Quédate conmigo (Juliantina)

Pasillo de hospital

-no lo entiendo- en las últimas horas era algo que decía mucho

-lamentó no haberte podido contactar antes- me decía el papá de Val -hasta que me entregaron su celular me di cuenta de tus llamadas- me entregó un vaso desechable con café

-no se preocupe, yo entiendo-

-¿como te enteraste?-

-íbamos a salir de viaje, anoche Lucho fue a la casa y tuvimos un altercado con el, decidimos tomarnos unas vacaciones- suspiré intentando aguantar las lágrimas -al ver que no llegaba me intenté distraer y fue ahí cuando lo vi en las noticias- como nunca imaginé, el señor pasó su brazo por mis hombros y me abrazo

-de verdad lo siento mucho- el también lloraba -espero que no sea tarde para estar con ustedes-

-no lo es- comente rápidamente

-de nuestra cuenta corre que Lucho pagará lo que acaba de hacer-

-no me diga que el...-

-si- dijo su esposa sentándose al otro lado mío -nos lo acaban de confirmar-

-¿a el le paso algo?- pregunte

-te soy sincera no me interesa saber, si se muere por mi estaría mejor- dijo su mamá -el me les hizo daño- hubiera sido un momento muy lindo al escuchar eso último, pero estábamos a la mitad de un pasillo de hospital en plena madrugada esperando alguna noticia por mínima que fuera de Val.

HORAS ANTES

VALENTINA

-no te preocupes hija- estaba sentada en la oficina de mi papá, tenía algo de nervios decirle mis planes, pero parecía tomar todo mejor de lo que pensaba -ustedes necesitan despejarse he incluso reencontrarse-

-Gracias- sonreí ligeramente

-y referente al tema de Lucho, yo me encargo- me sorprendí -todo esto fue nuestra culpa, lo menos que podemos hacer es hacer que Lucho las deje en paz-

-¿que harán?- tenia curiosidad

-es mejor que no lo sepan- cerro uno de los folders que tenía frente a el y lo apiló con los demás

-¿lo lastimaran?- volví a preguntar

-solo de ser necesario- nos miramos por un momento -Mira Val quiero que entiendas algo, es verdad que todo esto es culpa nuestra, pero también debemos entenderlo a él- levante una ceja -Lucho nunca supo nada, el vivió pensando que la amistad de ustedes se había transformado en algo más, el hecho de que en un instante todo cambio, debió ser un golpe duro, pero sobre todo bajo- suspiré asimilando lo que me estaba diciendo -claro que no justifica lo que les hizo anoche, pero está herido y una persona con el corazón roto es capas de cualquier cosa-

-lo se-

-quédate tranquila, intentaré que todo salga de la mejor manera- volví a suspirar y revise mi reloj -en realidad lo que estás grabando no lo ocupamos con urgencia, así que si quieres ya te puedes ir- sonreí y de inmediato me levante a abrazarlo 

-entonces ¿se pospone la comida?- me pregunto al separarnos

-y si ¿mejor nos alcanzan a donde vayamos?- sabía que era una idea loca, pero me nacía proponerla

-tu madre hace meses muere por unas vacaciones, amará la idea- sonreímos

-¿entonces aún no tienen destino?- solo negué con la cabeza -a veces son los mejores viajes- acarició mi mejilla, salí de su oficina después de despedirme, faltaban minutos para que fueran las 3 de la tarde, vi que Juls me había marcado, pero preferí guardar mis cosas, le podía marcar desde el auto y perder menos tiempo.