Amiga en turno

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UN MES DESPUÉS

La vida en la ciudad no es tan difícil como yo creía, por las mañanas voy a la escuela y en las tardes trabajo, los fines de semana los tengo libres y en realidad todo está muy tranquilo a excepción de una detalle... Valentina.

Después de esa noche cenando pizza, en la universidad me evadía y no contesto mis mensajes, es tanta su indiferencia que me hace pensar en que algo estoy haciendo mal yo, el problema aquí es que no hablo con nadie del tema y así no puedo tener mas puntos de vista.

-vamos Jul hoy será un día pesado- Ale pasaba su mano frente a mi rostro, era mi jefa en el restaurante pero solo nos llevábamos un par de años, así que nos llevábamos muy bien -¿en que tanto piensas?- pregunto mientras me daba una charola con trastes

-nada en especial- sonreí, lleve la charola a su lugar y regrese a secar vasos con ella

-llevas días así ¿todo bien?-

-si, tengo exámenes y me preocupan- ella sonrió ligeramente

-sabes que lo que necesites puedes pedírmelo- era evidente que no me creía, yo asentí con la cabeza y seguí trabajando.

No se cuanto tiempo había pasado, no mucho menos tenía idea de cuantas mesas había atendido, hasta que por algún motivo mire hacia la puerta y vi entras a Valentina con una atractiva acompañante. Rogué a todo lo que existe que no se sentara en ninguna de las mesas que atiendo, pero no funciono, tome un par de menus, me arregle un poco el mandil y respire profundo.

-buenas tardes- comente, no le sorprendió verme, la joven era muy bien parecida y además amable, les dejé las cartas y me alejé lo más tranquila que pude de ahí, me metí a la barra y a lo lejos la veía platicar tranquilamente, incluso reían, algo dentro de mi comenzaba a doler

-¿estas bien?- me volvió a preguntar Ale

-si- era evidente que no les quitaba la vista de encima, ella volteó a la misma dirección que yo y sonrío ligeramente

-¿no me digas que eres fan de ella?- me pregunto divertida

-no- respondí rápidamente

-¿entonces por qué tan nerviosa?- se veía que intentaba entender para ayudarme

-por nada- de inmediato entre a la cocina

-Valentina viene aquí porque tenemos un acuerdo de confidencialidad con ella, así que por favor actúa normal frente a ella-

-la joven con la que viene ¿es su novia?- pregunte con miedo

-¿novia?- comenzó a reírse -¿que ocurrencias dices?- no dejaba de reír -en dado caso quieres decir novio y no, aquí solo viene con alguna amiga en turno-

-¿amiga en turno?- levante una ceja

-si Juliana, supongo que se enfada rápido de sus amigas y cambia por otra- comenzó a caminar dejándome parada a mitad de la cocina -ya sabes como son las niñas ricas- ahora entendía un poco mas el misterio que la rodea. Tome aire y regrese a la parte delantera del restaurante, me acerque a ellas y tome su orden, Valentina me sonreía de manera diferente, como si ese gesto quisiera decirme algo, pero después de lo que me dijo Alejandra no tenía muchos ánimos de averiguarlo.

Les lleve su comida y algún par de cosas extras, perdí la noción de cuanto tiempo estuvieron ahí, pero platicaba con demasiada confianza, me hacía creer qué tal vez esa es "su nueva amiga" tal vez no fui lo suficientemente atractiva para su colección. Suspire y mejor seguí con mi trabajo, faltaba poco para cerrar y lo único que quería era salir corriendo de ahí.

Verla ahí sentada sonriente me hacía sentir estupida, de seguro a todas les dice lo mismo y yo caí pensando que era una persona especial.

Por fin pidieron la cuenta, se las deje en la mesa y yo me fui a refugiar dentro de la cocina, me molestaba no poder hablar con nadie, tener que tolerar sus desplantes y fingir que nada pasa.

Fui a limpiar la mesa, me sorprendió ver una pequeña nota que debajo en una servilleta, decía que me hablaría después, la apreté, sin dudarlo un segundo la aventé al bote de basura, limpie lo que hacía falta y había terminado mi turno, acomode mi mandil en mi casillero y tome mi sudadera.

-¿quieres que te lleve?- me pregunto Ale

-no te preocupes- le sonreí ligeramente

-es más tarde de lo usual, no puedo dejar que te vayas sola- sonreí nuevamente y acepte su oferta, tome mi mochila y salimos del local, al día siguiente era sábado, así que por un lado sentía alivio de que descansaría.

-¿por qué supusiste que Valentina es lesbiana?-pregunto con curiosidad

-no lo hice, solo lo comente sin pensar- mire por la ventana

-debo confesarte que yo también pensé lo mismo la primera vez que la vi, incluso varios del restaurante lo han comentado, el ver que siempre trae amigas nos hace dudar- comentaba mientras manejaba

-¿nunca has hablado con ella?-

-¡no!- exclamo rápidamente -solo la atendemos como si fuera otro cliente más, dura horas hablando con quien venga y listo nos ganamos una buena propina- sonrió

-¿por qué ahí? Es muy bonito el lugar pero no creo que...-

-que sea un lugar donde vaya gente como ella- me interrumpió

-exacto-

-ni nosotros sabemos el por qué, es muy hermética- en eso llegamos a mi casa

-muchas gracias por traerme-

-no te preocupes- nos despedimos de beso en la mejilla -nos vemos el lunes- baje del auto y solo me quede unos segundos mas para ver cuándo arrancará, subí al departamento, me metí a bañar para quitarme el aroma a comida, como no tenia mucha hambre solo me prepare un poco de café y me dispuse a ver tele en la sala, mientras veía un programa comencé a pensar en la joven acompañante de Valentina, definitivamente es una persona con dinero, de nuevo mi imagine que estarían pasando una noche muy divertida, por inercia le cambie de canal, como si intentara cambiar de ideas, pero no podía, me frustraba la idea de pensar que estaría acostándose con alguien.

Apague la tele y deje la taza en la barra, con algo de enfado me fui a acostar, cosa contraria a lo que siempre me pasa, esta vez el silencio ayudo a calmar esas ideas, me abrace de una almohada y cerré los ojos hasta quedarme dormida.

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Hola!!!

Capitulo corto pero necesario!

Los quiero ❤️😘

Quédate conmigo (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora