La Familia Se Agranda

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Kentin no regresó hasta el jueves, lo esperaba con ansias para poder hablar de lo que Gaeil quería hablar, seguro algo tenía que ver la abuela de mi prometido, solo esperaba que ya no se interpusiera más en nuestra boda. Aunque iba a estar difícil que se oponga a algo que todavía ni forma tenía...

Cuando llegó yo estaba en la universidad, aún no se había decidido nada con respecto a mi pasantía, debían de primero evaluar si iban a tomar medidas contra el Doctor Jefferson para luego decidir mi futuro, así que llegué a casa de pésimo humor. Kentin estaba esperándome, al verlo lo saludé normalmente.

-Hola, Kentin, ¿qué tal el viaje? -pregunté, él me miró con sus ojos verdes, estaba particularmente guapo el día de hoy, y me di cuenta de que estaba usando su ropa de Ralph Lauren.

-¿Sucede algo, amor? Me saludas como si me hubieses visto recién -peguntó, yo primero dejé mi cartera y libros y me descalcé.

-No tengo noticias de mi pasantía -mascullé, me dolía terriblemente la cabeza-. Todavía están evaluando qué van a hacer conmigo porque lo más importante es si separan a Jefferson de las pasantías o no.

Kentin se quedó callado mientras me observaba con sus ojos verdes, yo estaba sumamente cansada y sólo quería irme a dormir, pero antes había algo más importante.

-¿Y qué era lo que Gaeil quería hablar? -pregunté mientras me sentaba en una silla de la cocina.

Kentin suspiró y sonrió.

-Mi padre va a casarse -respondió. Abrí mucho los ojos mientras procesaba la información, ¿el padre de Kentin va a casarse de nuevo?

-¿Cómo...? Pero... -empecé a tartamudear-. ¿Quién...?

-Su nombre es Lola Müller -dijo Kentin mientras se sentaba frente mío con una botella de Guinness en la mano-. Trabaja en la enfermería de la Academia, es médica militar. Se conocen desde hace unos años y hace poco más de dos que salen formalmente, y ahora van a casarse; honestamente, no tenía idea de que mi padre tuviera novia.

«Yo menos», pensé.

-¡Pues me alegro por él! Thomas es un excelente hombre y muy guapo, también -dije muy contenta, Kentin me miró fijamente levantando una ceja.

-¿Qué quieres decir? -preguntó, divertido.

-Quiero decir que para que saber cómo va a ser tu pareja dentro de unos años basta con observar a sus padres -dije a modo de burla. Lo que me faltaba, meterme en problemas por ese comentario imbécil-. ¿Y cuándo se casaran?

-Eso lo dirán este fin de semana -dijo Kentin mientras terminaba su botella de cerveza-. En su fiesta de compromiso, así que hay que ir a comprar ropa.

-¿Fiesta de compromiso? -pregunté, Kentin asintió.

-Es en el salón de fiesta de los cuarteles, tú y yo somos los invitados de honor, junto con Gaeil y Helena -dijo Kentin con una sonrisa.

-¿Dónde dejé mi vestido de Versalles? -pregunté mientras salía disparada hacia el dormitorio.

-¡La fiesta es de día! -gritó Kentin, riendo-. No podrás ir de largo.

-¡No tengo que ponerme! -exclamé mientras me tomaba la cabeza con las manos, Kentin se me acercó con las llaves del Jeep en un dedo.

-¿Vamos a ver a Rosa? -preguntó, yo asentí.

-Dame cinco minutos que primero me ducho, ¿sí? -le pedí, entré al baño de nuestra habitación y me quité la ropa, la tiré en el cesto de ropa sucia y abrí el agua para que se vaya calentando.

Una vez que el agua estuvo caliente, ingresé en la ducha y recibí en la cara el agua, estaba deliciosa, cerré los ojos y puse la cabeza debajo de la lluvia. El agua me relajaba la cabeza y me ayudaba a no pensar tanto en mi título, pero de repente las fuertes y varoniles manos de Kentin se cerraron en mis pechos y atraparon mis pezones.

Corazón de Melón con Chocolate (libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora