Destruidos.

capítulo veintidós

Han pasado ya un par de horas desde que llegamos a casa y aún tengo en mi mente lo que dijo en el auto y no puedo evitar no tener una sonrisa en mi rostro cada vez que ese momento pasa por mi cabeza.

—Estás muy callada, ¿pasa algo?—. preguntó mientras seguía limpiando los muebles que ya tenían polvo

—Nada, sólo que estar aquí me trae muchos recuerdos—. en gran parte era cierto, aún había mucha presencia de mamá aquí y eso seguía doliendo

Dejó de hacer lo que estaba haciendo y me abrazó, fue un abrazo acogedor y tierno que a mi parecer duro muy poco pero fue lindo de igual forma.

—Ah pesar de que no la conocí muy bien estoy seguro que ella no querría verte así—. aseguró

—Lo sé, lo siento—. sonreí

—No lo sientas, no hiciste nada malo.

No dije nada y seguí barriendo hasta dejar despejado el lugar y tenerlo tal cual como siempre a estado; limpio y reluciente. Me senté en el sillón un poco exhausta y con un pequeño dolor de espalda mientras tarareaba una canción.

—Este día está fantástico para un paseo—. dijo una voz muy conocida frente a mí

No me di cuenta cuando cerré los ojos hasta cuando los abrí y vi a Kerry frente a mi con una radiante sonrisa.

—Hola— dije entusiasmada mientras me colocaba en pies—. ¿Como estás?—. pregunté mientras la abrazaba

—Estoy bien, ¿tú como estás?

—No como me gustaría estar a decir verdad—. hice una mueca de disgusto y tristeza

—Descuida, pasará—. me regalo una sonrisa y apoyo su mano a mi hombro

Yo le sonreí y coloque un mechón de cabello tras mi oreja.

—¿Como supieron que estábamos aquí?

—Matthew nos llamó, nos explicó que fue lo que pasó y dijo que necesitabas distraerte un poco de todo lo que estaba pasando, que tenías suficiente—. explicó

—Qué extraño, Matthew me hubiera dicho—. asegure

—No quiso decirte porque sería sorpresa.

—¿Y Alaska?— pregunté mirando tras de su espalda

—Ella está afuera hablando con tú chico— levantó sus cejas en forma de insinuación.

—Tengo qué contarte muchas cosas—. le dije en un susurro

—Soy todo oídos—. respondió con una sonrisa

Le conté todo lo que a pasado entre Matthew y yo, nuestras cercanías, nuestras bromas y nosotros en general.

—Oh por Dios— se apresuró a decir—. Acaba de decirte que le gustas.

Termine de contarle todo incluso hasta lo que pasó está mañana y mientras se lo contaba sus facciones iban cambiando en cuestión de segundos lo cual era muy gracioso de ver.

—Sí, algo así—. sonreí emocionada

—¿Y tú sientes lo mismo?—. cuestionó curiosa

¯No lo sé, quizás sí o quizás no, no estoy segura.

Vi como Ker rodó los ojos divertida y se separó de mi lado para salir a las afueras de casa en busca de los chicos y cuando volvió en menos de un segundo tenía a Alaska colgando de mi.

—Yo igual te extrañe—. dije apenas ya que me estaba ahogando con su abrazo

—Iremos a la playa—. celebró