Capitulo 3 "Perdón"

712 42 4
                                    


Frente a mis ojos estaba la niña más grosera, pero más bonita que había visto en mucho tiempo, que hacia aquí no lo sé, pero iba a averiguarlo, me baje del auto y me acerque a ella.

-que haces aquí- pregunte firme pero sereno.

-Toma-me entrego unos Tickets.

-¿Para mí?-Dije incrédulo

-Si-dijo con pena-es que de camino a casa Tom me dijo que había sido demasiado grosera contigo, lo reconozco que así fue, entonces se me ocurrió como forma de pedirte disculpas que vengas el miércoles a vernos jugar al estadio, claro si puedes-dijo bajando su mirada.

No podía ocultar que estaba feliz de verla, pero sentía algo más que no podía explicar, algo que estaba fuera de mi alcance entender realmente.

-Claro iré- le dije sonriendo.

-¿De verdad?- pregunto algo incrédula.-no lo haces por compromiso ¿verdad?-dijo curiosa.

-No, qué compromiso tendría yo para aceptar esto- señale los tickets.

-Cómo eres amigo de Tom, tal vez...

-Tranquila, lo hago porque realmente me interesa saber que eso de Voley, no se otra cosa que no sea Fútbol, no vivo para otra cosa que no sea el Fútbol, creo que hasta sueño con el-dije apenado.

-Sueñas con una pelota- se echo a reír en ese mismo momento.

-Oye, no te burles- dije riendo un poco.

-Es que te imagine y no pude evitarlo.

-Lo se suena gracioso- dije apenado- piensas quedarte allí toda la hora o te animas a pasar al departamento de un extraño.- dije, pero luego me arrepentí, ya que soné demasiado osado- sino está bien no quiero que pienses que soy un acosador.- a lo que ella sonrió.

-De hecho podría pero aún tengo mi coche en la siguiente cuadra- dijo.

-Hecho, pero puedo invitarte a desayunar mañana- pregunte sin vueltas.

-Está Bien Señor Price, tienes donde anotar- pregunto-

-Lo siento- dije apenado.

Tomo mi mano y anoto su dirección, luego me dio un beso en la mejilla y se retiró en una pequeña corrida hasta donde tal vez estaba su auto, yo me subí al mío, lo deje en la cochera y subí a mi departamento, al llegar a casa me recosté en el sofá y como un idiota miraba mi mano, de alguna manera sé que era culpa de Tom que esto hubiera pasado, pero no podía confiarme realmente ella es como una fiera salvaje, en la vida como en el campo y me sentaba un poco de duda porque era así, se notaba que le costaba recibir el cariño que le daba su madre, pero también el que le entregaba el señor Ichiro, no se veía mala chica pero si reacia a demostrar algún tipo de emoción, tal vez sea en un poco lo que se dice de Karl o de mí , vivir y sentir un deporte a veces nos vuelve lejanos de lo que hacemos fuera de él, pero yo no podía evitar tener esta sonrisa estúpida en mi rostro, a causa de una niña que ni siquiera conocía y parecía odiarme.

El resto del día paso rápido y debo reconocerlo me fui a dormir esa noche pensando en lo que sería mañana.

A la mañana siguiente.

Me levante, sentía que mi cuerpo llevaba más adrenalina que nunca, me duche y Salí a la cochera a buscar el auto, si yo mismo pudiera darme una patada, puedo asegurar que lo haría sin titubear, no podía creer porque me sentía tan bien con solo pensar en la idea de ir a desayunar con una completa extraña, maneje a la dirección que ella misma había anotado ayer y allí estaba en la puerta de aquel gran edificio una belleza arquitectónica, Tom tenía razón que no por nada ella había elegido esta zona para vivir, Tenía una mirada demasiado dulce, muy distinta a la que ayer había presenciado.

Te Estaba EsperandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora