ᴀʀᴛɪsᴛᴀ ᴄᴀʟʟᴇᴊᴇʀᴏ | ᴄʜᴀɴᴄʜᴀɴɢ.

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El castaño abrió los ojos, viéndose cegado por la brillante luz de los focos en el techo de la habitación blanca.

Se dispuso a sentarse, sintiendo un fuerte dolor de cabeza. Una vez derecho miró a su alrededor sin lograr reconocer el lugar. ¿Qué había pasado?

Su último recuerdo fue en un bar, discutiendo con... ¿Con quién estaba discutiendo? Se preguntó.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un enfermero que entraba a la sala, el joven trabajador amablemente atendió al australiano. Limpiandole así las heridas y dándole algo para comer.

-Disculpa...-Habló por fin Chan, sintiendo un fuerte dolor en su lengua. Soltó un quejido que alertó al trabajador.

-¿Estás bien?.-Cuestionó el de uniforme blanco mientras lo examinaba con la mirada.

-Hay algo en mi... lengua...-Habló el chico para posteriormente sacarla, el contrario soltó una leve risa.

-¿Es tu primer piercing?.-Comentó con algo de gracia.-Elegiste el peor para empezar.

-¿Piercing?... ¿Qué?.-Su sorpresa era notoria, dándole a entender al enfermero que no se lo hizo conscientemente.

El joven comenzó a hacerle preguntas a Chan como parte de un chequeo a la vez que le daba consejos sobre el alcohol y las perforaciones.

Entre todo eso Chan se enteró que gracias a una pareja de jóvenes que lo encontraron perdido y herido llegó ahí, aún sin entender mucho el porqué se encontraba solo en dichosa situación se dispuso a descansar.

Más tarde el doctor entró con alguien familiar para él, ChangBin estaba al lado del hombre de bata y tan pronto lo vió se acercó a él con un rostro preocupado.

-¿Por qué hiciste esto?.-Cuestionó con los ojos llorozos el más bajo después de sentarse en la camilla.

-Joven, el paciente tiene un fuerte golpe en la cabeza así que le recomiendo no discutir.-Comentó en tono serio el doctor.

-No estoy discutiendo...-El menor secó las lágrimas que se le escaparon, a la vez que él australiano lo observaba con una expresión triste.

-Lo siento Binnie...-Habló por fin el mayor, disculpándose con sinceridad. El ver al menor así le apretó el corazón haciendo que una culpa enorme lo invadiera.

ChangBin negó, tratando de recomponerse.-Estás bien, eso es lo que me importa.-Dirigió su mirada hacia él, unas leves ojeras se podían ver bajo sus ojos hinchados por el reciente llanto.

-Podrá irse a casa hoy por la tarde.-Comentó el enfermero.-Es una suerte que no tenga heridas graves.

El más joven asintió, se levantó nuevamente para acercarse al doctor.-Yo pagaré por él, ¿Podemos arreglar eso ahora?.

Antes de que el chico en la camilla pudiera quejarse el dúo salió de la habitación para hacer el papeleo, sólo pudo soltar un suspiro gracias a lo adolorido que aún se encontraba.

A los minutos el enfermero también abandonó la habitación, seguido de aquello el joven Seo entró con una mejor expresión.-Está todo arreglado, llamé a Nayeon para que te trajera algo de ropa.

El joven se acercó nuevamente, sentándose a su lado se quedó observándolo.-¿Pasa algo? No estás hablando mucho...

Chan sólo sacó su lengua mostrándole la perforación en esta. El contrario, muy sorprendido, sólo soltó una leve risita.-¿Dónde te hiciste eso?

-No lo recuerdo bien...-Rascó su oreja el joven, hablando con lentitud.

-Parece que eres poco tolerante al alcohol.-Comentó con gracia el menor, tratando de aligerar el ambiente. Acercó su mano hacia la del contrario, al tomarla sólo pudo sentir las vendas en esta.

Chan respondió con una leve risita, en el fondo aún algo confuso por la situación aunque aliviado de que el contrario no estuviera enojado.

Tras unos segundos el más bajo volvió a hablar.-Chan, lo siento por haber reaccionado así al llegar...

El recién nombrado logró reconocer algo de pena en su tono, afirmó bien la mano del contrario entrelazando sus dedos.

-Es sólo qué...-Detuvo su comentario dejando al mayor con la duda.

-¿Qué?.-Insistió.

-Voy a ser sincero contigo pero no pienses mal de mí, ¿si?.-El chico lo miró con sincera preocupación.

Chan negó, incluso algo ofendido de que el contrario pensara que él podría llegar a pensar mal de él con lo mucho que lo adora.

-Estaba muy preocupado y... algo celoso.-Desvió su mirada hacia una de las paredes blancas.

Algo se removió en el interior del mayor, un sentimiento entre culpa y felicidad lo invadió y sólo pudo soltar una leve sonrisa.

Al no recibir respuesta el menor dirigió su mirada nuevamente hacia él, al toparse con su sonrisa sólo pudo ruborizarse.

-No pienses mal, es sólo que... últimamente no hemos salido mucho, el próximo es el último año de mi carrera y yo-.-ChangBin fue interrumpido por el mayor, quién con cuidado levantó la mano del joven para dejar un corto beso en esta.

-Gracias por venir...-Comentó con voz suave, provocando el enrojecimiento en las mejillas del menor.

-No podría estar tranquilo hasta ver que estabas bien.-Admitió cubriendo su rostro con su mano libre.

Justo cuando el australiano iba a responder la puerta se abrió, aparecieron en escena Nayeon, Jeongyeon y Jihyo, quienes llevaban consigo una bolsa de ropa que en algún momento el castaño dejó en un casillero en su cafetería.

-Uh, parece que interrumpimos algo.-Comentó la menor del trío con una sonrisita.

-Chicas.-Levantó su mirada el joven vendado.-Gracias por venir...

-¿Por qué hablas así?.-Cuestionó Nayeon con los ojos entrecerrados.

Mientras el joven explicaba la situación ChangBin trataba de desaparecer el rubor de sus mejillas.

-Llegaron bastante pronto.-Habló por fin el más bajo a la vez que se levantaba para recibir la ropa del mayor.

-Nos trajo el nuevo novio de Jihyo.-Comentó Jeongyeon con tono burlón, a lo que recibió un leve golpe por parte de la menor.

-Le pedimos a Daniel que nos trajera en su auto, dijo que puede llevarnos de vuelta también.-Comentó la recién nombrada mientras que su amiga se sobaba el brazo.

-Es muy amable de su parte...-Respondió el joven dirigiéndose de nuevo hacia la camilla dónde la mayor regañaba al de piel pálida.-Channie, es tu ropa.

El recién nombrado dirigió su mirada hacia ChangBin para luego asentir, las chicas salieron para dejar al joven vestirse con algo de ayuda del menor. Quién trataba de concentrarse sólo en ayudarlo y no desviarse en sus pensamientos subidos de tono.

-Chan... Quiero que te quedes unos días en mi departamento conmigo.

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Porque se lo merecían 🥰