XLV

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Forest of Bowland, Lancashire.

England.

2014.

Niall

La noche había caído al fin mucho después de un duro día de trayecto a la cabaña. En este momento nos encontrábamos todos en la parte delantera de la casa contemplando una fogata que anteriormente habíamos encendido y asando las famosas nubecillas de algodón que si os digo la verdad, están malas como su puta madre. El sabor se te quedaba grabado en el paladar y era una sensación asquerosa teniendo en cuenta que la única manera posible de que desapareciera ese espantoso sabor era bebiendo agua y ni con eso funcionaba, así que digamos que íbamos apañados esta noche.

También os preguntaréis qué coño hacemos en pleno mes de diciembre afuera de una cabaña a las doce de la noche pudiendo estar la mar de calentitos dentro. Pues bien, yo os lo diré: Porque somos gilipollas.

Según decían las chicas les parecía más mágico y más bonito permanecer helado como un cubito de hielo cuatro horas por la noche a la intemperie a merced de cualquier bestia de la noche que pudiera estropearnos la dulce velada. Y si me tengo que poner a contaros cómo hemos conseguido encender el fuego; tened por seguro que hoy no acabo. Así pues, para remediar el frío usábamos tres mantas cada uno como barrera protectora. En caso de soplavelas como Louis y Valerie para ellos únicamente quedaban dos mantas. Y tenían dos opciones: O ponerse juntos, o joderse y pillar una hipotermia. Y como nuestra amiguita Valerie no estaba para cachondeos, tuvo que robarnos a Hailey y a mí una manta. Tócate bien los cojones. Y hablando de cojones, los míos están entumecidos. Me da que esta noche no podré rendir como un buen hombre en la cama. Lo siento Hailey.

- ¿¡Quieres dejarme de una vez en paz, pesado?! -gritó Valerie como la buena energúmena que era.

- ¡Es que tengo frío! -Pobre Louis. Aunque se lo merecía, por cabrón y por jugar con las tías como si fueran cartas de póquer. Y me quejaba yo de tener los huevos entumecidos, a éste no le tendrá ni que circular la sangre por ellos.

- ¿Y a mí qué me cuentas? A mendigar a otra parte, acoplado.

- Madre mía cómo la tienes Louis... Vergüenza te debería de dar. -negó Liam repetidamente con la cabeza.

El aludido bufó y se metió una nubecilla a la boca a oídos sordos de todos los demás.

A mí se me encendió la bombilla y me acordé de que me había traído al viaje mi objeto más preciado. Me levanté del sofá ante la atenta mirada de todos los allí presentes e ignoré sus preguntas centrándome únicamente en agarrar mi guitarra e irme hacia fuera.

Las chicas al verme pusieron los ojos centellantes como si la presencia del instrumento fuera algo sobrenatural y los chicos fruncieron el ceño para luego después sonreír divertidamente.

- ¿Dónde vas con eso, Michael Jackson? ¿Aún quieres acabar en el hospital y más aún con la guitarra destrozada en el suelo? -soltó Liam acompañado de una carcajada por parte de Harry.

- Callaos y dejad al maestro. Demostrémosles a las señoritas que sabemos hacer algo más que no sea soltar gilipolleces por la boca.

Estos asintieron y empecé a deslizar los dedos por las cuerdas. Los acordes eran suaves, rítimicos y relajantes. Hasta yo mismo podría quedarme dormido, joder esto es mejor que la droga.

- Am I asleep am I awake or somewhere in between, I cant believe that you are here and lying next to me, or did I dream that we were perfectly entwined, like branches on a tree, or twigs caught on a vine...

- Like all those days and weeks and months I tried to steal a kiss, and all those sleepless nights and daydreams where I pictured this, I'm just the underdog who finally got the girl, and I am not ashamed to tell it to the world...

Screwed up mess | One Direction Fan Fiction |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora