XXXV

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London, England.

2014.

Maddison

Los días ajetreados y sin tiempo ni para respirar se iban haciendo cada vez más habituales. No sé qué vida prefiero, si esta o la que llevaba antes de empezar la universidad. Pero lo que de verdad echo en falta es esa complicidad que siempre había tenido con mi hermana, la misma que hace unos días se había esfumado.

Al llegar, me encontré a Hailey ordenando la leonera que teníamos por habitación.

—¿Te ayudo? —me ofrecí amablemente, aunque un poco cortada por todo lo que había pasado.

—La verdad que no vendría de más. —sonrió.

Tras esa respuesta comencé a ordenar este desastre. Os recomiendo que no acumuléis tanta mierda como aquí las inteligentes. Un nuevo consejo de la cosecha.

—¿El váter es necesario limpiarlo? —pregunté algo asqueada para romper la tensión.

—¡Venga ya! Ni que tuviera sida, ¡que soy tu hermana!

—Bueno, después de estos días cualquiera diría que somos hermanas.

Y era cierto, nos habíamos estado comportando como verdaderas extrañas, abandonando nuestra complicidad de hace años en un par de días. Irónico, ¿verdad?

—Eso es verdad... —me dio la razón y continuó limpiando el polvo de la estantería en la que estaban apilados todos nuestros libros.

—¿Y quieres que sigamos así toda la vida? ¿No quieres poner alguna solución a este estúpido enfrentamiento? —dejé a un lado los cajones que estaba ordenando y di la cara por primera vez en esta disputa.

—Soy la primera a la que le molesta todo esto que está pasando... Es una tontería seguir enfadadas, tú quieres a Niall y yo quiero a Zayn, cada una con el que le gusta, no sé a qué viene tanto revuelo. —sonrió ampliamente.

Si ella supiera... yo quería arreglar todo este dilema con mi hermana, ¡Pero también quería a Zayn! ¿Es tanto pedir? Bueno...

—Pues ya está, todo arreglado. —simulé una sonrisa. Aún me faltaba conseguir el perdón de otra persona, aunque iba a estar complicado.

De repente se quedó ensimismada mirando fijamente a Dios sabe qué.

—¿Pasa algo?

—Qué va, pero juraría que tenía dinero guardado en este monedero. —volvió a revisar los compartimentos de éste con una mueca confusa.

—¿Desde cuándo fumas? —cambié de tema señalando un mechero que me había encontrado debajo de la mesita de noche.

—¿Eh? ¿Por qué lo dices?

—Ah, nada, por este mechero. —respondí mostrándoselo.

—Ese mechero es de Zayn. —dijo tajante.

Cómo no.

—Ah...

—Lo que no entiendo es qué hace aquí.

—No me digas que...

—¡Qué fuerte! —elevó el tono de su voz y su cara cambió completamente a un estado triste.

—¿Me estás diciendo que te ha robado tu propio novio? —cuestioné confusa aunque por dentro la situación me hacía gracia.

—No, no, tranquila, yo me encargo de arreglar esto como que me llamo Hailey Gibbs. Si hace falta le exploto las pelotas.

Screwed up mess | One Direction Fan Fiction |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora