Capítulo 7

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Zacarías había llegado al día siguiente a grandes velocidades al jardín del palacio de los Vimy. La reina Sofía y su hija, que , estaban sentadas a una pérgola, tomando té alrededor de una mesita de hierro, cuando avistaron al hipogrifo descendiendo en su jardín. Los guardianes desenvainaron sus espadas, los arqueños tensaron sus flechas hasta que la reina, que había alzado la mano, dio la orden de no atacar.

Zacarías desmontó, acomodando su sombrero puntiagudo, y ató al animal de un olmo. Se peinó la barba con sus manos, sacudió su túnica del polvo y se dirigió hacia la realeza.

Las mujeres se escandalizaron cuando se enteraron de que la tripulación había jurado nunca haber tenido a ningún pasajero en el viaje de regreso. Helen arrugó su entrecejo, se levantó y trajinó por la hierba.

-Todo esto se trata de algún maleficio de las brujas. No me extrañaría que lo que me querían consultar tendría relación con ellas- explicó el mago.

-El muchacho embarcó en nuestro puerto con los hombres de la reina Bella. Yo misma lo vi partir-

- ¿Qué le pudo haber pasado? Tenemos que hacer algo pronto. Guardias, guardias-

-Por favor Helen, siéntate- la reina tomó por el brazo a su hija y la sentó.

-Me lastimas-

-Guarda silencio. No es propio de una princesa formar una algarada -

-Sabes usted alteza qué quería comunicarme el muchacho-

-Siéntese- un guardián arrimó una de las sillas para que el dignatario se sentara- Ahora que ha venido, le contaré lo que ha pasado.

Zacarías se consternó al escuchar el relato, preguntó en repetidas oportunidades si no estaba omitiendo algún dato o exagerando el hecho, pero la reina mantuvo la versión.

- Si lo que están buscando es asesinar a unos dragones tiene que ser por su sangre. Ésta se utiliza en los peores maleficios. Con el encantamiento correcto, podría darle a la persona que la beba una fuerza sobre humana- el mago gesticuló preocupado.

-Pero las brujas no pueden soportar este tipo de poder, están muy envejecidas para hacerlo, sus cuerpos desfallecerían y morirían- dijo Vittorio que apareció en ese momento escoltado por los celadores reales.

- ¡Tienes razón! Lo habitual es que este tipo de embrujo sea complejo, es decir, que la bruja ingiera más de un tipo sangre y con ello obtenga más cualidades. Estoy seguro que intentarán apropiarse de la sangre de una persona joven para arrebatarle su juventud-

-Si es de una persona común como Tobías, necesitarían destilarle toda la sangre de su cuerpo- complementó Vittorio.

- Es correcto, pero si es alguien de la realeza, como su majestad, o la princesa Helen, les bastaría con una sola gota- la princesa y la reina se vieron a los ojos.

-Tobías está en peligro, debemos hablar con mi padre para que convoque al ejército. Tenemos que rescatarlo-

-No mi niña, ellas deben estar detrás de ti. Saben que amas a Tobías, él es la carnada- la reina tomó la cabeza de su hija y la recostó en su regazo.

-Está en lo correcto su majestad. Si las brujas tomasen la sangre de Tobías, requerirían de más jóvenes para poder mantener la juventud. Su efecto es efímero, y si lo hiciesen ya no podrían tomar la de una princesa-

- No tendría ningún efecto, ¡maravilloso! -Todos miraron al hombre con sorpresa- disculpen, a veces, me dejo cautivar por la profundidad del conocimiento. Es terrible sólo pensar que la princesa pueda caer en manos de esas mugrientas bazofias-

Helen Vimy y el Bosque OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora