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El rubio caminaba tranquilamente hacia la universidad de ChangBin, había prometido recogerlo ese día para que el pequeño no se preocupara.

Llegó y avisó al menor que ya estaba ahí, había llegado tal vez algo temprano así que se apoyó en la pared y miró el edificio.

Soltó un suspiro, hace bastante que no entraba un lugar así para estudiar, sus padres estarían sumamente molestos si vieran que trabajaba en la calle.

Suspiró nuevamente bajando el volumen de su música, podía escuchar leves murmullos, al parecer algunos grados ya habían salido de sus clases y Chan esperaba que el castaño llegara pronto para poder irse de ahí.

Le incomodaba bastante a decir verdad.

Pero no fue ChangBin el que llegó frente a él, si no un pequeño chico de pecas y cabello rojizo acompañado de otros dos, un pelinaranja con mejillas abultadas y un castaño con brackets.

–Dime algo, ¿Tú eres él?.–El pelirrojo le mostró una foto de él en su celular, de aquél día en el que se había atrevido a hablar con ChangBin.

El rubio asintió.–¿Te conozco?.–Preguntó con confusión.

–No, pero a mí nov-, digo exnovio sí.–Gruñó el menor.

–Espera, ¿Tú eres Yongbok?.–Hizo una mueca.

–Sólo mis amigos me pueden llamar así, soy Félix y quiero que dejes tranquilo a Binnie.–Tenía el ceño fruncido.

–Oye, lo siento pero ¿No qué Binnie y tú habían terminado?.–Se cruzó de brazos mirando hacia alrededor.

La mirada de Félix se entristeció.–Binnie... si, pero yo no voy a aceptarlo.

Ahí Chan entendió un poco.–Te recomiendo que lo hagas, Félix, porque Binnie ya te superó.

–Por eso quiero que te alejes de él!.–Levantó la voz.–No puedo creer que mi ChangBinnie esté de novio con un callejero.

¿Novio?

–Espera, ¿Novio?.–Al rubio ni siquiera le importó el cómo lo llamó el menor, él estaba seguro que en ningún momento de había vuelto algo más que un amigo para el pequeño.

–Si! Bin dijo que estaba contigo!.–Gruñó.–Tienes que devolverme a mi Binnie, terminar con él.

–Lix...–El pelinaranja tocó el hombro de su amigo dándole a entender que debía detenerse.

–Disculpa pero yo n-...–Chan fue interrumpido por la llegada del castaño.

–Felix, no soy un objeto.–Gruñó acercándose.–Ya te dije que tienes que superarlo.

–Pero Bin-...

–Nada de peros, tú arruinaste todo esto. Ya pasó un mes Félix, tienes que olvidarte de mí.–El castaño tenía una mirada llena de enojo dirigida al menor.–Y no quiero que vuelvas a tratar así a Chan.

El pecoso ya había empezado a llorar.

–Aceptalo, yo ahora estoy con él.–Tomó el brazo del rubio, quién estaba muy confundido por toda la situación.–Y déjame decirte que me ha tratado mucho mejor de lo que tú hiciste.

ChangBin le dió un golpe bajo, muy bajo a Félix, quién calló de rodillas al suelo llorando y fue abrazado por Jeongin mientras que Jisung miró al castaño.

–ChangBin... eso fue demasiado.–Frunció el ceño.–Vete, por favor.

–Eso iba a hacer.–Tragó duro y se alejó del brazo del australiano mayor.

Cuándo ya estaban lo suficientemente lejos se soltó de él y no pudo mirar sus ojos, estaba avergonzado y se sintió algo culpable.

–Lo siento Chan...–A penas pudo pronunciar eso, su voz se estaba quebrando.

El rubio, aún muy confundido acarició su cabello.–Podemos ir a comer algo y me lo explicas ¿si?.–El rubio no quería ser muy duro con el pequeño pero necesitaba una explicación.

El castaño asintió y caminaron hacia un local cercano dónde vendían ramen, se sentaron y pidieron con rapidez, Chan pensaba pagarlo todo.

Se quedaron en silencio, el mayor quería esperar a que el pequeño se sintiera cómodo para hablar.

–Yo...–Comenzó a hablar el menor.–Hace un tiempo... Félix no dejaba de llamarme y me propuso un trato estúpido, yo acepté y bueno... te hice pasar por mi novio para que dejara de hablarme.

Chan, algo sorprendido, abrió la boca para hablar pero el menor continuó.

–Ese día no hablaba aún contigo... yo nunca pensé que iba a hacerlo, y bueno... ahora estamos aquí y yo... te agarré mucho cariño por eso déjame compensartelo...

BangChan rió internamente, se había imaginado que había hecho algo mucho peor.

–Fuiste muy duro con él, Binnie, sólo pídele perdón y todo estará saldado.–El rubio acercó su mano y tomó la del menor.

–¿No estás molesto?.–El castaño levantó la mirada, unas pocas lágrimas habían salido de sus ojos, Chan acercó su mano libre para secarlas y negó.

El pequeño ChangBin suspiró con alivio.

–Me tomó por sorpresa, pero es, en cierto modo, halagador que me hayas elegido a mí.–Trató de animar un poco al menor.

–Yo... bueno, si.–El menor se puso algo nervioso.–Eres muy agradable y... guapo, supongo que por eso...–Negó.–Lo siento, dejemos el tema...

Chan soltó una pequeña risa y la cara de ChangBin enrojeció.

–¿De qué te ríes?.–El castaño hizo un puchero nervioso.

–Eres adorable, Binnie.–Desordenó el cabello del contrario mientras dejaban sus platos frente a ellos.

El castaño cubrió su cara.–Y-y-ya lo sé.

Ese simple acto hizo que el corazón del mayor se derritiera, ese pequeño chico era jodidamente adorable.

–Vamos a comer, Binnie.–Rió levemente y vió como el menor descubrió su cara, estaba algo ruborizado e intentaba sólo mirar la comida.

–Gracias por... no enojarte.–Susurró el menor antes de meter un bocado de ramen a su boca.

Chan negó en su mente y sólo le sonrió, para él no había hecho nada malo, pero tal vez ChangBin no lo veía así.

Y BangChan lo entendía.

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ᴀʀᴛɪsᴛᴀ ᴄᴀʟʟᴇᴊᴇʀᴏ | ᴄʜᴀɴᴄʜᴀɴɢ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora