Aunque el Reino de las Montañas está regido por Felipe II, un veinteañero inexperto, de la casa de los Penti, su posición geográfica, y la riqueza en oro de su territorio, lo hace digno de respeto. Circunda en forma de "U" al Reino del Valle, correspondiente a la casa de los Vimy, lo que le da una posición ventajosa a la hora de una hipotética batalla. El oro con el que cuenta Felipe II les sirve para contratar un ejercito de magnitudes similares al del reino de Samuel, que tiene la fama de poseer a los caballeros más diestros en la batalla.
Asimismo, las fortificaciones de ambos reinos son prácticamente inexpugnables, poseen altas murallas, torres de vigilancia, capacidad de resistir por muchos meses los asedios, por estar bien dotadas de comida y contar con guerreros fuertes en las campañas terrestres. Las armerías están repletas de armas, equipos de asaltos, puentes movibles de madera. Entrar en una confrontación mutua, no es negocio para ninguno de los dos reinos, esto los acercaría más a la ruina que a la fortuna, razón por la que Felipe I y Orestes, padres de Sofía y Samuel respectivamente, decidieron acordar el matrimonio de sus primogénitos.
Felipe I siempre decía que -Aunque el oro puede comprar a un ejército extranjero, no puede garantizar su fidelidad por completo-
El palacio de los Vimy está precedido de un enrejado bañado en oro y corresponde a una parte de un castillo hermoso, de color melado, con altas puertas, cientos de habitaciones, adornos de guerra, textiles, pinturas, muebles, bibliotecas abarrotadas de libros sobre estrategia militar, política y administración; algunos cuentan con consejos de economía y los de historia ponen las tradiciones, hazañas y obras de los reyes de antaño. Marciano el cazador; Tiberio el terror de los isleños; Cándido el amante de las costumbres; Fernando el ingeniero, quien le hizo al castillo algunas torres adyacentes, que se usan como recinto de los caballeros o celdas para los rufianes. Tolomeo el beato, fundador de templos y monasterios; o Mauro, ferviente némesis de los gigantes.
En las adyacencias se encuentra el Palacio Legislativo, donde sesiona la Asamblea, una edificación grisácea a la cual se acceden tras subir cientos de escalones. Sus miembros más vetustos terminan el recorrido con la frente perlada en sudor. Los asambleístas escuchan las quejas de los plebeyos, las procesan y se las entregan a los senadores quienes imparten justicia. Una vez tomada la decisión, las partes en querella se presentan nuevamente en el parlamento, y los asambleístas imponen los castigos, los indultos o las justicias designadas por el Rey y el Senado.
El Senado está justo a su lado, su techo está decorado con pinturas de hazañas políticas y cerca de sus paredes, hay bustos y estatuas de los grandes políticos y reyes que se han sentado en su estrado. El edificio es redondo, al igual que el estrado. Justo en el medio se abre un salón de piso reluciente donde un orador baja a emitir su opinión.
El Senado está compuesto por 125 senadores que discuten junto al rey las problemáticas del reino, asuntos como: la cantidad de comida que debían producir los campesinos; las vicisitudes fronterizas con los otros reinos; los tratados de paz con los enanos y los gigantes; las formas de mantener a raya a los cíclopes; la economía; la recaudación de impuestos, la justicia... juntos promulgaban leyes y es el Cuerpo Legislativo, quien las aprueba, las rechaza o las modifica. El poder ejecutivo está en manos del rey que también cumple la función de general del ejército. Este monarca cuenta con algunos consejeros, un experto en política, otro en justicia, en economía... A veces hace uso de consejeros temporales dependiendo del caso; un especialista en ingeniería para levantar un puente, otro en artes oscuras para enfrentarse a los enemigos...
La fuerza de caballeros está dividida entre la Guardia Real, de armadura y yelmo de hierro, con capas doradas; cuando no usan la armadura van ataviados con un sobrevesta y cota de maya; y los soldados del ejército, protegidos con una armadura y un equipamiento más ligero y completo. Si forman parte de la caballería portan una capa negra, si son de la infantería pesada gris, y si en cambio conforman la ligera -la mayoría de plebeyos reclutados en momentos de apremio- ostentan una de color marrón. Estos últimos no han sido investidos como caballeros. Sólo los dos primeros grupos forman parte de la orden que es presidida por un maestre, entrenada por un maestro de arma, y tiene su propia edificación a unos cuantos metros del castillo. Plebeyos o nobles pueden asistir a las audiciones para entrenar y convertirse en caballeros.
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Helen Vimy y el Bosque Oscuro
FantasyHelen Vimy y el Bosque Oscuro narra la historia de la princesa Helen que se enamora del dulce hijo de un senador, llamado Tobías. Helen es raptada por una malévola hada mágica, que intentará lanzar un maleficio con la intención de liberar un poder i...