Screwed up mess | One Direction Fan Fiction |

XV

London, England.

2014.

Allison

Estaba acabando de arreglarme para mi cita con Josh. Y tenía a las cuatro pesadas que tengo como amigas acosandome a preguntas de todo tipo.

Estaba ilusionada para qué mentir. Por fin un tío que ademas de estar bueno, que lo está, y mucho, tiene todo lo que una chica quiere en un tío. Aunque, de momento, no quiero nada con él, qué digo, lo quiero todo con él.

Cuando acabé de arreglarme se pusieron las cuatro delante de la puerta impidiendo que pudiera salir.

- ¿Qué coño os pasa? ¡Voy a llegar tarde por vuestra culpa!- exclamé resignada.

- Oye guapa ni se te ocurra gritarme así por una mierda de tío- comentó Hailey ofendida.

- Vale, perdón. Es que me estoy poniendo nerviosa, joder. ¿¡Me dejáis pasar, coño!?

- Para empezar, relaja las tetas y no pagues con nosotras tu estresada vida. Segundo, toma precauciones... Ya sabes para que... No queremos tener otra como tu molestando por aquí - soltó Valerie haciendo la gracia del día.

- ¡Pero tú estás enferma! O más que eso: desesperada. ¡No voy a follar con Josh! ¿Os ha quedado claro de una puta vez? -grité de los nervios.

- Sí, sí, clarísimo. - dijeron las cuatro a la vez.

Qué zorras.

- Venga, tema solucionado. ¿Me dejáis pasar ya, por favor?

Se apartaron de la puerta y pude salir de la habitación.

Iba caminando por el largo pasillo y escuchaba los gritos de las degeneradas estas diciendo que fuera todo bien y, como no, la desesperada de Valerie repitiéndome lo de las precauciones.

Cuando llegué a la salida me choqué con algo que ni me esperaba ni quería encontrarme en estos momentos.

- Hola guapa, ¿paseando?

- Harry, déjame por favor, tengo cosas importantes que hacer y no quiero perder el tiempo.

- Qué pena que no me pase lo mismo, yo puedo gastar todo mi tiempo libre haciéndote perder el tuyo.

- Qué pena que no te permita hacerlo, adiós.

Intenté salir pero no me lo permitió poniendo su cuerpo delante.

- ¿Dónde te crees que vas, preciosa? -me susurró al oído y dejó un pequeño beso en mi cuello.

Todo mi ser fue invadido por un escalofrío.

- A cualquier sitio donde no estés tú molestando. Por favor, no seas un hijo de puta como habitualmente y déjame pasar anda.

- No tengo permitido hacer eso, lo siento. Ya que estaremos aquí un buen rato, ¿qué te parece si hacemos algo productivo?- preguntó elevando una ceja.

- ¿Qué te parece si haces tú algo productivo y me dejas salir por la puerta?

- Tengo demasiadas ideas de hacer cosas productivas contigo y ninguna es dejarte salir.

- Eres un cerdo de mierda.

- No puedo negarlo- me respondió sonriendo con una sonrisa muy bonita.-Nadie podría ser un santo con alguien como tú delante, al menos yo no estoy entre esos.

- ¿Puedes parar de ligar conmigo y dejarme pasar? Llego tarde.

- Uy, qué pesada, chica. No voy a dejarte pasar, ¿claro?