—Déjame—. dije intentando contra todas mis fuerzas gritar lo más fuerte posible
Era inútil, algo no dejaba moverme, mis extremidades no respondían y me sentía jodidamente mareada solo sintiendo un gran peso encima de mi estómago.
Mi vista era casi nula, no podía ver con claridad pero si podía distinguir una figura masculina la cuál se movía con desespero sacando sus prendas encima de mí.
—Clairo, ¿somos amigos, no?—. me dijo mientras posaba una de sus manos bajo mi muslo aprovechando de subir mi vestido
Mi voz no salía, mi cabeza pesaba y solo tenía un nudo en el estómago aguantando por no vomitar—. Los amigos no... hacen esto. Tengo 13, te estás equivocando... yo no soy mamá.
—Se bien que no eres mamá preciosa.
Al decir eso se incorporó en el piso y sentí como brutalmente resbalaba una tela por mis piernas. Mi consciencia sabía que se trataba de mi ropa interior más mi cuerpo no reaccionaba al tacto y no llegaba toda la información completa a mi cerebro.
—Solo, no quiero... déjame—. dije logrando alzar mi mano la cual cayó antes de siquiera tocarlo
—No te vas a olvidar de esto esta noche, por más que estés como estés—. dijo riendo
Y de pronto sentí como algo se expandía dentro de mi, como algo estaba fuera de su lugar y nuevamente mi cerebro no recibió la información requerida y solo me quedaba mirar hacia un punto fijo y esperar. No sabía qué exactamente, pero debía esperar.
Sentí como algo pasaba sobre mi cara, sobre mis pechos y sobre mi estómago pero no mire, no tuve la fuerza para hacerlo, solo soltaba lágrimas vacías y seguía mirando hacia un punto fijo tarareando las vagas líneas de mi canción favorita.
***
Me sobresalté de la cama y rápidamente corrí hacia el baño para vomitar mientras soltaba fuertes sollozos. Las imágenes se repetían una tras otras y la melodía de la canción que más amé en algún momento se hizo presente martillando mi cabeza una y otra vez.
Al terminar mis piernas temblaban por lo cual tuve que recibir apoyo de las paredes. Una vez incorporada me saque las pocas prendas que llevaba dejandome solo en ropa interior y me metí desesperada a la ducha sin importarme que al abrir la llave salió agua ardiendo que estaba dañando mi piel.
Mi cuerpo cayó haciendo un gran estruendo que con la ayuda del agua se escucho más de lo que debería. A pesar de que veía el exagerado vapor brotando por doquier no me inmute y seguía llorando mientras tocaba mis partes desesperada por calmar mi llanto y peso de consciencia. Mi piel rápidamente comenzó a ponerse roja y a pesar de que sentía que las gotas de agua caían como alfileres eso tampoco me detuvo.
Nada me detuvo hasta cuando solté un gran grito de desesperación y oí como la puerta se abría abruptamente haciendo ver a un Matthew paranoico con su mirada inyectada en adrenalina y miedo.
Este se quedó unos minutos mirándome atónito hasta cuando hice una mueca de dolor, junté mis dientes y eché mi cabeza hacia atrás sintiendo como cada vez el agua parecía convertirse en agujas incrustadas en mi piel.
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Destruidos.
Teen FictionClairo era una chica la cuál vivía de las drogas y aquellas sustancias que te van matando con ese mismo fin, morir. Matthew era un chico igual de destruido que ella, con demonios dentro intentando ignorar todo tipo de inestabilidad y a eso recurre a...