Hasta Perderlo Todo -julright-

28. Ya lo sabes

Narra Julia

-A ver, si quieres lo intentamos.- dije, mirando hacia abajo.

-Ya verás, es muy fácil, yo lo he hecho muchas veces.- dijo Carlos, cogiendo mi mano y saltando a una roca.

-¡Carlos!- exclamé, agarrándome fuerte a él, que se reía.

Comenzamos a bajar con más tranquilidad, había una forma más fácil, pero él quería ir por su propio camino.

Cuando mis pies tocaron la arena sólo pude dar gracias por no habernos tropezado a mitad.

Dejamos las cosas en la arena y yo me quedé observando la cala en la que nos encontrábamos, todo era precioso.

Aunque sin duda lo que más me gustaba era la cara de ilusión de Carlos por estar en Barcelona, su ciudad natal. Y que yo le hubiese dejado guiarme por allí.

Antes de que me diese tiempo a reaccionar, mi novio me cogió en brazos y me llevó al agua.

-¡Carlos no, para!- fui a darle un golpe en el hombro pero él comenzó a hacerme cosquillas en la tripa.

-¿Qué pasa, está fría el agua?- preguntó, con una sonrisa burlona.

-Pues sí.- respondí, cruzándome de brazos.

Me bajó, y entonces me lancé a besarle.

Nos separamos, y no pude evitar que una sonrisa tonta se escapase de mis labios.

Entonces él me quitó la goma del pelo, dejándomelo suelto.

-Te mato.- dije, acercándome a él, o intentándolo, pues comenzó a nadar hacia el otro lado.

-Eso será si me pillas.- comentó, sonriendo como un niño.

Le alcancé y me subí a su espalda riendo, él bajó la guardia y yo pude recuperar lo que me había quitado.

-Eres una locuela.- hizo que me colocase de cara a él y comenzó a darme besos por toda la cara- Creo que te quiero demasiado.

Dejé suaves caricias sobre su nuca, bajando a los hombros poco después.

-Yo también, ya lo sabes.- sobraban las palabras, en realidad.

-Lo sé.

Nos fundimos en un beso lento, hasta que él nos sumergió a ambos en el agua, fueron apenas dos segundos, pero cuando subimos una carcajada se escapó de mi boca.

***

-Eres imposible.- dije.

-Pero si te está encantando este viajecito.- replicó él.

-Un poco sólo...

-Ya, claro.- subió la cabeza, acercándose a mí, y me robó un pico, sonriendo.

Le devolví la sonrisa mientras apoyaba la cabeza en su pecho.

Estuvimos un rato así, hasta que fue él quién hizo un amago de levantarse, por lo que nos separamos.

Se puso de pie y aproveché para observarle detenidamente mientras buscaba algo en una bolsa.

-¿Qué haces?- pregunté cuando se giró hacia mí como un niño haciendo una trastada.

Antes de que pudiese rechistar comenzó a hacerme fotos con el móvil, a las cuales yo me resistía.

Me levanté de un salto y le arrebaté el aparato de las manos.

Puse la cámara frontal y me acerqué a él, hicimos varias fotos.

-Esta me encanta.- dijo, enseñándome una en la que salía el mar de fondo y el cielo anaranjado. Él me daba un beso en la mejilla y yo arrugaba la nariz.

-A mí me gusta, pero salgo rara.- contesté.

-Sales perfecta.- entrelazó nuestros dedos mientras lo decía.

Con la otra mano cogí la toalla del suelo, y juntos comenzamos a caminar, esa vez, por el camino que tocaba.

Llegamos al hotel y nos duchamos, apenas una hora después estábamos cenando entre conversaciones triviales y risas.

Nos sentíamos en casa, como siempre que estábamos juntos.

Y no teníamos pensado separarnos.

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Siento el ritmo algo lento que están llevando los capítulos, pero como ya dije en el último, es importante la simpleza en ellos para lo que se viene después.

Gracias por leer, volveré como muy tarde el jueves, pero intentaré subir algo antes, sobre el lunes o martes.💛💛💛