Capítulo 46: "Meteoros en el cielo"

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-Ya se fue ahora puedo pedirte un favor

-¿Qué quieres?

-Llévame a esta dirección.

-Es la galería nueva de Arte de Hamburgo.

-Sí, tienes algún problema, antes de venir le pregunte a Ichiro donde podía ir a ver buenas obras suyas, me dijo que aquí aún hay una tanda fija de él, tengo entendido que se quedaran hasta fin de año, luego tiene que venir a rotarlas.

-Es amigo de la dueña o que, porque no hay muchos artistas fijos allí.

-En realidad es largo y no voy a explicártelo porque apenas si entendí yo.

-Supongo- no le creí nada pero no iba a llevarle la contra.

Caminamos por Hamburgo y en donde pasaba había lugares que me recordaban a ella pero no iba decirle a Apolo justo eso, pensaba porque las cosas habían sucedido de tal o cual forma, simplemente no podía creer que el tiempo volara de esa manera, el destino así lo había querido y no iba a negárselo, ni a negarme lo bueno que había sido en habernos cruzado, mientras pensaba en muchas cosas llegamos a la galería, pagamos la entrada y cuando empezamos el recorrido, pude notar algo, este también era el mundo de Victoria, siempre Ichiro decía que el vínculo con ella había sido más fácil gracias a su amor por el arte, de hecho su departamento en Hamburgo tenía varias pinturas, luego de mirar obras de muchos autores, tanto alemanes, como franceses y varios jóvenes italianos, encontramos las obras de Misaki era tan hermoso ver Fuji en Alemania, todo sus paisajes sobre casa aquí expuestos, pero también había a su lado 3 obras que no estaban firmadas por él, decían Milay Misaki a una pude reconocerla, era la imagen de dos personas enamoradas, la otra era un lobo aullando a la luna pero la última fue la que llamo mi atención, eran dos piezas enfrentadas de dos siluetas viendo el mismo cielo pintado en una pieza había lo que supongo una imagen femenina, en otra una masculina, y en el cielo se veía como un cometa atravesaba una aurora boreal, ya enloquecí fue lo primero que pensé, pero no porque mi hermano también se detuvo en ella, sus colores llamaban la atención, las siluetas capturaban toda la atención, supongo que había mucho más en esa pintura de lo que simplemente quería expresar.

-Es de ella verdad- solo asentí.- Ichiro me comento que pintaba, nunca pensé que lo hiciera de esta manera.

-Me engañaste verdad- solo atine a decirlo.

-Solo un poco, realmente quería conocer el lugar, pero en parte necesitaba saber que ese tipo no me mentía sobre las pinturas- encogió los hombros.

-No, ella hace esto y más supongo, aunque creo que desconozco mucho de lo que hace y deja de hacer.

-Su padre me dijo que esta es la última semana de ellas aquí, luego viene la subasta de las mismas, por eso quería verlas, una vez que las vendan ya tendrán un dueño propio y supongo que no tendré oportunidad- dijo Apolo serio.

-Porque- dije sin dejar de ver la imagen.

-Ella nunca le muestra su trabajo a nadie, según Ichiro odia que alguien lo vea hasta que lo termina y eso le lleva mucho más que a el porque lo hace en la madrugada, con música bastante alta.

-Supongo que como todo pintor tiene su hora de inspiración.

-De locura dirás, pero la locura es talento puro, sino esto no me estaría atrapando como lo hizo.

-Eso creo.

-Tú tienes talento para el deporte así que supongo que es similar.

-No hermano, no es igual ella también es excelente deportista, pero esto es más que ser bueno, excelente, esto es darle vida a algo.

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