44. Inténtalo otra vez

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Narra Carlos

Moví mi pierna con nerviosismo, mirando fijamente la pared que tenía en frente.

Mi mirada pasó a inspeccionar toda la habitación, estaba vacía, cosa extraña, siempre había pensado que esos sitios estarían llenos las veinticuatro horas del día, pero la única persona a parte de mí que había estado allí esa noche se había ido hacía unos minutos.

Apoyé la cabeza en el respaldo de aquella incómoda silla, y cerré los ojos, tratando de evadirme de todo.

-¿Carlos?- una voz dulce me trajo de vuelta a la realidad, abrí los ojos de golpe, encontrándome a mi hermana pequeña en frente de mí.

-Marilia... ¿qué haces aquí?

-Trabajo aquí, ¿recuerdas?- dijo, sentándose a mi lado- El bebé está bien.

-¿Cómo te has enterado?- pregunté.

-Julia me lo contó el día de su cumpleaños. Y además, hoy he sido su enfermera, me hubiese enterado igualmente.- explicó.

-¿Está bien?

-Sí, está durmiendo.- me pasó una mano por el pelo- Sólo ha sido un susto, pero necesito que me digas qué estabais haciendo cuando pasó.

Aquella imagen de apenas una hora atrás, cruzó mi mente haciéndome recordar aquello que más me dolía.

-Ha sido todo por mi culpa.- las lágrimas salieron a mi encuentro, hundiéndome en aquellas palabras que había pronunciado, en aquel pensamiento que llevaba una hora repitiéndose en bucle en mi mente.

-No ha sido culpa de nadie, y menos tuya.- dijo Marilia- Esto es más normal de lo que crees, pero Julia está perfectamente, y el bebé también, están sanos ambos.

-Ya, pero...

-Pero nada.- era de las primeras veces que veía a mi hermana así, tan madura, cuidando de mí, cuando debería de ser al revés.

Me tomé unos minutos para mí, para expulsar todas las lágrimas que me quedaban, eliminando así todo lo que me guardaba dentro.

-Le pedí que se casase conmigo y se desmayó...- susurré, con cautela, era la primera vez que ponía esas palabras en voz alta- Me siento responsable, y si les pasase algo yo... no podría soportarlo.

-Carlos...- en ese momento algo sonó en su bolsillo, y se levantó- Ven, está despierta.

Seguí a mi hermana por los pasillos del hospital en silencio, observándolo todo, hasta que entró por una puerta y yo me quedé unos segundos estático en el sitio, sin atreverme a atravesarla.

Varias personas salieron de la habitación, escuché un murmullo y agudicé el oído, prestando atención a la voz de mi hermana.

-¿Qué tal estás, Julita?

-Bien, creo... ¿dónde está Carlos?- entré sin dudar al escucharla a ella.

-Estoy aquí.- dije, cambiando hacia la cama donde ella se encontraba.

-Os dejaré a solas.- dijo Marilia, saliendo de allí, no sin antes cerrar la puerta tras ella.

Miré a Julia, tenía cara de cansada.

Palpó el colchón a su lado, y me senté, mientras ella entrelazaba nuestras manos.

-Yo... Lo siento muchísimo.- dije, bajito.

-¿Por qué?- preguntó.

-No tenemos por qué hacerlo, podemos simplemente olvidar esto y volver a lo de antes, si quieres...

Iba a continuar, pero alargó la mano que le quedaba libre para hacer que le mirase a los ojos.

-¿Por qué no pruebas otra vez?- propuso ella.

Fruncí el ceño, hasta que entendí a qué se refería.

-No hace falta que...- comencé, pero ella me interrumpió.

-Tú solo hazlo, inténtalo otra vez.- dijo- si aún quieres, claro...

Aún temeroso, le solté la mano y la llevé al bolsillo de mi pantalón, sacando la cajita de terciopelo de éste.

La abrí, dejando a la vista el anillo que había comprado apenas dos días atrás de manera impulsiva. No era muy extravagante, era sencillo pero bonito, como ella.

Me observaba atentamente, alternando los ojos entre mi cara y el anillo.

-No se me da bien esto, la única vez que lo he intentado ha terminado fatal.- ella rió al escucharme pronunciar aquellas palabras, suspiré, preparándome para lo que venía- Ni siquiera me he arrodillado, ni he preparado nada, pero... ¿Quieres casarte conmigo?

Ella no dijo nada, simplemente cogió mi cara entre sus manos y me besó, un beso que se volvió salado en cuanto algunas lágrimas bajaron por su rostro.

Nos separamos y le limpié las lágrimas con los dedos, acariciando con suavidad su mejilla mientras ella cogía con cuidado el anillo y se lo ponía en el dedo.

-Sí quiero.- dijo, y se rió, entonces pensé cómo de feliz podía haberle hecho para que no pudiese ni controlarlo, y me di cuenta de que ella me hacía infinitamente feliz a mí.

Me incliné para besarla de nuevo, una sonrisa se me escapó a mitad del beso, ella lo notó y sonrió también.

-Pero hay unas cuantas condiciones...- dijo, cuando nos separamos.

-A ver, ¿qué condiciones?- pregunté, se hizo a un lado y me tumbé, abrazándola, la cama era más bien pequeña, pero no necesitábamos más.

-No quiero una boda enorme, invitamos a nuestras familias y a los catorce y ya, pero nada de familia lejana ni amigos que hace años que no vemos.- dijo.

-Eso me parece bien, yo tampoco quiero mucha gente.- contesté.

-Y quiero organizarla ya, para dentro de un mes.- concluyó.

-¿Un mes?- pregunté, ella asintió- Podemos hacerlo, pero, ¿por qué?

-Después esto empezará a crecer.- dijo, señalando su tripa- Y no quiero casarme así, además, si esperamos a tener el bebé no nos iremos de luna de miel, será muy pequeño y no querremos dejarlo. Y no quiero esperar años, quiero casarme contigo cuanto antes.

Sonreí, reforzando mi abrazo en su cintura.

-Te quiero.- susurré, en su oído- Iremos a Cádiz por Navidad, invitaremos a tu familia a la boda y nos casaremos en un mes, si es lo que quieres.

-No hay nada que me apetezca más... y podemos dar la noticia del bebé en la boda.- propuso.

-Claro.- me dispuse a levantarme, pero ella me frenó.

-Quédate a mi lado.- suplicó.

-No quiero molestar, necesitas descansar.- dije.

-De todas formas tienes que dormir aquí, y ese sillón seguro que es muy incómodo...

-No sé...

-Es que como mejor duermo es contigo siempre.- hizo un puchero, y sonreí.

-No te puedo negar nada.- volví a acurrucarme a su lado, dejando un beso sobre su frente.

-Hazme cosas buenas...- murmuró.

Dejé un beso en su mejilla antes de comenzar a dejar caricias sobre su cabeza, sintiendo cómo poco a poco se quedaba dormida entre mis brazos.

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Este capítulo se llama como mi fic Julright favorito :)

Me encanta cómo me ha quedado este capítulo, espero que os guste a vosotrxs también muchísimo, gracias por leer y por las 27K de lecturas, os adoro.💖

Hasta Perderlo Todo -julright-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora