Screwed up mess | One Direction Fan Fiction |

XIV

London, England.

2014.

Harry

—¿Qué coño ha sido eso?

—¿El qué? —preguntó Niall haciéndose el loco. Vaya gilipollas, este se la había tirado y se lo quería callar.

—La manera en la que ha sonado la puerta cuando hemos entrado, no te jode —ironizó Liam—. Que qué hacía aquí la pija esa.

—Tenía mal de amores y necesitaba compasión de un picha brava como yo.

—¿Te la has tirado? ¿No le daban asco los hongos?

—No tengo hongos, tío, estoy a dos velas por la mierda de rumor ese, y no, no me la he tirado —hizo una pausa antes de proseguir—. Decía que estaba sola y se estaba comiendo mucho la cabeza, que necesitaba hablar con alguien y contarle lo que le había pasado.

—¿Y te cuenta a ti sus penas? No entiendo una puta mierda, tío. —preguntó Liam aturdido.

—Yo qué coño sé. Dice que le gusta un tío y que le ha besado, pero él pasa de ella, paranoias que se montan las tías en su cabeza, me la suda.

—Cuando hemos llegado estabais muy juntitos.

—Porque no sé qué me ha pasado, me he dejado llevar y casi la beso, estoy zumbado de la puta cabeza, tío. Esto de estar a dos velas me tiene transtornado.

—No es fea la chica —contestó Liam—. De hecho, está bastante curiosa.

—Ya tío, pero me la suda. ¿Y vosotros qué?

—Estábamos dando una vuelta a ver qué se cuece por ahí y no había nada qué hacer.

—Me aburrís, sois un coñazo, que os den.

Oí una que otra queja sobre mi grosería pero hice caso omiso y salí de la habitación dando un portazo.

Me requemaba mucho, estaba hasta los cojones, de todo, de todos. Vale que no tuviera muchas cosas importantes que hacer, pero encasquetarme el tener que separar a la puta de Allison y al gilipollas de Josh no era algo que me apeteciese mucho.

Pero como ya he dicho, tampoco tengo nada mejor que hacer, así que me dedicaré a investigar un poco sobre cuándo será su próxima cita, y así joder un poco, a ver si de paso consigo aunque sea un buen polvo.

Me dirigí hacia la zona común a ver si había alguna de las amigas de Allison para conseguir algo de información y tuve suerte ya que estaba allí Valerie, leyendo.

—Hola.

—¿Por qué me hablas? —preguntó levantando la vista de su libro.

—¿No puedo?

—Nunca lo haces.

—Siempre hay que tener una primera vez para todo, ¿no crees? —contesté con una sonrisa.

—Supongo.

—¿Siempre eres tan desagradable?

—Cuando solo me hablan para molestar, sí. —reprochó con una sonrisa amarga.

—No quiero molestar, solo quiero hablar.

—Pues habla. —cerró el libro y posó su mirada en mí a la espera de que dijera algo.

—¿Tus amigas están solteras todas?

—¿A cuál te quieres tirar?

—¡A ninguna! —exclamé haciéndome el ofendido—. Es por hablar de algo simplemente. Pero contéstame.