-Oye rubia, sabéis que yo siempre estoy para ti pero chica, ya habéis estado todo un día acá y sin decirme si quiera que sucedió ¿De qué estáis arrancado? ¿Habéis peleado con Joana? Preguntaba Amira mientras miraba a Cris acostada boca abajo.
-No quiero hablar morena, solo no quiero estar en casa y no os preocupéis que me voy en un momento. Cris levantándose y recogiendo uno de sus zapatos.
-Tia que nadie te está echando. Igual tenéis novia no? Tendrá casa la tia para que valláis. Con tono sarcástico y bromeando.
Cris solo quedo mirando a su amiga por momento y sin decir ninguna palabra entro en un llanto desconsolado. Amira al ver la situación solo se acercó y la abrazo lo más fuerte que pudo demostrándole su apoyo por lo que le estuviera pasando.
Pasaron un momento así, mientras tanto Cris soltaba toda esa angustia retenida en los brazos de su amiga.
-Es que no sé cómo se hace esto Amira, no lo sé tia, tengo miedo. No estoy preparada. Decía sollozando Cris.
-Miedo de que Cris?, me estáis asustando. Preguntaba preocupada mientras sacaba las pequeñas lágrimas del rostro de su amiga.
Cris tomo como un respiro para calmarse y tratar de explicar su situación pero la angustia seguía ganando.
-Dani sabe que estoy saliendo con una chica y me da... Dijo cortando la frase con llanto.
-Ay Cris tu hermano va a entender es solo un par de años mayorcito, no es que te valla a odiar o a juzgar, si él te adora tia. Decía Amira tratando de calmar a su amiga.
-¿Y si le cuenta a mis padres? ¿Qué les voy a decir? ¿Y si no me quieren por esto y los decepciono? Preguntaba la rubia con una inmensa preocupación.
Amira por un momento se quedó pensado en lo que su amiga le acababa de decir y trataba de ponerse en su lugar aunque era un tanto difícil porque ella no tenía que pasar por lo que su amiga.
-Mira Cris, pase lo que pase yo siempre estaré ahí para ti y siempre podrás contar conmigo y obvio no puedo sentir ese agobio del salir del armario, porque no estoy en tus zapatos, pero sabéis que yo estoy aquí y tus padres pueden reaccionar de mil maneras, solo tenéis que ser tú. Dándole un beso en la frente a Cris y envolviéndola con un abrazo cálido.
Cris trató de calmarse y dejar de lado ese llanto para poder agradecerle a su amiga por esas palabras de apoyo y de amistad. Pero en su corazón esa inseguridad y temor seguía estando latente por mucho que tratara de esconderla.
-Sois una amiga de primera morena, no sé qué haría sin ti. Decía Cris mientras limpiaba sus lágrimas.
-Es que no hay nadie como yo, te habéis sacado la lotería conmigo. Con un tono de broma para aliviar la conversación.
Aprovecharon ese humor por un cierto rato, intercambiando risas y bromas.
-Ya, pero fuera de toda broma tia, tenéis a tu novia, ella te puede ayudar mucho más que yo. Ella ya debió haber pasado por esto ¿no? Dijo Amira.
Cris tomándose la cabeza y mirándola con cierta duda.
-Estábamos juntas cuando todo esto pasó y creo que no supe sobrellevarlo de la mejor manera y me he portado un tanto pesadita con ella.
-Ay Cris... Tenéis que dejar de ser tan distante con la gente que te quiere.
-Es que no estoy acostumbrada a esto... Amor, estar de novia y nunca pensé que tuviera que salir del armario tia.
Las chicas siguieron conversando, ya con Cris más calmada y dispuesta a escuchar más consejos de su amiga.
Así pasaron un par de horas más llegando a tal punto que Cris sabía que tenía que ir ya a su casa, porque había pasado un día entero sin dar mucha información a sus padres.