20. Hasta perderlo todo

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Narra Julia

-Gracias por todo.- dije, despidiéndome de Damion.

-No hay de qué, si quieres puedes volver, a Famous y África no les molesta.- contestó, mirando con pena mi maleta improvisada.

-Sólo me voy a casa, nos podemos ver cuando quieras...- sonreí, él asintió.

-¿Estás segura? En tu casa es muy fácil que...

-Estoy segura, anda, dame un abrazo.- le interrumpí.

Hizo lo que le pedía, y finalmente me dejó irme.

Ya en la calle, reconocí mi coche, cosa que me extrañó, ya que yo no lo había llevado allí.

Di dos toques en la ventanilla para que Carlos la bajase desde dentro.

-¿Has traído mi coche de casa de Javi?- pregunté.

-Sí, así no vuelves a verle.- respondió, encogiéndose de hombros.

-¿Y cómo sabes que no quiero volver a verle? A lo mejor el coche estaba ahí a propósito.- me subí en el asiento del copiloto mientras hablaba.

-Claro... Por eso te fuiste de allí a escondidas en plena madrugada, y por eso llevas una semana en casa de Damion, una casa que casualmente él no sabe dónde está. ¿Era para que te encontrase y pidiese tu mano, no?- dijo, con cierto sarcasmo.

Suspiré.

-No sólo me escondía de él.- admití.

-Lo sé.- dijo, bajando la cabeza.

Nos quedamos unos segundos en silencio.

-Pero... ¿por qué?- preguntó, muy bajito.

-Quiero que seas feliz.- contesté, en el mismo tono.

Él asintió muy despacio, como si estuviese asimilando las palabras.

-Pero esto... nosotros...- nos señaló alternativamente a ambos.

-No hay un nosotros, ¿recuerdas?
Tú mismo lo dijiste.

-Nos podemos mentir a nosotros mismos, pero lo único que conseguimos es hacernos daño.- dijo.

Sopesé sus palabras, comenzando a entenderlas. A entenderle a él.

Había imaginado mil veces cómo sería el momento en el que Carlos me dijese que él también sentía algo por mí. Pero nunca pensé que sería una escena tan dolorosa.

-No sé si estoy preparada para esto.

-Pero dime qué es, Julia, ponlo en palabras.- suplicó, girándose a mirarme.

-Una relación.- susurré, justo cuando nuestras miradas se conectaron.

-¿La querrías?- preguntó.

-Sí.- admití, perdiéndome en sus ojos, una vez más.

-¿Pero la tendrías?

-No, no ahora, al menos.

Alargó el brazo para apartar un mechón de pelo de mi cara.

-¿Quieres que te espere?

-No lo sé.- admití- ¿Lo harías?

-Claro que sí.- dijo, sonriendo.

-Pero no serías feliz, Carlos, y lo sabes.

Se quedó unos segundos observándome.

-Yo me arriesgaría por tí.- dijo finalmente.

-Podríamos perderlo todo.- le advertí.

-Ya lo estamos haciendo, Juls.- dijo, acercándose a mí.- ¿Crees de verdad que vamos a conseguir ser amigos como lo éramos antes?

Negué con la cabeza, tragando saliva.

-Te llevaré a casa.- cambió de tema repentinamente, pero por su cara supe que aquello no estaba, ni mucho menos, zanjado.

***

-Gracias por traerme.- dije, bajándome del coche junto a él- ¿Ahora cómo te vas a ir?

-Mi coche está aquí.- contestó, señalándolo.

Nos quedamos unos segundos en silencio.

-Sobre lo de antes...- comencé, pero él me paró.

-No hace falta que digas nada, sólo quiero que sepas que yo estaré aquí hasta perderlo todo.- dijo, sonriendo con pena.

Asentí, de la misma manera.

-¿Puedo pedirte algo?- preguntó.

-Depende de lo que sea.- respondí.

-Un beso, sólo uno.- dijo, y sonrió al ver que me acercaba a él- Recuerda que puede ser el último que nos demos.- susurró, con sus labios prácticamente pegados a los míos.

Al principio fue sólo un roce, después yo le atraje hacia mí.

Nuestros labios se movían con lentitud, como si ninguno quisiese que ese beso terminase nunca.

Fue tan dulce que dolía.

Una lágrima silenciosa surcó mi mejilla mientras nos separamos, muy despacio.

Me la apartó con su mano.

Le robé un último beso, esta vez muy corto.

-Recuerda lo que te he dicho.- dijo, antes de comenzar a andar hacia su vehículo.

-Carlos, espera- dije, alcanzándole.

Sin darle tiempo a decir nada le abracé. Le abracé fuerte, escondiendo la cara en su cuello.

Él me estrechó entre sus brazos con suavidad, en cambio.

Como si supiese lo frágil que estaba en ese momento.

Nos separamos pasados unos segundos, y con una mirada nos lo dijimos todo.

-Ya nos veremos.- dijo, antes de alejarse, esta vez de verdad.

Yo subí a mi casa.

Desde fuera quizá no lo parecía, pero yo sabía que había hecho lo correcto.

Al final, cuando quieres a alguien de verdad deseas verle feliz.

Tardaría un poco, pero yo sabía que él iba a ser más feliz sin mí.

Sin mis miedos.

Él pensaba que aquella separación era sólo provisional, por mucho que lo negase. Creía firmemente que dejándome mi espacio lograría recomponerme poco a poco, y que volvería con él.

Pero no contaba con que yo sólo podría recomponerme si él me ayudaba.

Había antepuesto su felicidad a la mía, y volvería a hacerlo mil veces más.

Hasta perderlo todo.

__________

Ya creíais que estaba todo hecho y no, ups...

Pero tampoco es para tanto, antes de lo que pensáis se viene :)

Gracias por leer y por las 5K, os adoro.🤧❤️

Hasta Perderlo Todo -julright-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora