Capítulo Veintinueve

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—¿Has visto algo extraño?—. pregunté mirando hacia todos lados buscando indicios de algún movimiento turbio

—Nada—. negó

Estaba exhausta, ya llevábamos tres horas en esta estúpida fiesta y no podemos averiguar nada. La verdad y siéndoles sincera quiero dejar todo esto he irme a dormir de una vez por todas.

—¡Ya sé!—. grito efusivo

Me volteé rápidamente por el susto e inconscientemente coloque mi mano izquierda encima de mi pecho que subía y bajaba con brusquedad.

—¿Qué?—. pregunté mientras intentaba no verme tan afectada por el susto

—Vamos a algún lugar lejano a la fiesta, probablemente puedan estar por ahí—. sugirió

Asentí y comenzamos a caminar derecho a las puertas traseras mientras una que otra persona nos lanzaba miradas curiosas, sonrientes y llenas de carisma. Gracias a que el cuerpo de mi acompañante es extremadamente corpulento se me hacía más fácil pasar ya que este iba frente a mi abriendo paso entre toda la masa de gente en la fiesta. Al llegar a las puertas igual de grande que las principales no esperamos siquiera un minuto cuando Matthew colocó sus dos manos en las manillas empujandolas y abriendolas ceveramente para permitirme salir primero y ya fuera este cerro las puertas tras el mientras inspeccionabamos el gran jardín lleno de rosas, flores y luces de todos colores adornando el lugar pero, nada.

—Aún queda terreno hacía los lados, busquemos en silencio—. dijo tomándome por la cintura

—¿Qué es exactamente lo que quieres saber hoy?—. cuestione inquieta

Este no me respondió al momento, al contrario, se tomó su tiempo para responder dándome a entender que el tampoco sabía que es lo que quería averiguar hoy.

—No puedo decirlo con certeza amor, sea lo que sea sirve para que tú lo vayas entendiendo—. dijo, despreocupado de sus palabras

Esperen... ¿Escuché bien? ¿Acaba de decir para que YO lo comprenda? ¿Esque acaso el sabe el secreto de su padre? ¿Porque quiere que YO comprenda?

—¿Porqué quieres que yo comprenda?— me apunté ceñuda—. ¿Acaso sabes que hizo tú padre?

Y en ese momento es como si la muerte hubiera caído sobre el cuerpo de Matthew ya que seso de respirar, su cara se torno muy pálida a mi gusto y su cuerpo entero flaqueo a mi voz.

—¿Qué?— aclaró su garganta—. Yo no dije eso.

—¿Ah sí? Dime entonces— pedí—. ¿Qué dijiste?

—Yo...

No pudo terminar de hablar cuando sentimos unos gritos potentes a unos metros alejados de nosotros provenientes de los grandes árboles a los costados del edificio.

—Ahí están—. dije moviendo mi cabeza hacia los árboles

—Vamos—. tomó mi mano y me guió hasta ese lugar

Caminamos con dificultad ya que el piso estaba desnivelado y mis tacones no ayudaban en lo absoluto pero al menos tenía los brazos de mi chico al rededor de mi cuerpo y en caso de cualquier mal movimiento este estaba listo para protegerme o sostenerme.

Al llegar al lugar toda la sangre de mi cuerpo cayó a mis pies en una milésima de segundo al ver tal imagen frente a mis ojos—. No es posible—. pensé asustada

—Basta ya de juegos—. reclamo la potente voz de Tristan mirando con asco la silueta que estaba en el suelo

Inconscientemente puse una de mis manos sobre mi boca mientras me refugiaba más en el lugar donde estabamos escondidos. Ahí estaba él, ahí estaba el magnate tirado en el suelo con su cara empapada de sangre y no sólo, si no que con él estaba Tristan y Adam.

Destruidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora