capítulo trece

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Han pasado muchas horas desde que salí del apartamento y ya era casi media noche. Estaba en un parque desolado sentada en una de las bancas sola y sin dinero, tenía pensado pasar la noche donde las chicas pero Matthew me encontraría y no quiero dejarles un caos así que sólo me vine aquí a esperar morir de frío o de alguna apuñalada.

Sí, soy una grandiosa optimista.

Ya eran las 1:00 a.m y moría de sueño, frío y hambre. Pensé en volver pero aún tenía ese pesar en mi estómago que me lo impedía y no entiendo porque lo era, si era por el coraje, irá o miedo. Seguía sumida en mis pensamientos mientras me abrazaba a mi misma hasta que vi una silueta caminando con poderío hacia mí, pensé que aquella sombra no me vio pero ese pensamiento se esfumó cuando vi que se acercaba a mi a paso acelerado.

Me levanté de un golpe y sólo procedí a correr y podía sentir como la persona tras mío corría para alcanzarme y lo hizo, luego de correr por casi todo el lugar sentí como una mano atrapó mi brazo y me hizo girar haciendo que de un traspié. Quedé boquiabierta cuando vi a Matthew frente a mí despeinado y con aire paranoico respirando con dificultad, apretando mi agarré y sintiendo un poco el temblor de sus manos, ninguno dijo nada pero los dos estábamos bastante confundidos.

—No hagas esta mierda nunca más o te juro que te arrepentirás—. sentenció

—¿A sí?— pregunté con ironía—. ¿Entonces tengo que quedarme para que me golpees?

Sentí como apretó más su agarré a mi brazo y me fue inevitable hacer una mueca de dolor y justo cuando mi vista se dirigió hacia mi brazo el me soltó dando un paso hacia atrás.

—No lo iba a hacer, sólo fue un impulso yo no...—. dejó las palabras al aire y se tapó la boca soltando una maldición en signo de frustración

—Mira, creí que no seríamos esas típicas personas que aunque vayan al mismo destino se llevarían como perros y gatos, creí que podríamos no ser amigos pero al menos tener buena comunicación para así hacer más fácil toda esta mierda— apunté su pecho con mi dedo índice y le di varios golpecitos con este—. Pero tú lo dijiste, no podemos ser amigos ni nada y ahora lo comparto porque no dejaré que otra vez alguien me levanté la mano, ni siquiera tú por que si crees que tienes poder sobre mi estás bastante mal.

El me miró algo asombrado, no se si fueron mis palabras o la situación en la que nos encontrábamos.

—¿Alguien más te golpeaba?—. preguntó descolocado

—No sólo eso, pero a ti te tiene que valer una mierda, ¿Como me encontraste?—. pregunté algo dudosa

—Me tenías preocupado, te desapareciste horas y recorrí toda la ciudad, cuando fui donde tus amigas me dijeron que no estabas y creí que te había pasado algo, no les dije nada para no preocuparlas pero temí que alguien nos vio esa noche y pensé que te hicieron algo. Recorrí todos los parques y este era mi última opción y pude reconocer a metros de distancia a una mojigata muerta de frío y sumida en sus pensamientos—. metió sus manos a los bolsillos y se junto de hombros dando aire aliviado y despreocupado

Bien, me busco por todas partes y eso es algo lindo pero lo hizo por que temía a que me encontrarán y eso significaba poner en peligro nuestro plan y su nombre así que es algo justo.

—Ten, pareces pollo desnutrido—. me tiro literalmente su chaqueta en toda mi cara

La acepte porque si tenía frío y tiritaba demasiado.

—Y otra cosa— dijo mientras caminabamos—. No apagues nunca más tú teléfono.

—Si bueno ya cállate, tú voz me irrita y sólo quiero descansar—. rodee los ojos aunque sabía que no lo notaría por la oscuridad en el sector

Caminamos en silencio y llegamos a su auto, me subí en la parte del copiloto y apoye mi cabeza en la ventana. A medida que íbamos sentía más el pesar de mis ojos y a los 10 minutos ya no sentí más

Creo que me dormí.

***

Desperté desorientada y cuando no reconocí el lugar me levanté enseguida, este cuarto no era el mío sino que de otra persona. Mi vista recorrió la habitación y recordé que este era el cuarto de Matthew, sentí un alivio extraño al ver que era de él y que tenía la misma ropa de ayer

Hice una mueca al ver que no dormí en mi pieza, me encamine hacia las afueras del cuarto y note que era medio día, seguí caminando y vi a Matthew con el ceño fruncido mientras miraba algo en su computador. Hice sonar mi garganta para captar su atención.

—¿Porque dormí en tú cuarto y no en el mío?—. pregunté dudosa

—Sí, alguien te a dicho que eres una niña caprichosa y malhumorada cuando estás dormida?—. soltó una risa

—¿Qué?—. pregunté ceñuda

—Ayer en el auto te dormiste, cuando llegamos te intente despertar pero sólo me decías; déjate de molestarme, déjame ser y déjame volar— dijo imitando mi voz sin parar de reír—. Así que te tome y te traje al apartamento, te deje en el suelo y era notorio que seguías durmiendo pero era algo así como si estuvieras sonámbula, fuiste al final del pasillo y yo te dije que ese era mi cuarto pero tú sólo me ignoraste y cuando fui tras tuyo ya estabas recostada y envuelta en mis sábanas.

No le creía, no recuerdo.

—No te creo ni mierda, no dije eso—. me junte de brazos

—Pues claro, estabas sonámbula—. hizo su respuesta algo obvio

Si tenía sentido, las chicas igual me decían que era sonambula así que no le tome importancia y volví al planeta tierra cuando Matthew me volvió a hablar.

—Estuve averiguando quién es ese tal Tristan, el de esa noche y...— pasó su dedo índice por su ceja—. Es un ex agente de la FBI, esta retirado y digamos que fue el mejor en su trayectoria.

No espere que fuera un ex agente de la FBI, más bien pensé que era un narcotraficante o algo por el estilo pero no damas y caballeros, es un ex agente de la FBI.

—¿Qué mierda tiene que ver tú padre con él?—. la pregunta salió por si sola

—Es lo que sabremos en la próxima fiesta de la empresa de mi padre—. dejó su computador y se levantó del sillón quedando escasos metros alejado de mí

—¿Y que pretendes hacer?—. pregunté ansiosa por su respuesta

—Eso lo sabrás cuando estemos allá, cielo—. sonrió

Pasó por mi lado y se largó a su cuarto dejándome ahí sola con miles de pensamientos y posibilidades en mi cabeza de las cuales sabía que nada sería bueno, de eso estaba completamente segura.

<Las personas son imbéciles en algunos casos y otras son completamente lo contrario>

Siento muchísimo el que este capítulo sea tan corto y tan aburrido, la verdad es que me costó bastante hacerlo y no quede para nada satisfecha con el resultado, lo lamento demasiado.

Destruidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora