La noche estaba fría, la cálida cama del rubio se encontraba vacía pues este estaba en su escritorio mirando una hoja con varios escritos desordenados en esta.
El piso se llenaba de a poco de hojas arrugadas, pasaban las horas y el chico seguía ahí.
2:55 am.
El sonido del lápiz golpeando su cabeza, la piel pálida bajo sus ojos oscureciendose poco a poco.
3:23 am.
El lápiz cae al suelo junto con la silla, el rubio se levantó tan bruscamente que hasta el cuaderno cayó.
Todas las luces se apagaron, él se encontraba en el baño con un tinte en la mano.
Gris oscuro.
4:02 am.
El sonido del agua chocando con su cuerpo es lo único que sonaba ahí, por su blanca piel caía el color oscuro que ahora estaba puesto en su cabello.
Salió de la ducha, se sentía cansado pero el insomnio le gritaba al oído que la cama no le estaba esperando.
Se sentó de nuevo en su escritorio, las pequeñas gotas que caían de su cabello mojaban las hojas del cuaderno que nuevamente estaba sobre la mesa.
Tomó de nuevo el lápiz y miró una hoja en blanco, un suave bostezo se le escapó y cerró levemente los ojos para buscar inspiración.
Sólo podía sentir el frío chocar con sus ahora expuestas heridas, aquello le hacía sentir más adolorido así que extendió el brazo hasta el rincón del escritorio donde estaban las pastillas que le había dejado su menor.
Mientras las tomaba se vino a la mente la noche anterior, hace mucho que no lograba dormir tan bien, pensó en agradecerle al menor pero era demasiado tarde cómo para enviarle un mensaje.
Se giró en su silla a mirar la cama vacía, se imaginó al pequeño ahí, sin más intensión que recibir un abrazo por parte de él hasta poder cerrar los ojos una vez más.
Vió la pantalla de su celular encenderse por si sola, señal de que la batería estaba completa.
Se acercó para tomarlo y revisar sus mensajes mientras se sentaba en la orilla de su cama, y de la nada le llegó un mensaje.
Y sus ojos se cristalizaron.
¡!
Insomnio de nuevo ¿Bebé?.
No podía responderle, sus manos estaban temblando mientras miraba la pantalla oscurecerse.
¡!
Toma algo caliente y abrígate, por favor.
La mujer tras la pantalla obviamente sabía que el, ahora, de cabello grisáceo estaba leyendo los mensajes, se le daba mal la tecnología más no era para tanto.
BangChan dejó el celular a un lado, dejando que se apagase solo mientras sentía sus lágrimas mezclarse con las gotas de su cabello húmedo.
Y se sintió solo, muy solo, lo suficientemente solo para hacer una estupidez tal como vestirse y salir a la fría noche hacia el departamento de cierto castaño que estaba ocupando su mente.
Y no se demoró poco en llegar, para cuando estaba llegando ya eran las 5 y algo de la mañana.
Dentro de poco el pequeño se levantaría para irse a la universidad, el conserje del edificio estaba dormido así que pudo pasar sin más y subir hasta el piso del menor.
Estando frente a su puerta se le escapó un estornudo, sabiendo así que se enfermaría, se quedó ahí parado sin tener la valentía de tocar la puerta.
Y estaba por irse hasta que escuchó pasos por ahí, un chico un poco mayor que él estaba saliendo a botar la basura de su departamento y vió a BangChan ahí parado.
–Ese pequeño no sale a estas horas.–Le habló con suavidad.
–Si... lo tengo claro.–Con su mirada le examinó y luego miró al suelo.–Estaba por irme de todas formas.
Una sonrisa triste apareció en su rostro.
–¿Por qué no entras y lo esperas?.–El castaño apuntó la puerta de su departamento, o bueno, el departamento de su abuela mas bien.
–¿Dejarás a un desconocido entrar a tu hogar?.
–Si puedo quitar lo triste de la sonrisa del desconocido claro, mi abuela ama las visitas.–Se acercó a él y miró sus ojeras.–Te puedo dar algo de té.
Sin muchas opciones BangChan asintió y se adentró al departamento del desconocido, el cuál tenía un aire antigüo, típica decoración de la abuela.
Y hablando de la abuela, una señora de cabello igual de grisáceo que el del australiano tomaba té en un sofá que se veía bastante cómodo mientras veía el pronóstico del tiempo.
–Woojin-ah, cariño.–La señora levantó la mirada y vió al chico.–Oh, quién es este jovencito?
–Un amigo abuela, se quedará un rato.–El chico se dirigió a la cocina por té y pan.–Sientate chico.
BangChan asintió y se sentó en el sofá que estaba al lado del de la señora.
–¿Cómo te llamas dulzura?.–La mujer de mirada animada examinó al chico.
–Christopher...o BangChan, como usted prefiera.–El menor estaba examinando el lugar con la mirada.
–Lindo nombre sin duda, te ves cansado Christopher.–Bebió un sorbo de su té después de hablar.
–¿Se nota mucho?.–Su mano se dirigió a su oreja con nervios.–Sufro de insomnio...
La mujer asintió con lentitud.–Igual que mi pobre hermana, que en paz descanse.
–Abuela, era su prima, usted es hija única.–Habló el castaño entrando en la sala de nuevo, mientras le entregaba en una bandeja el té y el pan al menor.
–Pero Woojin, era cómo mi hermana.–La mujer hizo un puchero.
Al australiano se le escapó una risa suave.–Gracias por esto, Woojin-hyung...?–Dijo lo último con duda.
–De nada, Chris.–Rió levemente el mayor.
Y ahí pasó su mañana BangChan, charlando con un desconocido y su abuela, se sintió tan a gusto que incluso olvidó que en el departamento siguiente estaba su verdadera razón de estar ahí.
Para cuándo se dió cuenta de la hora tenía un mensaje del menor diciéndole buenos días, y que ya había llegado a la universidad.
A su pesar el australiano se fue de ahí, claro que le agradeció al dúo e intercambio su número con Woojin, ya que le había agradado bastante.
Al llegar a su departamento sólo pudo dormir, llegó sintiendose agotado y al despertar, ya por la tarde, entendió el porqué.
Woojin, quién le había visto las ojeras, le metió un somnifero en el té.
BangChan no supo si agradecerle o sentirse aterrado, y algo tonto por confiar en un desconocido.
Si bien esta vez sólo había sido un somnifero tal vez la próxima despertaría sin un órgano.
Cómo fuera no despertó sólo con el mensaje de Woojin, si no que ChangBin le había llenado de mensajes obviamente preocupado por él.
Y el último mensaje decía así.
Binnie.
Tal vez estoy siendo algo paranoico, pero estoy preocupado Channie:(
Hoy saldré un poco antes ya qué mi profesor tuvo problemas familiares, iré a verte:((
Espero no tener que quedarme mucho tiempo esperando en tu puerta>:(
El rubio sólo pudo reír, le respondió algo corto y se colocó a ordenar.
🌹
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ᴀʀᴛɪsᴛᴀ ᴄᴀʟʟᴇᴊᴇʀᴏ | ᴄʜᴀɴᴄʜᴀɴɢ.
FanfictionDesde que ingresó a la universidad ChangBin siempre a utilizado el mismo camino por las mañanas y tardes para ir y volver. No es si no hasta que su exnovio le rompe el celular por sus maniáticos celos que se ve obligado a caminar sin su preciada mús...