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London, England.

2014.

Zayn

Ese momento en el que piensas que tu vida es perfecta, que vas a continuar con una sonrisa,—siento ponerme tan maricón— y que como tu cama no existe nadie más calentito, cómodo y reconfortable, ese momento, hasta que suena el despertador y todos tus planes de vida perfecta se van a la mierda, ¿os pasa verdad? No me mintáis, sé que sí.

Por muy a mi pesar hice el esfuerzo de levantarme. Estiré los brazos y las piernas, dándole adiós al tan querido edredón y me levanté de la cama notando como se me ponían los pelos de punta a causa del frío suelo, ya podían poner una puta alfombra joder, que no cuesta nada, vaya puta mierda de residencia.

Me froté los ojos, deshaciéndome de algunas legañas y miré a la otra cama donde se encontraba el gandul de Louis, todavía dormido, por cierto.

Me acerqué a su cama y me arrodillé quedando a la altura de su oído.

—Louis, cariño, es tarde, tienes que ir al colegio. —dije endulzando mi voz.

—Mmm, un poquito más, mamá. —sonrió dándome la espalda.

—He preparado tortitas, cielo, y no querrás llegar tarde a la escuela. —me estaba descojonando joder.

Sabía que las tortitas eran su punto débil, es por eso que al decir la palabra mágica pegó un bote en la cama y chilló:

—¡Tortitas! ¿¡Has hecho tortitas?! —preguntó con la voz ronca, pero se notaba esa pizca de ilusión. Ay, qué iluso es el pobre.

—Claro que no, maricón, venga, tenemos que ir a la universidad. —reí dándole una palmadita en la mejilla y levantándome, girando sobre mis pies para dirigirme hacia el baño a darme una buena y fría ducha.

—Eres un cabrón, no vuelvas a jugar con las tortitas, ¿me oyes? Jamás, Malik.

—Vale, cielo. —reí tirándole un beso.

—Qué asco. —masculló.

—¡No mientas, sé que te gusto!

—Me encantas, morito.

✿✿✿

—¿Creéis que habrán venido las pijas? —preguntó Niall abriendo su taquilla.

—De esas no te libras ni prendiéndole fuego a la habitación. —bromeó Liam.

Reímos.

—Ahí te doy la razón, Payne. —coincidió Harry.

—Habrán cogido la ropa del vertedero. —dijo Louis encendiendo un cigarro.

—No me creo que lleguen a tal nivel, las muy mimadas tenían ropa de Hollister, con eso te lo digo todo, que yo haya contado, nueve camisetas cada una, ¡cada una!

—Si les hubiérais visto las caras que se le quedaron, y los restos de maquillaje adheridos a la cara, parecían tres mapaches, lloraban por un puto trozo de tela, joder. —comentó Liam.

—Hola, guapos. —habló una voz aguda y frágil, como si fuera a romperse en cualquier momento.

Nos giramos y vimos a tres chicas vestidas como si fueran a un puto club de baile con barras de metal pegadas al suelo y no a una universidad, putas guarras. Aunque he de decir que la pelirroja era muy follable y... hace tiempo que no follo, soy débil, muy débil y más delante de una guarra con minifalda negra, escote al aire, tacones y dos coletas rizadas a los lados de su cabeza.

Screwed up mess | One Direction Fan Fiction |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora