Y volvemos con ChangBin y su exnovio molesto.
Luego de aceptar el estúpido trato que le ofreció el menor se pasó el resto de la noche pensando en qué haría.
No podía sacar una foto de internet, él seguro la reconocería, tampoco podía mostrarle a algún conocido puesto que el pecoso se encargó de stalkearlos a todos.
Llegó el día y ahí se encontraba el pequeño ChangBin, caminando hacia donde siempre se encontraba el rubio sin saber muy bien si iba a estar ahí pues no lo veía hace una semana.
Al llegar encontró el lugar vacío, lanzó un suspiro y decidió entrar a una cafetería cercana para poder comer algo y luego volvería a su casa.
Se sintió algo estúpido por pensar que lo encontraría ahí a esas horas, y más estúpido aún por pensar que lograría sacarle una foto para hacerlo pasar por su novio.
–Bienvenido.–Se acercó la camarera.–¿Mesa para uno?
ChangBin asintió y fue guiado hacia una mesa, debido a lo temprano que era el lugar estaba medianamente vacío, pidió algo ligero y sacó su celular.
Ahí estaban los molestos mensajes de Félix de nuevo.
Pasó el rato y le trajeron su pedido, comió con tranquilidad viendo publicaciones de instagram hasta que el grito de una de las chicas lo sacó de su burbuja.
–Chris-ah! Te dije que te quedaras en cama!.–Era la mayor de las camareras regañando al rubio que acababa de entrar al local.
Era él, ChangBin no supo como reaccionar realmente al verlo ahí tratando de excusarse ante los regaños de la mayor.
–No podía quedarme más en ese departamento, estaba muy aburrido.–Reclamó.–Y... tengo hambre.
La chica rodó los ojos y le dieron una mesa, ni siquiera tomaron su pedido puesto que les gustaba sorprender al chico.
ChangBin no podía quitar la mirada de él, hasta que recordó su trato con el menor.
–Es ahora o nunca..–Susurró abriendo la cámara del celular, se aseguró de que el sonido y el flash estuviesen desactivados para no llamar la atención del desconocido.
Luego con disimulo le sacó un par de fotos, no consiguió sacar ninguna buena por la distancia y para cuándo se dió cuenta ya había terminado su comida.
–¿Quiere que le traiga la cuenta?.–Le preguntó la castaña que lo atendió.
–Eh.. si.–Asintió apagando su celular algo frustrado mientras veía como el rubio ya se estaba yendo del local.
Luego de pagar la cuenta salió con rapidez del local, si tenía suerte lo encontraría ahí cantando donde siempre pero... ¿Cómo haría para que no le reconociera?
Vió una tienda de ropa cerca, se adentró y buscó un gorro para cubrirse, encontró uno negro el cuál le cubría hasta los ojos, fue a la caja y lo compró.
Al salir caminó hacia el lugar y se sentó algo alejado del chico para sacar una buena foto sin llamar su atención.
Se quedó unos minutos disimulando que ocupaba el celular mientras disfrutaba de la voz del rubio cantando una canción que él desconocía.
Esperó el momento perfecto para sacarle un par de fotos, luego al revisarlas sonrió satisfecho pues sus resultados eran claramente mejores que los que obtuvo en la cafetería.
Abrió el chat de su exnovio y le envió la foto rápidamente, quería terminar con esto rápido antes de que le acusaran de acosador.
Ahí tienes tu foto, hice mi parte del trato ahora déjame en paz.
¿Qué? ¿Quién es ese? No lo he visto en la universidad o en otro lado.
No tengo que responderte nada, ya cumplí y ahora te toca a ti.
No puedo aceptarlo, Binnie, realmente estás saliendo con un artista callejero?, no tiene un futuro asegurado.
Eso realmente molestó al castaño.
¿Quién eres tú para decir eso, Lee Félix? Si no fuera porque yo te ayudé estos años habrías reprobado más de una materia.
Yo ya cumplí, borra este número, bloqueame, olvídame porque no pienso volver contigo.
Antes de que el menor pudiera responder bloqueó el número, borró el chat y guardó su celular en su bolsillo con notable molestia.
Maldecio en voz baja, ¿Por qué le molestó tanto que dijera eso?
Al levantar la mirada y no encontrar al rubio ahí se sintió nervioso al instante.
Mierda, ¿y si se dió cuenta que le sacó fotos?
Inmediatamente cubrió la mitad de su cara con el gorro y bajó la mirada hacia el suelo maldiciendo en su interior.
Quería salir corriendo pero estaba demasiado avergonzado, ¿Realmente había seguido a ese chico desde una cafetería pensando que él no se daría cuenta?
Y peor aún, lo hizo pasar por su novio sin haber hablado con él o siquiera saber su nombre.
Porque si, escuchó a la camarera llamarlo Chris pero ese tal vez podía ser un apodo y nada más, no podía estar seguro que ese fuera su nombre.
ChangBin se sintió como un completo estúpido mientras su rostro enrojecia por la vergüenza.
Hasta que se preguntó...
¿Por qué estaba tan afectado por eso?
Era un desconocido, ¿Qué importa lo que pensaran de él?, intentó convencerse de que no le importaba y al sentir su rostro un poco menos acalorado levantó la mirada de nuevo dispuesto a irse de ahí.
No se dió cuenta por tener la mirada baja pero el rubio ya estaba de vuelta, sólo que esta vez parado frente a si con una mirada entre nerviosa y preocupada.
–¿Puedo hablar contigo?.–Preguntó el contrario notando ya que el castaño se dió cuenta de su presencia.
ChangBin asintió tan sólo deseando que la tierra le tragase.
Estaba ahí, frente a él y eso sólo hacia sus nervios aumentar.
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ᴀʀᴛɪsᴛᴀ ᴄᴀʟʟᴇᴊᴇʀᴏ | ᴄʜᴀɴᴄʜᴀɴɢ.
FanfictionDesde que ingresó a la universidad ChangBin siempre a utilizado el mismo camino por las mañanas y tardes para ir y volver. No es si no hasta que su exnovio le rompe el celular por sus maniáticos celos que se ve obligado a caminar sin su preciada mús...