Capítulo 23
Young se colocó la chaqueta mientras escuchaba a Fei.
-Pero no le sigas mucho el juego... puede que sea solo un capricho- le dijo él mientras se paraba y se alejaba del taburete en donde había estado sentado para ayudar a Fei a terminar de limpiar las cosas de la cocina.
-¿Tú dices?- le preguntó ella mientras paraba el movimiento de su brazo, en su mano sostenía un plato.
Young la miró y le sonrió antes de asentir con la cabeza.
-Cuando eramos niños también hacia lo mismo- dijo negándo con la cabeza- Y mamá siempre le llevaba los gustos.
-Pero tú tampoco fuiste lo que aparentabas frente a ella. Kwang me lo contó.
-¿Contarte? ¿Sobre qué?- le preguntó él ladiando la cabeza.
Fei le sonrió y terminó de limpiar la mesada. Cuando estuvo todo ordenado y seco, se sentó en la mesa de la cocina y Young min se giró para verla.
-¿Sobre qué te contó?- le preguntó Young mientras la veía.
Fei solo lo miró y ladeo un poco el rostro, su mirada era divertida mientras que Young min se estaba impacientando. Y de un destello recordó la única cosa que realmente había hecho y que Kwang lo había estado extorcionando con ello cada vez que estaban viviendo con su madre y quería la última rebanada de pizza.
Él la miró y se acercó a ella. Le colocó los brazos a cada lado de sus caderas y la miró fijamente.
-Dime que no fue lo que creo- le dijo y Fei lanzó una carcajada.
-Si te refieres a que me contó sobre la única chica que metiste en esa casa, se acostaron y cuando llegó tu madre, tú la hiciste esconderse detrás de todo el montículo de ropa de Kwang para no encontrarla... sí, fue lo que contó.
-Que vergonzoso- dijo apoyando su cabeza en el hombro de ella.
Escuchó la risa de ella y él sonrió.
-Tenía quince años- le dijo mientras giraba su rostro y sus ojos se fijaron en el cuello de ella- Pasó hace cuatro años y Kwang no me deja olvidarlo.
-Siempre hay que tener con qué reclamar lo que uno quiere- le dijo Fei y Young levantó la cabeza para mirarla y fruncir el ceño.
-Repite lo que dijiste- le dijo y la miró fijamente a los ojos.
-Pues que siempre hay que tener con qué reclamar lo que uno quiere- le dijo Fei mirandolo, de un segundo a otro había cambiado de actitud... algo no tan común en él.
Y, tan rápido como cambió su actitud, maldijo.
-¿Qué sucede?- le preguntó mirándolo con el ceño fruncido.
-Nada, gracias por cierto- se giró y tomó su móvil para echárselo al bolsillo del pecho de su chaqueta- De verdad, gracias- le dijo sonriendo.
Le tomó el rostro con una mano y besó rápidamente sus labios. Fei abrió los ojos lo más humanamente posible al mismo tiempo en que Young emprendió una carrera hacia la puerta.
-Young min- dijo Fei mientras se giraba en la mesa para verlo.
-¡No te preocupes, soy gay!- le dijo él desde la puerta antes de cerrarla y salir corriendo hacia su coche.
Fei se quedó mirando confundida hacia la puerta. Negando con la cabeza, se bajó de la mesa y suspiró... nop, los besos de Young no le provocaban lo mismo que los besos de su Kwang min.
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Min Woo cortó la llamada de Victoria, realmente lo estaba sacando de sus casillas... sí, le había hablado amablemente pero con solo escuchar las palabras que se había cansado de decir, era suficiente como para que toda ilusión que se creara se deschabetase.
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