Agarraos a la silla porque...
Espero que disfrutéis del capítulo a pesar de todo, os dejo con él.👀Narra Julia
-No pasa nada...- recibí un abrazo y un beso casto por parte de mi...
En realidad no sabía muy bien lo que éramos.-No estoy enfadado.Había llegado a un punto de no retorno.
Todo empezó la última noche que había salido de fiesta.
Tras decirle a Carlos que luego hablábamos fui a sentarme en un taburete junto a la barra, Javi hizo lo mismo a mi lado.
Recordaba vagamente la conversación, empecé a pedir bebida a medida que él me hablaba.
Me pasé, hasta un punto en el que ya no era consciente de mis actos, tal y como Sabela me había advertido rato atrás.
Aquella noche pasaron cosas.
Me desperté junto a él a la mañana siguiente, no me moví, esperé a que él despertase para aclarar las cosas, cosa que no pasó tal y como yo planeé.Javi tenía un efecto en mí que no lograba entender. A veces me hacía sentir extrañamente cómoda, como si nada hubiese cambiado. Me hacía replantearme las cosas mil veces. Lo que yo creía olvidado de repente llegaba a mí de repente. Sentía una nostalgia algo rara.
Cuando me miraba fijamente me resultaba imposible negarle nada.
Lo que empezó como una charla para explicarle que aquella noche no había significado nada para mí, él la convirtió en una disculpa, una retoma de, al menos, nuestra amistad.
Los primeros días fue todo tan sencillo que me planteé si no era él realmente lo que quería.
Una mañana me di cuenta de que no veía a mis amigos desde aquella noche, no le di importancia, pensé que había sido simple casualidad.
Volví a casa, discutí con Dave, cosa que rara vez había pasado en todos los años que llevábamos siendo amigos.
-Suenas como él, ya te ha lavado el cerebro otra vez, Julia.
-Dave... Es mi vida.
-Lo que tú digas. A mí no me vas a perder hagas lo que hagas, pero a Carlos...
Mentiría si dijese que su nombre no despertó algo en mí, pese a llevar días haciendo como si no existiese.
-Ve a la cena de María el veinticuatro. Él estará allí y te necesitará.
Regresé con Javi, pero no olvidé la conversación con Dave.
Los días siguientes comencé a salir más con él y Sabela. Y fue entonces cuando empezaron las llamadas, los mensajes, los ¿dónde estás? ¿con quién? No me has dicho que ibas a salir...
No le conté nada a nadie.
Javi y yo tuvimos una discusión fuerte antes de la cena.
-¡Tengo que ir! Son mis amigos.
-Mi familia ya cuenta contigo.
-Pero es que yo en ningún momento te he dicho que fuese a cenar con tu familia, no somos nada, Javier.
-¿Ah no? Sé perfectamente lo que había entre Carlos y tú. Ahora que lo vas a ver no somos nada, pero luego volverás arrastrándote a mí cuando él te dé la patada.
-Tengo que ir, si lo quieres entender lo entiendes, sino adiós.
Durante la cena estuve decaída.
Y no hablé con Carlos.
Dormí en mi piso con Dave, y la mañana siguiente Javi me llamó y se disculpó.
Pero una nueva discusión no tardó en llegar, y otra, y otra...
Volví a hablar con Carlos, aunque fuese sólo por mensajes, él lo descubrió y se enfadó.
Pero yo no le debía nada, o eso pensaba hasta que me daba cuenta de que actuábamos como una pareja todo el tiempo.
En el cumpleaños de Carlos ni siquiera me planteé no plantarme en su casa.
Y eso fue la gota que colmó el vaso.
O eso creí, pero de repente Javi parecía haberlo olvidado todo.
Me sorprendí a mí misma sintiendo alivio por que me "perdonase".
Por que dejásemos de discutir, al menos por el momento.Y entonces formulé la temida pregunta.
-Caniji, ¿qué somos?
Alzó la vista sorprendido, pero con un sonrisa en su rostro, como si en realidad hubiese estado esperando la pregunta.
-¿Tú qué quieres que seamos?
Le miré, estaba tranquilo, como si diese por hecho que las cosas estaban aclaradas y que todo iba a ir bien.
Abrí la boca para contestar, pero no supe qué decir.
Me tembló el labio.
-Eh, tranquila... Ya sé que todavía es pronto para todo esto. No hace falta que digas nada ahora, sino cuando estés lista.- dijo, acercándose a mí.
Me besó, un beso mucho más largo que el anterior.
Me aferré a él con el único propósito de dejar de temblar. Sólo necesitaba que me transmitiese algo de su calma.
Pero olvidé que, en realidad, el huracán era mi calma.
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Gracias por leer, me voy de aquí antes de que digáis nada... 🙃
PD: espero que hayáis pillado la última metáfora.
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Hasta Perderlo Todo -julright-
FanfictionYou say we're just friends, but friends don't know the way you taste Julia, en medio de su inseguridad encontró un ápice de valentía, pero cuando fue a usarlo, ya era tarde, él se había ido. ¿Y Carlos? Carlos simplemente necesitaba huir, olvidarse d...