a entrelazarse y hacerse caricias.
Cris se para a dejar el vaso de refresco sobre la mesa .
-Estás bien? Sonriendo pero con desconcierto pregunta Joana.
-Mmmhh si si. Asintiendo con la cabeza y con total picardía y sin dejar de mirarla fijamente comienza a caminar lentamente así ella.
Cris se para frente a Joana con toda su valentía la mira fijamente y le sonríe pícaramente sabiendo que estas cosas en su vida la había hecho por alguien, ni menos por una chica.
Joana la mira con más fuerza, y mira a Cris de arriba abajo mordiéndose el labio. Cris le mueve un mechón de pelo por detrás de la oreja y le hace una pequeña caricia en su pálida mejilla.
La tensión entre estas dos chicas era inminente era solo esperar que una de las dos hiciera el primer movimiento.
Joana agarra de la cintura a cris apegándola a su cuerpo, mientras cris entre sus manos le sostiene la cara. Sus respiraciones eran intensas y se les sentía su corazón a mil por minuto. Cris se acerca lentamente a los labios de Joana, mientras esta la acerca a más no poder.
La rubia se lanza por aquel beso e incluso con un mordisco juguetón comienza a besar a Joana, el ansiado beso, intenso sin ninguna pausa. Las dos chicas estaban inmersas en un beso pasional. No se podía despegar una de la otra.
-Cristina! Grita la madre abriendo la puerta de la habitación.
En esas milésimas de segundo Cris alcanza a reaccionar y apartándose Joana lo más rápido posible.
-MAMÁ! Grito cris.
-Ay hija, perdón no sabía que estabais con una amiga. Dijo la madre presentándose con Joana.
-Las dejo, cualquier cosa que quieran me avisan. Le dice la madre cerrando la puerta.
Las dos chicas con un silencio y mirándose una a la otra. Se largan a reír a más no poder haciendo del momento tenso incomodo toda una anécdota.
-Me voy vale, me da miedo tu madre, puede aparecer por cualquier lugar. Riéndose y robándole un rápido beso a Cris.
-Bueno, vale. Yo preferiría que te quedarais pero allá tú? Dándole la chaqueta nuevamente para que no la olvide.
Cris no podía creer lo que acababa de pasar, en su vida había disfrutado tanto de un beso, estaba totalmente encoñada, lo que siempre aborreció por fin le sucedía a ella.