La Leyenda de Armin

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Me levante por los ronquidos de Alexy, el cual estaba babeando y durmiendo con la boca abierta, abrazado a las sábanas hechas un rollo. Me desperecé mientras intentaba volver a dormir, pero recordé que debía salir a buscar empleo; Annie ya había hecho demasiado por mí, pagando la parte de la renta y los servicios que me correspondía, y Kentin no estaba nada contento con eso, así que con todo el dolor del mundo salí de mi cama y me dirigí al pasillo del loft para ir al baño.

El cabello me estaba creciendo rápidamente, había pensado en dejármelo largo, hasta los hombros como el Soldado del Invierno, pero era bastante incómodo para jugar videojuegos, especialmente a la Wii, así que ahora me debatía entre un look rebelde y despreocupado o uno cómodo e higiénico. Seguramente Annie me podría acompañar a la peluquería para que elija un buen corte de cabello para mí (eso siempre y cuando Kentin no intente sacarme los ojos con su cuchillo).

Apagué la luz del baño, y aún sin cambiarme, fui a la cocina a prepararme el desayuno. Fuser roncaba con ganas en su cojín, tirado panza arriba con las pelotas colgando, Annie quería castrarlo y yo me estremecí al imaginármelo. Pobre perro... Tomé la tetera, la llené de agua y la puse al fuego para prepararme un café, las tripas me rugieron de hambre; mi compañera de piso tenía un cajón secreto lleno de snacks para comer, pero nadie sabía dónde los guardaba, así que me contenté con las galletas de arroz que Annie comía cuando le pegaba la culpa de la gorda, les unté un poco de queso crema y les puse algo de jamón. Vamos, un verdadero desayuno de campeones.

Cuando el agua estuvo lista preparé mi desayuno y me senté en la mesa mientras encendía el televisor para ver anime, estaban repitiendo Ergo Proxy. Así que viendo sin ver, terminé mi desayuno y me preparé para salir a buscar empleo; lo ideal sería que consiga un lugar donde esté a gusto, pero cuando las cuentas arden... especialmente cuando tu mejor amiga es tu sugar mommy y te patrocina la estancia. Me vestí con mi mejor ropa y le dejé un nota a Alexy que seguía durmiendo; tomé mi bandolera llena de currículums y salí del loft. El Sol estaba radiante pese a que apenas estaba saliendo, las cigarras cantaban aunque Semana Santa estaba a la vuelta de la esquina y ya estábamos en otoño... El calentamiento global hacía de las suyas, quizás Annie tenía razón al decirle a Kentin que apague las luces cuando salga de una habitación.

Ya había visitado cerca de cincuenta tiendas de distintas envergaduras, entre ellas las de ropa muy a mi pesar, dejé las de videojuegos para el último, quizás tendría un poco de suerte. Buscaban a ayudante capaz de llevar a cabo el inventario de los productos en venta, el muchacho que me atendió fue muy amable y me confesó que hablaría bien de mí con el dueño para que pueda conseguir el empleo. Finalmente, cuando dejé el último currículum recibí un mensaje a mi celular, debía de ser mi hermano o Annie, pero al fijarme el remitente vi que era Lily.

"Hola Armin, cómo estás?"

Yo sonreí por la timidez de Lily, como siempre, mientras esperaba el bus que me lleve de nuevo al loft para almorzar con los chicos, le respondí.

"Muy bien, acabo de salir de entregar unos cv, esperemos que tenga suerte, ya estos fueron los últimos, ahora solo que esperar, y tú?"

"Esperemos que tengas suerte :), nada interesante, la verdad"

"Escuché que viene Patricia Acevedo a la ciudad para la próxima convención, quieres que vayamos juntos?"

"VIENE DE VERDAD??!! :O:O:O"

"Así es, Annie está enloquecida también xD"

"Hmmm"

Yo hice un gesto con la cara al ver ese "hmmm", me subí al bus y pagué el boleto.

"Pasa algo?"

"Qué hay entre ella y tú? Parecen muy unidos..."

No pude evitar reírme, estaba celosa de Annie.

Corazón de Melón con Chocolate (libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora