Fate: Rojo Carmesi [Gilgamesh x Tu] |Toma 1|

Capitulo 18: Cuentas

T/N

No estas sola. Una frase compuesta únicamente por 3 palabras. Por lo tanto reparo algo que estaba en mi interior. No estoy sola... mamá y papá se han marchado, pero me ha confirmado que estaba conmigo. Siempre he oído esas palabras en la boca de los actores, de personajes y de padres. Pero oír eso de la boca de Gilgamesh... tenía la impresión que lo escuchaba por primera vez.

Es la primera vez que recibo tanto calor de una sola persona. No siento el frío. El calor no me sofoca, no me encierra. Me siento... a gusto. ¿Desde cuanto tiempo no he llorado? ¿Desde cuanto tiempo alguien no me ha abrazado de esta manera? Creo que desde hace demasiado tiempo. Mi cuerpo se eleva del suelo, pero sigo sintiendo los brazos de mi amado. Tengo la impresión que con el no podría ocurrirme nada.

-No es una impresión, es la realidad. No permitiré que algo más vuelva a derramar tus lágrimas, son tesoros que nunca deben ver la luz. Son tesoros que solo tu debes preservar. Ahora que han salido, me quedaré a tu lado hasta entonces.

- No.-Repspondi secamente.

Gilgamesh se detiene e intento ponerme de pie. Undo mi cabeza contra su pecho. El calor que me rodeaba se ha reducido a una breves caricias. Tengo que parar de llorar, tengo que evitar mostrarme débil.

-Vuelve a casa, si quieres, yo... estaré ahí mañana por la mañana.

Me alejo un poco, despegando mi frente de su pecho, contra mi voluntad. Sólo anhelaba quedarme ahi por siempre. Pero tengo que deshacerme de estos llantos, tengo que deshacerme de este dolor. Tengo que ser yo quien decida mi felicidad, no los demás.

Gilgamesh me observa y vuelve a abrazarme, ese abrazo decía más de mil palabras. Intento aprovecharlo lo máximo posible, incluso si ha durado algunos segundos. Se agacha un poco para tener los ojos al mismo nivel.

-Como tu desees ______.

Se lo agradezco con la mirada y parece haber entendido. Vuelvo a mirar la casa o más bien el fuego de campo gigante. No tengo ni una mota de magia hasta mañana. Por eso no puedo apagar esa tortura. Sólo debo aceptarlo. Le doy una última mirada a Gilgamesh, comienzo a correr dirección al bosque. Siento que desaparece. Ahora somos tu y yo.

Tohsaka

En el horizonte se ve una pequeña serpiente gris cortando el cielo nocturno. Lancer no mentía. Tenemos que aprovechar el echo que ______ estuviera destabilizada. Miro decidida a mis compañeros es hora de visitar a Illya. Tenemos que utilizar todo nuestro poder si queremos deshacernos de una maldita vez de ______. No puede caer en malas manos y digamos que son las de ______.

Gilgamesh

Amo ver los deseos de los demás destruirse. Porque es realmente divertido ver como su cara se deforman de desesperación, aún así... ¿Por qué no tengo el mismo efecto con _____? Quería verle de esa manera al principio de la guerra y ahora que lo veo... lo único que ha conseguido es contagiarme un poco de su tristeza.

Sigo observandola corriendo por la oscuridad del bosque esquivando agilmente las ramas. Incluso siendo completamente humana sigue teniendo esa facilidad de moverse con elegancia.

Las sombras deformadas de los árboles,se confunden con aquel de las sombras de los animales de la oscuridad. Aquellos que viven sólo la noche.

Por supuesto no estaba tan loco como para dejarla sola en ese estado inadecuado. Me quedaba en el caso que la atacaran, como me ha dicho antes no podrá utilizar sus poderes. De un golpe frena su carrera loca. La luna no devoraba el bosque los arboles eran demasiado altos y las ramas hacian el cielo de aquel bosque. A lo lejos algunas ramas se mueven y dejan ver un oso. Un oso negro. O eso parecía ser al menos.